Glosa de Presentación a cargo de Gustavo "Tavi" Antón
domingo, febrero 24, 2008
martes, febrero 12, 2008
Somos, de alguna manera y en cierta medida, aquello que elegimos recordar, la forma que le damos a nuestra memoria. Y esa elección está hecha de disputa, de conflicto, tanto hacia el pasado como hacia el futuro. Ya sea a nivel colectivo o individual, el descubrimiento de la propia identidad - nunca monolítica - y del propio potencial es una empresa ardua. La búsqueda del propio ser puede devenir tormentosa. (1) No obstante, a mayor tumultuosidad vital, mayor luz proveniente del tener en claro quién se es y cómo se ha llegado allí. Aunque sea este, siempre, un proceso en construcción. Sólo si percibimos nuestra consistencia y nuestra continuidad tendremos capacidad para construir nuestro propio guión de la realidad social y cultural y para dejar entrever esa rara capacidad - que no es poca cosa - que consiste en definirnos a nosotros mismos y a nuestras circunstancias.
Mirar lo que fue desde el hoy es una posibilidad con la que contamos todos y que puede aportar elementos para traer a la luz causas, hechos y actores olvidados o extintos, reinstalando los procesos en los que estuvieron insertos o participaron. He aquí su politicidad implícita. La historia, pensada como forma social del conocimiento, es el trabajo, en cualquier situación, de infinitas manos diferentes. Esta concepción significa tener presente que ignorar esa responsabilidad es dejar un lugar vacante en la discusión pública. La memoria - activo proceso de creación e significados y elemento esencial en la construcción de la identidad como fuente de sentido - no existe por fuera de los individuos, pero al mismo tiempo, nunca es individual en su carácter: está condicionada, informada y conformada por el contexto histórico y social encarnando voluntades de recuerdo y de olvido en tanto posicionamiento frente al pasado.
En el mundo que hoy habitamos, ya no se trata de una cuestión de decadencia de la memoria colectiva y de declinación de la conciencia del pasado, sino de la violación brutal de lo que la memoria puede todavía conservar, de la mentira deliberada por deformación, de la invención de pasados recompuestos y míticos al servicio de quienes detentan poder. (2) La tradición tratada como un depósito muerto participa de la misma compulsión de repetición que la memoria traumática. Al reanimar, mediante la historia, las promesas incumplidas, e incluso impedidas y reprimidas por el curso posterior de los acontecimientos, un pueblo, una nación o una entidad cultural pueden acceder a una concepción abierta y viva de sus tradiciones. (3) Hay marcas que se han grabado a fuego sobre generaciones recientes de argentinos, víctimas de muchas violencias y de muchos silencios. Con la privación ilegítima de la libertad convivió - y todavía convive - la privación ilegítima de las palabras, de las luchas, de las identidades. Un pueblo “olvida” cuando la generación poseedora del pasado no lo transmite a la siguiente, o cuando ésta rechaza lo que recibió o cesa de transmitirlo a su vez,lo que viene a ser lo mismo.
(2) Como sostiene Yosef Yerushalmi quien propone la supervivencia del pasado a partir de la transmisión generacional de la memoria personal. Cuando decimos que un pueblo "recuerda", en realidad decimos primero que un pasado fue activamente transmitido.
(3) La memoria es la vida mientras que la historia es la reconstrucción, siempre problemática e incompleta de lo que ya no es. La memoria es un fenómeno siempre actual, un lazo vivido en presente eterno; la historia, una representación del pasado.
“¡Soy Cometa!”
Reportaje Cyberepistolar a Gustavo “Tavi” Antón, Presentador y Director Artístico del Centro Murga Los Cometas de Boedo.
Por Pupita La Mocuda
- En un texto tuyo, “Historia de la Murga Porteña”, antes de la referencia al Centro Cultural Ricardo Rojas, vos decís más o menos esto, situándolo en la segunda mitad de la década del ochenta.: “…los directores de murga de la Capital Federal incursionan en una aventura extraña y forman la Primera Federación de Murgas y Comparsas de Capital Federal, Gran Buenos Aires y Gran La Plata en el Fondo Nacional de las Artes. El cambio no logra instalarse, pero comienza. La experiencia dura muy poco, pero algunos directores ya tienen una visión distinta sobre el arte murguero.” (1) Me gustaría focalizar en esta poco reconocida experiencia proto-organizativa porque allí veo uno de los núcleos fundamentales de lo que yo suelo llamar el cabezadurismo – que para mí tiene que ver básicamente con la voluntad inquebrantable – de un puñado de murgueros para que la murga como género y como expresión privilegiada de la cultura popular argentina no muriera. A pura prepotencia de trabajo, como escribió Roberto Arlt alguna vez ¿Vos participaste de esta experiencia? ¿Qué era lo que estaban intentando hacer? ¿Te acordás de quienes la llevaron a cabo?
- De aquellos años me quedó grabada una frase de Pantera (2) - un director de murga en serio – que una vez en una charla informal dijo: “Tenemos que hacer algo. Quedamos tan pocos que si no nos juntamos y nos organizamos vamos a desaparecer.” En esa idea quedamos enganchados algunos directores de ese momento: El mismo Pantera, Tato Serrano, la Tana Lucía, El Turco Oscar, El Gordo Pedro y algunos más. Por otro lado estaba también apareciendo – para nosotros – el laburo del Rojas. (3) También en 1988 comienza mi relación con Quique Molina, un tipo que me abre la cabeza. Son todos hechos que se juntan en una época y que se terminan fusionando para darle forma a un pensamiento , a una idea, que era muy general y que con el tiempo fue tomando forma y se fue haciendo mas minuciosa. ¡Tal vez incurra en algún error de cronología pero estamos hablando de cosas que pasaron en el 86, 87, hace ya veinte años!
- Bueno, Tavi, es lógico... Viste cómo es… En la memoria, la sucesión de los hechos a veces se enreda pero no por eso el pasado pierde intensidad. ¿Qué estaba ocurriendo en esos años según tu vivencia?
- Ya en 1986, los directores de Los Cometas estábamos pasando por un momento de cambios muy profundos pero la murga no lo entendía. ¡En esa época Los Cometas no podían ir ni acá a la esquina! Era una murga totalmente bardeada. Éramos cien pibes que salíamos todas las noches de carnaval a pelearnos en todos los corsos. ¡Volvíamos todos rotos todos los días! ¡Y ni nos enterábamos! Hay una anécdota del Pacha (Director General Cometa a partir de su refundación) que dibuja aquel momento: él dice que salió siete años en la murga… ¡Y nunca se enteró de que yo cantaba! Éramos los hijos de la década del setenta: violenta, irracional, el despertar del SIDA, la masificación de la cocaína, la desaparición de la hinchada y la aparición de la barra brava, la pérdida total de los códigos y la falta de respeto generacional por excelencia. Muchos murgueros sufrimos y padecimos esta época y algunos sobrevivimos pero muchos más quedaron en el camino. Digo, concretamente, que murieron; empezamos a tener amigos que morían de SIDA, que desaparecían o que morían en una pelea. Nosotros mismos nos peleábamos todos los días – aunque no moría nadie – pero las cosas estaban cambiando y la murga como tal reflejo de ese momento social sufría consecuencias. ¿Por qué te cuento todo esto? Porque para mí tiene que ver con la primera etapa de la organización murguera.
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- Me parece que, a veces, se tiende a tener una opinión durísima de aquellos setenta sin mediaciones, descontextualizada, leída en clave de nuestra historia más reciente. Uno es hijo de la época que le toca vivir como puede… ¿En qué cosas querían particularmente ponerse de acuerdo?
- Muchos directores hicimos esta lectura de aquel momento y veíamos como se nos iba todo a la mierda. Entonces nos empezamos a juntar y a hablar como podíamos hacer para no desaparecer nosotros también. Antes no era como ahora, antes se trataban algunos directores porque se conocían de la zona pero: ‘Hola. ¡Que tal!’ y ya fue. Nos empezamos relacionar de verdad ante esta situación y empezamos a laburar juntos como forma de resistencia ante esta realidad.
- ¿Cómo surge esta primera Federación?
La convocatoria me parece que nace de Coco Romero y de Juan Tangari y participa creo que también Quique Molina. Se hacen las primeras reuniones en el Fondo Nacional de las Artes y Quique también ofrece el Teatro de la Ribera, donde, además, nos reuniámos. La idea general era juntarnos, conocernos y ver de qué manera podíamos retomar el camino de trabajar en algo juntos, que fuera algo así como defender el bien común. Sentíamos que el tema de la murga era algo nada más que de los murgueros y que los propios murgueros habían hecho lo posible – inconscientemente – para destruirlo. Pero éramos una banda, murgas de todos lados, de la capital, de provincia, comparsas, murgas, grupos de todo tipo… No teníamos ninguna experiencia; era prácticamente inmanejable.
- Y lo posible también como para tener la lucidez y las ganas de intentar reconstruirlo desde sus cenizas… ¿Cuánto duró esta primera experiencia organizativa?
- No puedo precisar cuanto duró todo eso. ¿Tal vez dos años? No sé bien, pero nunca se decretó la muerte de ese proyecto.
-¿Por qué se disolvió?
-Se fue diluyendo solo…
- ¿Cómo describirías ese momento a nivel personal como murguero y a nivel más amplio?
- En lo personal creo que si bien tenía ya muchas ideas en ese momento, no tenía la cintura ni la cabeza para la participación activa. Fui co-fundador de la Federación pero también fue mi primera experiencia como dirigente y lo que me quedó de ese momento son las mismas cosas que nos quedaron a muchos de los que participamos en eso. Lo principal es que nos dimos cuenta de que era posible, de que nos podíamos juntar, discutir, pelear hasta ponernos de acuerdo en algo sin que terminara todo a las trompadas. Todos los cambios en mi vida personal después los vi reflejados en mi actividad en la murga. Viví para la murga casi toda mi vida. En la época de la Federación, yo en mi vida personal era un desastre y mi aporte en ese momento estaba muy sujeto a eso. Mi cabecita estaba muy limitada y llena de porquerías. Así que, bueh… El tiempo y la vida me dieron otra oportunidad algunos años después. Mi vida en lo personal cambió de una forma total y mi actividad como dirigente de la movida murguera también. Pensá que Los Cometas se habían disuelto: era una murga inmanejable. Algunos Directores (el Gordo Memo, el Tano Roque, el Negro Tito y yo) formamos Los Fantoches de San Cristóbal, primera murga de ese barrio. Esa murga duró lo que duró la actividad de la Federación. Casualidad o no, pero al dejar de existir la Federación, yo enterré una etapa de mi vida. Y vinieron algunos años de parate. Dejé Los Fantoches; Los Cometas no salían; dejé la cancha; empecé a laburar en serio e hice todos los tratamientos habidos y por haber para modificar mi vida. Primero, estaba vivo, algo ya importante; no era portador; había superado mi militancia sin perder y no estaba preso. Grandes motivos para hacer borrón y cuenta nueva. Mi vida en la calle la retomo de vuelta, ¡oh, casualidad!, por un hecho relacionado también con la murga – la vuelta de Los Cometas – pero ya era todo distinto y los resultados de mi participación fueron también muy distintos.
- Esta Federación luego deriva en la Agrupación M.U.R.G.A.S., ¿no es así? ¿Cómo describirías ese comienzo: entusiasmado, caótico, vital, apasionado, organizado?
- No te puedo contestar con certeza si la primera Federación derivó en M.U.R.G.A.S,; mucha gente que participó de la Federación después también estuvo en la Agrupación M.U.R.G.A.S. pero también allí ya había otra gente que después fue mucho más importante. Y esta etapa para mí, hasta hoy, es la etapa más importante y más productiva del movimiento murguero de la Capital Federal. Yo no registro un trabajo más revolucionario hecho por un grupo de Directores de murga que el trabajo de la Agrupación M.U.R.G.A.S. Este trabajo realmente modificó y cambió para siempre todo el mapa murguero. Y yo rescato para la historia y para el presente y para el futuro a la Agrupación M.U.R.G.A.S, al laburo que hizo, que hace y todo lo que tiene para hacer. Muchos nos volvimos a ver las caras en las primeras marchas, marchas por el feriado. Si bien yo no participé al principio porque estaba retirado de la actividad. Te cuento otra anécdota para que veas cómo las casualidades o las causalidades le van dando forma a las cosas: En el año 1995 sale campeón mi querido y amado Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Vos te preguntarás qué tiene que ver con esto. Bueno, yo estaba alejado de todo por los miedos a las recaídas, vivía encerrado en mi casa, laburaba y a casa, nada más. Pero ese año y ante la campaña del Ciclón vuelvo a ir a la cancha. Iba a un costadito escondido… Llegué a ir a partidos donde me quedaba en la tribuna a quince metros un tiempo. Ese tiempo lo usaba para explicarles a todos los moscardones que yo no tomaba más, que no consumía más. ¡Y los que "eran" mis amigos se enojaban! En vez de decirme: ‘¡Qué bueno, loco! ¡Me alegro! ¡Te felicito!’ me decían que era un careta, que era un amargo y yo eso no lo entendía y me volvía loco. Pero me lo banqué y me quedé en el rinconcito de la tribuna todo el campeonato. Un domingo jugamos con Banfield y por la Avenida Pavón me cruzo con el Pacha y de auto a auto me saluda y me grita que va a volver a sacar Los Cometas… No te puedo explicar lo que sentí en ese momento... ¡Terror! Obviamente le dije: “¡Suerte! (¡Y andá a la concha de tu madre!)” ¿Por qué? Simple, el Pacha era murguero en 1986 cuando yo dejé Los Cometas y era murguero mío y era el peooorrrrrrrr del barrio. ¡Era el tipo más descontrolado que había conocido! ¡Ja ja ja ja! ¡Y ese iba a sacar Los Cometas! Pero salimos campeones y nos volvimos a ver en la marcha que hizo Tinelli a Luján… ¡Tres grados bajo cero y lloviendo! ¡Ja ja ja ja! ¡Unos enfermos! Ahí me dice que ya compró todo y que quiere sacar Los Cometas. Yo creía que si volvía a la murga volvía al riesgo pero no aguanté y pasé por un ensayo. Te juro por mi vieja y por mi hijo que era algo impresionante la cantidad de gente. No se podía creer. Pensá que todas las murgas o gente de esas murgas que hoy están en Boedo salieron ese año en Los Cometas. Pero era todo distinto. El Pacha me dijo: ‘¡¡¡Una murga sin escabio y sin falopa!!!’ Yo confié en él y te juro por lo que más quiero, que no me defraudó y hoy Los Cometas son lo que son.
- Siento que aquí me gustaría que nos detuviéramos un poco más en esta cuestión de la relación de la murga con el fútbol, que para mí es fascinante. Daniel (Pantera) por ejemplo, saca los míticos Calamares muy a principios de los ochenta ¿Había una relación estrecha entre Los Cometas y San Lorenzo, por mencionar el club del cual sos hincha? Siempre se habla y se insiste en esta relación, a veces incluso con el fin de denigrarla, quizás sin entender la verdadera naturaleza de lo que estaba sucediendo a nivel profundo en la sociedad argentina. Eran años de quiebre, de aniquilación brutal, de exterminio. Quisiera saber qué pensás vos al respecto como protagonista de las distintas inflexiones históricas que atraviesa el género. Por ejemplo: ¿Se comparte la misma gente, las canciones, los mismos bombos?
- Bueno, todo un tema, la murga y la cancha. Primero, comparten el ochenta por ciento de la gente; la relación es inevitable. Nosotros ensayamos muchos años en el Gasómetro de la Avenida La Plata. Hay historias que sirven a la anécdota, como, por ejemplo, la del histórico "Mirala" de Los Cometas. El otro día en una página web de San Lorenzo vi que hablan sobre la canción del “Mirala” que canta la hinchada y un hincha famoso – que no salió en Los Cometas – reconoce que querían una melodía muy pegadiza y una letra muy simple para que toda la tribuna pueda cantar. (4) Y cuenta que en un viaje a Junín para jugar con Sarmiento – San Lorenzo ese año estaba en la “B” – sacan la canción del “Mirala”. (5) Dice que es una canción de Los Cometas de Boedo. ¡O sea, la primera canción de una murga que canta una hinchada! Pero la historia no termina ahí y se traslada mucho más acá en el tiempo. El marido de Mimí Maura es cuervo (6) y va a la cancha seguido y un día la lleva y la hinchada canta eso y ella se asombra. Según cuenta la página, Mimí dice que es una melodía de una canción revolucionaria del pueblo de Puerto Rico, donde ella nació. ¡Y da la letra original de la canción! ¡¡¡Yo no lo podía creer!!! ¿Cómo llegó esa melodía al carnaval porteño? Ahora bien, en Los Cometas tenemos una regla: la murga es la murga… Y la cancha es la cancha. Nosotros somos de Boedo ¡¡¡Y somos rojo y blanco!!! ¡Los colores de Huracán! Esto es así: No somos ni a palos un apéndice de la hinchada; somos Los Cometas de Boedo. Los bombos son nuestros y no se los prestamos a nadie y los defendemos con lo que sea. Igual que la hinchada. Ellos tienen los suyos y son de ellos como debe ser. Y, si no, preguntale a Pantera por qué dejó de de sacar Los Calamares y te va a dar la misma respuesta que yo. No es conveniente la mezcla: la murga por un lado y la cancha por el otro, así sea la misma gente.
- Con respecto a lo que contás de que Los Cometas no salieron por algunos años. ¿Cuál fue – según tu vivencia – la razón de esa discontinuidad?
- Yo dejé de salir en Los Cometas en el año 1985 y la murga salió dos años más. Una época de remierda: habíamos soportado el Proceso (7) pero no las secuelas. Y nosotros habíamos dejado de ser funcionales a la murga. Nosotros, para esa época, estábamos, como dicen “hasta las manos”. Para ser claro: la masificación del consumo de cocaína lo sufrimos los tipos que hoy andamos por los cincuenta años. Hoy, yo hablo con mi hijo sobre el tema. Mi viejo, cuando yo empecé a consumir, no tenía ni idea de que se trataba. Ahora bien, una murga, ¿qué es? Sin ninguna duda, para mi, es, primero que todo, un producto artístico. Se lo discuto a cualquiera que tenga otra teoría. Al producto artístico lo hacen los artistas. Se suben arriba de un escenario y se exponen, se muestran; tienen la obligación y el deber de generar y hacer su rutina. Bueno, cuando en esa época yo era el artista, no podía hacer nada de esto, ¡¡¡porque estaba escondido en la terraza de mi casa con una persecuta bárbara!!! Hablo nada más que de mí pero se puede ver la película de Pedro (8) , donde habla el Pacha, Director General de Los Cometas, o el programa de Gastón Pauls. Una época muy dura… Ligada a la ignorancia, terrible, violenta, mal llevada, nefasta… Y para una expresión artística, ni te cuento… Finalmente Los Cometas volvieron a salir en 1996.
- ¿Cómo conjugaste tu papel de dirigente con tu vida y tu pasión murguera? ¿Se dio naturalmente?
- Al mismo tiempo está lo de las marchas y el nacimiento de la Agrupación Así que nosotros y yo en particular participo de todo esto pero con otra cabeza, con la mente limpia, sana, despejada. Puedo pensar, proponer y resolver. Todo tiene que ver con todo y para mí la murga y mi vida van de la mano.
- Mirado a la distancia, yo creo que debe haber sido apasionante pero agotador…
-Fui tres veces presidente de la Agrupación. El laburo era increíble, apasionado hasta lo impensado. Como vos decís, agotador. Me reunía con distintos directores todos los días hasta las tres o cuatro de la mañana. Pantera siempre cuenta de una reunión donde nos sentamos a tomar un café a las ocho de la noche y nos levantamos ¡a las ocho de la mañana! ¡Hablando de murga!
- Bueno, era un momento singular, una situación de gran relevancia histórica. ¿A qué tareas se dedicaron con mayor urgencia? ¿Qué cosas sentían que debían hacerse?
- Lo que nosotros queríamos era organizarnos. Cuando digo nosotros me refiero a los murgueros viejos y los “de taller”.(9) Y vaya si lo logramos, ¿no? El carnaval que hoy hay en Buenos Aires es consecuencia de este laburo. Tendrá falencias, no será del agrado de todos. Se cometarán diez mil errores, pero lo hicimos y lo que queda son los hechos. La Agrupación produjo hechos históricos. ¡Muchos, eh! Más de los que el ochenta por ciento de los murgueros creen y conocen. Yo creo, sin temor a equivocarme que los diez años de laburo de la Agrupación merecen un análisis serio y frío, muy frío para entender su resultado y su fin. La Agrupación M.U.R.G.A.S. para mí es un capítulo aparte en la historia de las murgas de Capital Federal y merece un tratamiento muy especial. Un solo dato de lo que para mí define la importancia de la Agrupación. Una vez, Quique Molina me dijo: ‘Las murgas se tienen que organizar. La organización es la base de todo proyecto.’ Me dio un ejemplo para que yo entendiera y eligió uno que yo entendí al toque. Me dijo: ‘Yo organizo una marcha de quinientas personas y vos venís con veinte organizadas que sepan lo que tienen que hacer y en quince metros me la desarmás. La Agrupación, en mi momento, fueron esos diez directores que organizaron el carnaval de Buenos Aires. Sabían lo que querían y fueron ahí, de la mano de un crecimiento increíble, en número, de agrupaciones. Organizadamente, por medio de reuniones donde todos opinaban, donde todos proponían y donde se tenía que llegar a un acuerdo sí o sí para que se produjera el hecho, para que se plasmara la idea en un hecho.
- ¿Vos personalmente sentís que era una responsabilidad que iba a marcar un antes y un después?
- Mi lectura es ésta: diez tipos organizados – no hablo de diez personas en particular sino conceptualmente, en tanto idea, y me refiero a las Comisiones Directivas de la Agrupación en general – sostuvieron una propuesta y la llevaron adelante organizando a todas las murgas de ese momento dentro de una estructura que nos contuviera y nos diera una base sólida desde donde crecer y mejorar. Algunos estarán de acuerdo con esta lectura y otros dirán que estoy loco. Pero estoy seguro de que nunca jamás cualquiera que quiera sacar una murga tuvo tantas posibilidades y facilidades como ahora. Tenés el carnaval garantido, tus funciones, cobrás por tus funciones, nadie te garca la plata, estás en igualdad de derechos y obligaciones que cualquier murga "vieja" y tenés el ámbito armado para hacer tu propuesta y debatirla. Yo, en esta organización, tengo el mismo voto y vale lo mismo una murga de doscientas personas que una de treinta. Eso es realmente respetar al otro, que nadie te pase por arriba. Yo sé que muchos piensan que esto no es así pero contra la realidad no se puede y en la Agrupación, cuando se vota, los votos son uno de cada uno y eso es lo que vale. Esto es la Agrupación, ni más ni menos: el primer movimiento organizado de murgas de Capital Federal. Y es tan pero tan importante este hecho histórico y político, que sin ninguna duda hay un antes y un después a partir de la Agrupación.
-En estas dos experiencias hubo siempre mayoría de varones, ¿o se integraron algunas mujeres también?
- En la primera Federación participaron muchas mujeres con nosotros. Estaba la Tana Lucía, que era la directora de Los Chiflados del Abasto. ¡¡¡Una mujer dirigiendo esa murga!!! ¡Mamita! ¿Sabés qué nenes que eran? Y en la Agrupación había una banda… Pensá que todo nace con la convocatoria de Luciana y Maru, que estaban en Los Quitapenas. Después Luciana se transforma – para mí – en la dirigente más importante hasta hoy del movimiento murguero en la Capital. Yo no conocí a nadie que haya superado el laburo de Luciana. Un par de murgueras también con un trabajo importante son Carina de Envasados, Marta de Alucinados, Vanina de Los Chiflados y la Tana Lucía, hoy jurado. Aunque en rigor de verdad no quisiera olvidarme ni ser injusto con el esfuerzo de nadie: Diego Robacio, Diego Manzano, Analía Volada de Los Impacientes de Palermo, Facundo de Los Amantes, el Chino de Mataderos, Héctor “El Melli” de Los Viciosos, el querido Negro Fabián de Los Inolvidables… y así podría nombrar una banda de gente más que laburó un montón en la Agrupación. Creo que fácilmente podría hacer una lista de setenta personas que merecerían la mención.
- ¿Cuál fue el papel de M.U.R.G.A.S. en la Ordenanza que declara a las Agrupaciones de Carnaval Patrimonio Cultural, que fue la primera de una serie inédita de reglamentaciones de fomento de la actividad murguera en Capital Federal?
- M.U.R.G.A.S. tiene una importancia concreta en toda la relación que tiene el carnaval con el Estado. La Agrupación fue, y es hasta hoy, el nexo entre las murgas y el Estado. Tal vez, con más peso que la Comisión de Carnaval. En mi opinión personal, el Estado cometió un error (para ellos) al declarar patrimonio cultural a las agrupaciones de carnaval. En ese momento nosotros hacíamos marchas por el feriado y algunos funcionarios se hicieron los copados. Dijeron: “Bueno, loco. Los declaramos patrimonio de no se qué y ya está. ¡No jodan más!’ Esas movidas eran bien de funcionario pero lo que hicieron fue oficializar, blanquear y reconocer a las murgas y su actividad. Nunca más nos pudieron cerrar la puerta y nos metimos hasta tener oficina en el Teatro San Martín. ¡Nosotros! ¡Los murgueros! Tipos como yo que, como murguero, fui tratado tantas veces, con toda la razón, como un cabeza, como un grasa. Esta lucha con estos resultados, era consecuencia de la existencia de la Agrupación. Todo, todo eso salió de M.U.R.G.A.S. Yo en lo personal caminé todo este trayecto con un compromiso por la movida sin renuncia alguna. Me junté y conocí gente (directores de murga) con una capacidad de laburo, con un aguante para sortear dificultades y con una virtuosidad para no perder el objetivo de vista como nunca antes había visto y nunca más volví a ver. Los siete u ocho años que participé de la Agrupación son para mí los mejores años de mi vida relacionados con algo que tenga que ver con murga.
- ¿Y mientras tanto vos cómo te sentiste?
- Pagué el costo de la exposición y hasta me gané una banda de enemigos truchos. Me dejé de hablar con tipos que conocía desde que era pibe pero nada me importó. Yo estaba convencido de que esta vez íbamos a recuperar el carnaval. Y eran las murgas las que lo iban a manejar y no iban a ser nunca más manejadas. Hoy la murga está en todos lados. Hoy a la murga la analizan los antropólogos; la estudian los historiadores; la enseñan en las escuelas; arman teorías acerca de donde viene el bombo, qué quiere decir el murguero cuando baila… Yo me muero de risa… Pero, por otro lado, sé que eso está bueno y soy consciente de que son consecuencias de todo ese trabajo de la Agrupación y las marchas y los corsos y la gente que se sumaba; las murgas viejas que volvían a salir; los murgueros “retirados” que volvían atraídos por la explosión de murgas y de corsos. Y todo eso pasaba por la Agrupación. Poníamos murgas en los diarios, en todos los barrios, todos los domingos en los festivales de las plazas…
- ¿Cuál te parece que es el legado histórico de la Agrupación y por qué cuestiones crees que va a ser recordada en el futuro? ¿Pensás que algunas cosas podrían haberse hecho de otra manera?
- Bueno, no sé. Podría hablar horas y horas de M.U.R.G.A.S. Podría nombrar hasta el cansancio hechos fundamentales para las murgas generados en el seno de la Agrupación. Aun así, como entidad tuvo muchos errores y un montón de cosas que seguramente se manejaron mal y se hicieron mal pero que me perdonen: Ese laburo se lo dejo a los críticos, que en este ambiente abundan, como en todos. Sobre la Agrupación M.U.R.G.A.S. nunca voy a decir más nada que lo que significó para mí. Y, para mí, M.U.R.G.A.S. significa LOGRO. Cuando veo el carnaval y cuando veo el movimiento murguero siento que lo logramos; que los que nos rompimos el culo laburando allá por los años 96, 97 saben de qué hablo. Porque yo te garantizo y lo discuto con quien sea que antes de la Agrupación, el murguero, el carnaval y las murgas no tenían nada.
- ¿Y hoy en día, Tavi?
- Hoy ya no participo de M.U.R.G.A.S. Estoy retirado de la "política". Creo que, por un lado, cumplí un ciclo y, por el otro, me consumió la exposición. Vuelvo a los enemigos truchos porque tengo una anécdota que me pasó y fue la primera vez que pensé que mi laburo en M.U.R.G.A.S. ya estaba hecho: Una vez en una plaza, viendo murgas en un festival, me acerqué a unos pibes que estaban hablando. Tendrían unos dieciocho, veinte años; no los conocía pero estaban medio en pedo y hablaban medio fuerte. Bueh… Estaban hablando de “Tavi”. ¡Pero hablaban pestes de mí! ¡Ja ja ja! ¡Cómo si me conocieran de verdad! Pero lo loco es que uno se dio vuelta y me empezó a hablar a mí! ‘Porque Tavi es un hijo de puta que se chorea la guita de la Agrupación; que acomoda los resultados de la evaluación.’ ¡Me lo decía a mí! ¡Nunca supo que yo era Tavi! ¡Pero me odiaba” ¡Ja ja ja! Yo le seguía la corriente. Le decía: ‘Sí, ese Tavi es un hijo de puta” y me moría de risa. Pero después, pensándolo bien, tomé real conciencia de la bola de nieve que era en ese momento ser presidente de M.U.R.G.A.S. y me aparté un poco (bastante) de la Agrupación. Hoy todavía sigo escuchando a tipos criticándome o hablando mal de la Agrupación y ni me conocen ni saben qué pienso, ni estaban en la Agrupación. Y eso sí que desgasta y cansa más que cualquier laburo que yo haya hecho para las murgas y el carnaval.
- Empecé a salir en Los Cometas de Boedo cuando tenía diez, once años, a escondidas. Con un pantalón y una remerita.
-¿La murga en tu caso es algo que viene de familia o viene con tu identidad barrial? ¿Cómo te fuiste haciendo murguero?
-Mis viejos no querían saber nada y mi familia “cero murga”. Nos escapábamos con los pibes de mi cuadra – el pasaje Cabot – a los ensayos y al corso de Boedo y al Nilo. Y nos quedábamos viendo murgas como embobados. Queríamos estar ahí adentro. Cuando llegaban Los Cometas tomábamos valor porque era la murga del barrio y nos colábamos en el desfile, o mangábamos una bandera y desfilábamos. Después ya más grandecito empezamos a chorear. ¡Ja ja ja ja! Nos metíamos en los baldíos con un martillo y sacábamos las cañerías y vendíamos el plomo. Ibamos con el changuito de hacer las compras casa por casa diciendo que éramos de la Cooperadora del Bernasconi y pedíamos diarios. Obvio que nadie de nosotros estudiaba ahí pero usábamos el nombre para pedir diarios y juntar unos mangos…
- ¡Ja ja ja!
- También pedíamos "prestadas " las manitos de las puertas (esas que cumplían la función del timbre) que eran de bronce y las vendíamos al lado del mercado de Inclán. Nos quedábamos con las tapitas de Obras Sanitarias que estaban en la vereda y las tapas de luz de las paredes. Bueh, con esto pagamos nuestras primeras levitas. Los apliques no los pagábamos… Ibamos a la casa La Mota y La Valenciana y te mostraban unas carpetas re-grandes llenas de apliques….. Y bueeeeeeeehhh……. Pequeños murgueros delincuentes. ¡Ja ja ja ja! Esos son mis recuerdos de murguero niño.
- Pavada de recuerdos. Estás retratando toda una época. ¿Siempre fuiste Cometa o tenés alguna otra pertenencia murguera anterior o simultánea?
- Yo creo que eso tiene que ver con la identidad barrial… ¡Soy de Boedo hasta la uña del dedito del pie! ¡Soy de un barrio donde estaba el corso de Boedo, uno de los corsos más picantes de la ciudad! El corso de Boedo se sigue haciendo y sigue siendo uno de los corsos más importantes de Capital. Acá me gustaría destacar la organización de este corso actualmente en manos de Los Chiflados.(10) ¡Todas las murgas querían desfilar en Boedo y eso que se armaba cada bondi que ni te cuento! A una cuadra tenías el Nilo. ¿Sabés, Pupita, lo que era salir en el Nilo? A mí la murga me atraía. ¿Viste cuando lees una nota a un futbolista y el tipo dice que vivía con la pelota, qué dormía con la pelota? Bueh, para mí la pelota era mi levita. ¡Y los que conocen mi levita saben de mi sentimiento por esa la prenda! ¡La amo!
- ¿Cómo se transmite esa identidad, esa pertenencia – especialmente a los más jóvenes, a los chicos – en estos tiempos en los que todo es tan fugaz, donde las relaciones entre las personas son tan frágiles, tan esquivas?
- Los viejitos de Los Cometas bajamos esta línea a los más pibes: ¡YO NO SOY MURGUERO! ¡SOY COMETA! Nuestra historia, te digo que pasa casi por el fanatismo y esto lo digo porque tuvimos la idea de sacar otra murga, Los Fantoches como ya conté, y no te puedo explicar lo que padecí. Yo, si Los Cometas no salen, no salgo en otra murga… No sé… No podría… No sería mi lugar…
- Entonces prefiero preguntarte así: ¿Qué es ser Cometa? ¿Cómo definirías ser Cometa desde lo identitario?
- Cuando alguien le pregunta a un murguero: ‘¿Qué es la murga para vos?’, el genio dice: ‘Es un sentimiento.” ¡Ja ja ja ja! ¿De qué sentimiento habla? La murga es TU murga; ese es el sentimiento; el mismo que tenés, por tu club, el mismo que sentís por tu barrio. ¡La camiseta no se cambia! Por eso no soy murguero. Por eso soy Cometa. Si no sería como ser cuervo o futbolero. A mí el fútbol me encanta, lo amo. ¡Pero SOY CUERVO, no futbolero! ¡Ja ja ja ja!
- En la murga de cuando eras niño o adolescente, ¿recordás la participación de mujeres? ¿Solamente cosiendo los trajes o haciendo qué cosas?
- En Los Cometas, desde que yo participo, las murgueras siempre estuvieron (¿¿¿Por qué te crees que me hice murguero???) con participación a la par de cualquier murguero. Acá lo que nunca hicieron fue tocar el bombo… ¡Después… hicieron de todo, después! ¡Mi traje me lo coso yo! Bueh, alguna vez me ayudan…
- ¿Según tu opinión, uno nace o se hace murguero, entonces?
- Yo creo que las dos cosas: murguero se hace y se nace. Yo fui haciéndome murguero porque hice toda la “carrera”. Pero, ojo, que también se nace murguero. ¡Mi hijo nació en octubre y en febrero salió! Así que mirándolo por ese lado también se nace, ¿no?
- ¿Cómo se llama tu hijo? ¿Tenés algún otro familiar murguero?
- El se llama Nicolás (Nico) y es el amor de mi vida: gran bailarín, mejor bombista… ¡Pero habla hasta por los codos! No tengo más hijos. Y también sale mi señora, Irene. Hace un año que estoy en pareja y ella también es directora de murgueras. No tengo otros familiares en la murga ahora pero en otro momento salió una sobrina y ahora estoy tratando de que salga un sobrino.
- ¿Siempre hiciste escenario o empezaste haciendo otra cosa: bailar, tocar el bombo? ¿Desde cuándo escribís glosas y canciones? ¿Qué te inspira? ¿Tenés alguna favorita? ¿Tuviste algún maestro o maestros, alguien a quien recuerdes que te dejó algo o que te haya servido de inspiración?
- Hice fila una banda de años. Después pasé a bailar entre los bombos, que era algo así como un lugar privilegiado donde bailaban sólo bailarines destacados, algo así como un paso antes de ser Director. Cuando tenía catorce, quince años, con otros pibes rompíamos las bolas para ir a bailar ahí. ¡Nos creíamos fenómenos! El Dire que teníamos nos dejó durante un corso para probar y nos tocó el corso de Lomas. ¡Ocho cuadras ida y vuelta!
- ¡Uy Dios!
- ¡Bailábamos entre murgueros grandes que no te puedo explicar lo que eran! A las tres cuadras no podíamos mover un dedo y los "viejitos” seguían como si nada… Obviamente, volvimos a la fila y no rompimos más las bolas por un tiempo, ja ja ja. La verdad es que no sé qué tiene de gracioso pero yo me acuerdo la vergüenza que nos dio y hoy me cago de risa.
- Ustedes participaron en el espectáculo escrito y dirigido por Enrique Molina, Centro Murga Buenos Aires, junto a Los Viciosos de Almagro y Los Reyes del Movimiento de Saavedra. ¿Pudieron mostrar la identidad Cometa allí? ¿Qué cosas te dejó la participación de tu murga en esa circunstancia y cómo fue trabajar con tu amigo de tanto tiempo, Quique Molina?
- Quique Molina para mí para mi fue un maestro, todavía lo es y lo va a seguir siendo. El maestro, con su trabajo, te muestra todo, te enseña, te despierta, te anula, te potencia… Pero no te guía siempre por la verdad y por el camino acertado. No tiene siempre razón…
- Ahí coincido con vos en esa concepción del maestro. Pero es lo que lo hace realmente grande, ¿no?
- Claro, por eso Quique para mí es un gran maestro. No murguero, sino artístico y en la vida. Yo aprendí muchísimo y aprendo siempre con Quique. La vida me bendijo con esa posibilidad. Aprendo lo que es trabajar, buscar artísticamente algo, acertar y también errarle. Para lograr algo también tenés que saber lo que no tenés que hacer. A mí, Quique me enseñó todo. Yo con él vi todo, descubrí todo: grandes trabajos y patinadas groseras. Quique es humano; yo también. Y los trabajos que hicimos juntos, los humanizamos, son viscerales. Con Quique no sé si somos amigos. Yo te puedo jurar que lo siento como mi amigo y con eso a mí me alcanza y me sobra: Lo quiero y punto. Después de ahí, que cada una diga lo que quiera. A mí ni me va ni me viene. Yo camino solo por la calle y no le debo nada a nadie. Así que me pueden criticar tranquilo. De Centro Murga Buenos Aires te voy a decir sólo algunas cosas: Primero, un placer enorme trabajar con Los Reyes y Los Viciosos, ¡¡¡murgones de verdad!!! Sin chamuyos, sin vueltas. Te pueden gustar más o menos, los podés criticar, les podés sacar manos o contar las costillas, pero son murgas que las tiras arriba de un escenario y te hacen todo; te solucionan todo. Los tipos saben para qué están ahí arriba y saben lo que tienen que hacer. ¡Son un producto artístico! Acá los murgueros hablan mucho, ¿pero cuándo actúan? ¡Papá, parate en un escenario y fijate cuanta gente fue a verte y qué tenés para decirles y si te va bien con eso podés hablar! El murguero usa inconscientemente un arma que lo confunde en este sentido: se cree que el público del corso es de él; que lo va a ver a él. Pero eso es el ámbito, es el contexto. Cuando a la murga la sacás del contexto del corso y la ponés en un ámbito distinto sufre consecuencias y al murguero no le gusta porque deja de ser el fenómeno que se cree que es y pone a consideración del público su trabajo. Por Los Reyes y Los Viciosos yo pago una entrada. Trabajar con ese tipo de murgas para mí fue un lujo. Después si el espectáculo fue bueno o malo no me corresponde decirlo a mí. Yo no soy público de Centro Murga Buenos Aires y esa opinión la da el público. Ya que hablamos de esto, también quiero dejar una idea para la gilada. Yo me cansé de escuchar a tipos opinar de Pantera y de Tavi. Esos tipos que viven del chamuyo y hablan por hablar. Yo con Pantera puedo tener mil diferencias; podemos pensar y actuar distinto en mil ocasiones pero entendemos el juego y sabemos cómo se juega. Y nosotros subimos arriba de un escenario y somos Directores de murga. Tiramos lo nuestro y competimos. Nosotros sabemos que si hacemos eso armamos un buen espectáculo. (Y esto lo digo porque siento que hay un par que no me conocen y hablan de mí como si supieran como pienso.) Hay mucha gente que piensa distinto y yo pienso distinto a mucha gente pero eso a mí no me separa de nadie. Yo no divido y cuando tengo oportunidad de demostrarlo, lo hago. Pero para eso me tengo que encontrar con un tipo como Pantera, que sabe lo que es tener códigos y sabe con errores más o menos jugar este juego y para mí Centro Murga Buenos Aires fue también eso.
- No, claro que no siempre hice escenario. Pero el tema del escenario es con lo que más trabajo y lo que más me gusta. Yo hice toda la carrera y también en Los Fantoches de San Cristóbal y en Los Cometas – aunque aquí muy poco – salí de bombista. O sea: bailarín, cantor, presentador, bombista… De todo un poco. Pero yo soy presentador. ¡Ese es mi lugar! Lo que pasa es que para ser Director, yo creo que tenés que tener un conocimiento de todo, porque no sos Director de "algo" (llámese bombo, baile o coros). Sos Director de murga y eso lleva mucho laburo y tenés que tener un conocimiento teórico pero no podés tocar de oído. Tenés que haber tocado un bombo si después querés bajarle línea a un bombista.
- Se dice que una de las innovaciones que impusieron Los Cometas es la introducción del redoblante en la percusión. ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Hubo críticas? ¿Qué crees que le agrega el redoblante al sonido de la murga? ¿Qué debe tener una murga para sonar como murga?
- Tenés razón. Lo del redoblante fue siempre un tema para esta murga – y en su momento para todas en general – y con el tiempo sirvió para abrir muchas discusiones y debates. Cuando Los Cometas incorporaron un redoblante (no nos ponemos de acuerdo nosotros cuando fue) lo pusieron como un arma para poder desfilar. ¿Por qué digo esto? Es simple: En las décadas del 50 y del 60, las murgas normalmente tenían entre cincuenta y ochenta integrantes. Tenías las agrupaciones de La Boca, por ejemplo, que eran mucho más grandes pero el ambiente murguero no las consideraba mucho murgas. En el ambiente de murga, hablar de una murga grande era hablar de cien personas. Entonces, un desfile no era muy complicado de armar. Hay un dato que es importante también. En los barrios murgueros había dos o tres murgas; entonces se repartían la gente. En el triángulo de Almagro, el Abasto y Palermo había mucha gente que salía en un momento en un barrio y después pasaba a otro. En Boedo eso no se daba. ¿Cuántas murgas de Palermo conocemos en la historia? En Boedo en setenta años de historia podemos hablar de los Dandys (11) y Los Cometas. (Obviamente, en estos últimos diez años la historia cambió, ¡y hoy hay más murgas en Boedo, menos mal, porque si no serían todos Cometas y yo ya estaría muerto, ja ja ja ja! Bueno… ¿Qué quiero decir con todo esto? Que los Cometas siempre fueron una murga muy grande, llegando a veces a más de trescientos en sus mejores momentos. Por esto mismo, los Cometas salen a la cancha con un desfile muy particular que es considerado por los murgueros como un desfile medio comparsero y ponen redoblante, que le da un toque y un sentido de marcha, todo para que esa cantidad de gente desfile mínimamente ordenada. Pero… ¿Qué pasa? Al ser los Cometas una murga muy rara para la época, es mirada muy de costado. Durante mucho tiempo no fue considerada una murga. Pero acá hay una cuestión que muchísimos años después derivé en el famoso debate de la definición de lo que es murga. La murga tiene que tener una marcha en la rítmica, un pulso. Yo creo que en la rítmica es donde más complicado es discutir quien toca murga y quien no. Lo que sí puedo decir es que hay muchos que dicen que hacen murga pero tocan otra cosa, pero no porque a mí no me suene a murga sino porque hay ritmos como el candombe y el samba o batucada que tienen identidad propia. Y si vos tocás samba, tocás samba. Los Cometas son una murga tradicional; se basan y trabajan en función de su tradición, pero no son una murga conservadora. Hay gente que piensa que ser tradicional es ser viejo, caduco, es hacer treinta años lo mismo… Y yo digo que eso no es ser tradicional, eso es ser conservador y del malo. Los Cometas renuevan todo lo que pueden y siempre, pero tienen la virtuosidad de mantener la esencia y la raíz del género. Muchos innovan, innovan, innovan… ¡Y terminan tocando… samba! . ¡¡¡Y este es un re-tema, eh!!!
- ¿Cuál es la razón de que el desfile del grueso de las bailarinas mujeres sea distinto al de los varones? ¿O es simplemente también parte de la estética Cometa? ¿Tiene que ver con que la mujer se incorporó masivamente hace relativamente poco tiempo a la actividad murguera?
- Yo no sé si hay tanta diferencia entre el desfile de las murgueras y los murgueros. Por ahí tienen una cuestión de algunos pasos y alguna coreografía distinta, pero creo que las murgueras y los murgueros en baile están muy parejos. Sí, hacemos mucho hincapié en la estética fememina y la estética masculina y eso para mí enriquece. Las murgueras se visten de murgueras y la pilcha te obliga de alguna manera a moverte en una forma mas “femenina": el mismo salto se ve distinto para quien lo hace en pollera o lo hace en pantalón. Pero el salto es el mismo. Nosotros no queremos mujeres vestidas de hombres ¡¡¡y tampoco les ponemos pollerita a los pibes!!! ¡¡¡Ja ja ja ja!!! Esto esta dicho en este sentido.
- He visto - no creo habérmela imaginado - una redoblantista o bombista niña el otro día en la actuación de Parque Centenario, ¿es así no? ¿Las mujeres Cometas en general no se plantean ser parte de la percusión? ¿Cuál es tu pensamiento sobre esto?
- Hay algunas que se están animando con el tema de la percusión y eso está muy bueno. No es común en esta murga y tal vez por eso no sea todavía algo que se dé mucho, pero no es nada más que eso.
-¿Cuánto es de importante para vos, para ustedes, lo que pasa arriba del escenario? Porque esto, el hecho de hacer escenario – glosas, canciones, críticas – es una de las características que diferencia a la murga de otras expresiones artísticas que se producen en el carnaval como, por ejemplo, la comparsa o algunos grupos de batucada o candombe. Para mí, no es casual que el enmudecimiento de los sectores populares durante muchos años sangrientos tuviera su correlato en el enmudecimiento de su expresión artística más genuina: la murga. Aunque me consta que los murgueros de tu generación (que es la generación de nexo, de enganche) defendieron a muerte el escenario como marca indeclinable del género.
- La importancia que yo le doy al escenario tiene en mí varios fundamentos: El primero es un comentario que hice una banda de veces. Yo, de chiquito, estaba enamorado del escenario de Los Viciosos. (12) No sé… Me llamaban la atención las imitaciones del Negro Ariel, el genio de la crítica Mingo Romano, unos bombistas increíbles… Me quedó grabado eso. Yo los vi cantando en el corso de Danel, "…Blanca y radiante va la novia…” y no me lo olvidé nunca más. Durante mucho tiempo pensé que la murga perfecta era el escenario Vicioso y el desfile Cometa.
- ¿Cómo sería esto?
– ¡Ojo! Los Cometas tenían muy buen escenario pero el desfile era imponente y por ahí se chupaba un poco al escenario, por lo menos en mi atención. Otra razón por la que le doy tanta bola al escenario es porque Los Cometas – y muchos más – durante los ochenta íbamos mucho a Provincia (13) y eran corsos de diez cuadras. ¡¡¡Y los tenías que hacer en cuatro minutos mientras en el escenario tocaba un grupo de cumbia!!! ¿Sabés lo que era eso? Deprimente…
-Fueron años terriblemente duros para la murga como género…
- Yo tengo muy presente esa época. Tal vez por eso defiendo lo que defiendo del carnaval "oficial". (14) Pero bueh… Lo real es que nosotros hacíamos muy poco escenario y yo me propuse recuperarlo., obviamente para Los Cometas. Y lo último es una realidad con mayúsculas. El escenario es LO MAS DIFICIL. ¡Ja ja ja ja! ¡¡¡Y a mí me gusta lo complicado como el dulce de leche!!! Y aparte me agarré el lugar más difícil del escenario: ¡¡¡El de presentador!!!
- Quizás sea porque de él o de ella dependen en gran parte la comunicación que se pueda establecer con el público. Es prácticamente la voz oficial de la murga…
- A ver… A ver… ¿Cuántos presentadores, pero presentadores buenos en serio, pero buenos hay? Muy pocos, ¿no? Debe ser porque es muy difícil, ¿no? Te tiro uno que me encanta: Marquitos, de Gambeteando. (15) Ese muchacho sabe lo que hace. Bueno, así que por todo eso, soy Director de escenario, un lugar con mucho compromiso y mucha responsabilidad porque, por un lado, sos el que elige la letra que se canta o se dice y eso es lo que canta o lo que dice cada murguero de Los Cometas. Y, por otro lado, lo que decís, también lo dicen Los Cometas y después se tienen que hacer cargo de lo que vos dijiste por el micrófono. Así que te imaginás los quilombos que tienen la mayoría por las cosas que puedo llegar a decir en público, ¿no ? ¡¡¡Ja ja ja ja!!! No… Todo bien… Dicen que me tienen fe.
- Pero, a su vez, vos también escribís…
- Sí, también escribo. Pero la verdad es que, en este grupo con el que trabajo hace ya casi diez años, tengo un material que es de oro. Primero, escribo mucho con el Abuelo (16), que es nuestro cantor de tangos: Un pibe que pasó los sesenta; tiene el pelo largo por la cintura; fue militante de La Gloriosa J.P. (17); le gusta el tango… Y los sábados nos vamos por ahí a ver banditas de rock. ¡No te rías! Bueno, pero la verdad es que el tipo tiene unas letras increíbles, es el más "poético". Y escribió cosas realmente difíciles de escribir. Después escriben el Negro Ramón y Fiestita, los directores de percusión. Ahí, en ellos dos está la letra del barrio, la letra de la esquina, de la cancha… Esa letra que en la murga siempre tiene que estar: la que apela al sentimiento, la que habla de los pibes, del arraigo y de los colores. Y, después, escribo algo yo, que intento dejar en una canción un mensaje, que hablo sobre un tema en particular y trato de que alguien entienda como piensan Los Cometas sobre algunas cuestiones. Nosotros presentamos espectáculos en invierno y ahí la temática de las letras se amplía y nos metemos de lleno a buscar lo que más nos gusta, con más tranquilidad. Después están los carnavales. Y ahí nos sujetamos al género y nos limitamos a lo que tenemos que presenta: Entrada, crítica y retirada. Se hace el mismo trabajo que para el invierno pero el carnaval es como más caótico.
- ¿Entonces cómo es la poética Cometa? ¿Qué expresa y cómo expresa?
-Nosotros tenemos la suerte de ser varios los letristas. Sin embargo, nos cuesta mucho hacer una crítica y quedarnos conformes. Figa, que es otro de los cantantes este año metió una muy buena. Por ejemplo para el espectáculo que presentamos en Glow este año, el Abuelo escribió algo que es algo muy difícil de escribir porque, para mí, las canciones no tienen que tener letra de relleno. Cada palabra, cada frase tiene que decir algo en especial. Pero, además, el Abuelo hizo esto pero contando una historia y logró una canción, en mi opinión, perfecta porque no tiene ni una palabra de relleno y nunca pierde el hilo de la historia, algo que de por sí es complicado. Bueno, esto es lo que escribió el Abuelo:
Las luces del corso en la avenida;
Se empuja pa’ mirar.
La murga ya pisa el escenario
Y se pregunta, al verse ensangrentado,
Se olvida la morocha y raja pa’l camión.
Llevando pa’ otro barrio
Esta letra para mí es muy importante. A mí como Director de Escenario, tener un letrista que logre una canción como esta me deja muy tranquilo. Esta es otra letra del Abuelo que ejemplifica nuestra concepción de lo poético. Es una glosa:
Señores, yo soy murguero
De los pies a la cabeza.
Cuando esta murga bien pulenta
Y aunque hoy tengo varios años
Mi alma es el estandarte
Aclaro que nadie de nosotros tiene una formación técnica. Tal vez, para alguno que sí la tiene, encuentre en esta y otras letras cosas que no están bien pero lo que me interesa a mí es dejar una muestra de lo que Los Cometas hacemos y que es lo que yo busco para el escenario de la murga.
- A mi me parece una muestra de cómo se nace poesía a partir de lo cotidiano, de la experiencia diaria y personal. Creo que una de las cosas que más energía le dan a la murga es ese contacto con la vivencia barrial pura.
- Dos letristas que son fundamentales para esta murga, de una forma distinta a la del Abuelo pero con la misma importancia son el Negro Ramón y Fiestita. Este es un ejemplo del Negro Ramón y su letra Cometa:
Calles de abundante empedrado
De lo que hablo
No es amor de verano;
En las mesas del fondo tarareando
De la cuna hasta la tumba voy girando
Yo siempre estoy… Soy así.
Este es el barrio de Boedo;
Este es el de mi viejo y mis abuelos;
Este es el que ahora mi hijo está recorriendo.
En sus paredes y su ancha avenida
Con el tiempo te sigue alentando;
Yo soy hijo del Nilo y Homero
- ¡Bueno, Tavi, precisamente! ¡Vaya elección! Estas estrofas condensan los ríos de tinta que se puedan escribir sobre la identidad, la pertenencia, la búsqueda de lo que uno es como parte de un colectivo…
- Y el mismo sentido, con la misma poética Fiestita – le decimos así porque es muy fiestero, ja ja ja ja – escribe esto:
Coro:
Los Cometas de Boedo
¡Ay que sería Boedo sin ti!
Coro
Es la murga más antigua
Todo esto para mí tiene que estar en el escenario de Los Cometas. Mirá, acá hay dos letristas indispensables para cualquier murga; las letras barriales, las que dibujan la esquina y el arraigo por la camiseta. Por último, están estas dos letras mías. La segunda de ellas es para mí lo mejor que escribí. Es un tango y está dedicado a Garrafa, un Director que murió hace ya algún tiempo. Esta va con una glosa y habla sobre el Paco.(17) Dice así:
Fuiste ruina en la noche
En un sexo sin pasión.
Perdió el camino del por qué ser.
Coro:
El forma parte de aquella banda;
Por la avenida del Riachuelo
Fuego en su jeta para bailar;
En una esquina del por qué ser.
Y desde abajo reaparecer.
Coro
Estribillo:
- Aquí yo barrunto una continuidad mito-poética muy porteña: «La calle popular hecha patio es su descripción, la consoladora posesión de lo elemental que les queda a los pobres: la magia servicial de los naipes, el trato humano, el organito con su habanera y su gringo, la espaciada frescura de la entonación, el discutidero eterno sin rumbo, los temas de la carne y la muerte». Lo escribe Borges sobre el libro ‘El alma del suburbio’ de Evaristo Carriego a principios del siglo XX. ¿Esta relevancia que aparece tan nítida en lo que expresás se da en los demás aspectos del arte Cometa? Es indudable que Los Cometas “han marcado tendencia” como se dice y son referencia ineludible para muchas de las murgas de la actualidad.
- Bueno, Pupita, esto para mí es muy importante porque, en general, Los Cometas trabajamos con esta idea como un patrón para dirigir la murga. Nosotros utilizamos todos los recursos que tenemos a mano, tanto en las letras como en el baile y en el ritmo. Estas letras son simplemente ejemplos. Son canciones nada más pero la misma idea y la misma estructura la usamos para una presentación o una retirada. ¿Esto qué quiere decir? Que para mí una canción de Los Cometas tiene que atender todo esto. No tiene que tener letra de relleno; tiene que tener mugre de barrio; tiene que ser poética y tiene que decir algo. Y si una canción no cumple con estas reglas, en mi escenario no se canta. Cada uno de estos letristas trae a la murga cinco o seis canciones por año y a lo mejor de veinticinco temas rescatamos uno. Lo mismo hace el Director de Baile con los pasos y el Director de Percusión con los ritmos y los cortes. Nosotros tenemos como idea no hacer lo que podemos sino hacer lo que queremos: esa es una manera de trabajar y sentirte un poco cómodo con tu trabajo y sentirte identificado con el resultado final. Esto es lo que son artísticamente Los Cometas, una murga que tiene mucha fe en su producto; que trabaja, no lo grueso, sino que le apunta al detalle y que pule al máximo cualquier cosa que haga.
- Lo que se nota es la concentración, la energía y la precisión que trasuntan todos Los Cometas, desde el primero hasta el último que va desfilando, por ejemplo. Parece cómo si les fuera la vida en cada salto o cada golpe. ¡Hasta los más pibitos! Verlo al Mono con los bailarines… Así es como siempre me pega a mí como público. Otros quizás encuentren distintos momentos en que esto es visible.
- Cualquiera que salga en Los Cometas tiene que saber primero que existen dos aplausos: el que te dan cuando terminás y el que te ganaste – ese que aparece en el medio de un baile, de una canción o de una demostración de percusión. Ese que nace antes de que termines, ese, te lo ganaste vos y acá para lo único que tiene que estar un integrante es para lograr eso porque si lo logra no se lo va olvidar más. Todo lo demás es pura paja para los mediocres. Si vos tenés una murga de doscientas personas, tenés doscientos motivos para que esas personas estén en una murga. ¿En la ciudad habrá ciento cincuenta murgas? Cada una tendrá un motivo para existir: algunas para hacer un trabajo social, sacar a los pibes de la calle; otras para usar un micrófono abierto y popular y bajar una linea político-partidaria o ideológica; otras todavía no saben para qué están… Los Cometas tardamos treinta años para desenroscar esta telaraña y sabemos lo que somos. ¡Y gracias a Dios no somos más que un producto artístico!
- Vos decís que para Los Cometas lo artístico es la prioridad. Sin embargo, ¿no te parece que también, aunque sea de rebote, hay una faceta ligada a lo social (aunque quizás no de manera intencional) o de integración de muchos chicos jóvenes que no tienen o a los que la sociedad ni el Estado les han dado otra forma de integrarse, de sentirse parte de un grupo, de hacer algo por ellos mismos? ¿No sentís que puede ser la única tabla de salvación que alguien les ha tirado en toda su vida?
- Es muy simple. Par mí es un tema de prioridad y consecuencia. Es obvio que vos al hacer murga estas haciendo muchas cosas; nosotros trabajamos la prioridad y atendemos la consecuencia. Todo es importante. Lo primero es actuar. Si en eso te va bien vos poder sostener la murga y vas a poder con tu función social y humana.
[1] Artículo de su autoría que puede consultarse en http:www.agrupacionmurgas.com: “Historia de la Murga Porteña”.
[2] Se refiere a Daniel Reyes, actual director del Centro Murga Los Reyes del Movimiento y referente murguero del barrio de Saavedra.
[3] El Centro Cultural Rector Ricardo Rojas dependiente de la Universidad de Buenos Aires.
[4] Año 1981. La letra originaria dice: “Mírala que linda viene / Mírala que linda va / La revolución boricua / Que no da ni un paso atrás. / Si tu pasas por mi casa / Y tu ves a mi mama, / Tú le dices que ya no me espere, / Que este movimiento / No da ni un paso atrás.” Y eso va pegado con “Qué bonita la bandera puertorriqueña / Más bonita se viera / Si los gringos no la tuvieran.” Ver: www.myspace.com/deboedovengo
[5] Como se denomina comúnmente a la categoría de Primera División “B” (en la actualidad "B Nacional"), segunda en importancia en el fútbol argentino luego de la Primera División “A”.
[6] Se les dice cuervos a los hinchas de San Lorenzo.
[7] Se refiere a la última de las dictaduras militares en la Argentina (1976-1983) que implanta el quiebre del modelo económico dominante desde 1930 e instaura el terrorismo de estado a escala nunca antes vista en nuestro país.
[8] Alude aquí al film documental de Pedro Fernández Moujan: Murgas y Murgueros (2003) y al programa de televisión Ser Urbano conducido por Gastón Pauls.
[9] En referencia a una clasificación surgida al calor de la implementación de los talleres de murga en el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas a cargo de Coco Romero.
[10] Hace alusión al Centro Murga Los Chiflados de Boedo. ^
[12] Se refiere al Centro Murga Los Viciosos de Almagro. Ver reportaje a Héctor y a Osvaldo Cicero (Los Mellis) en http://sostenganquenacemos.blogspot.com/2007_08_27_archive.html
[13] Alude aquí a los corsos organizados en el conurbano bonaerense por personas o conjuntos de personas sin la intervención del Estado.
[14] En referencia al Programa Carnaval Porteño.
[15] Centro Murga Gambeteando el Empedrado
[16] Hace referencia a Jesús González
[17] Siglas de la Juventud Peronista de amplia convocatoria en la República Argentina en los años sesenta y principios de los setenta.
[18] A un peso el gramo, el paco se convirtió en la droga más barata y destructiva en las barriadas humildes del Gran Buenos Aires y algunas villas de la Capital. Se llama así en referencia a la 'Pasta base de Cocaína', pero en realidad se trata sólo de una variante de la pasta base, la más peligrosa y mortal. A diferencia del clorhidrato de cocaína, que necesita un laboratorio con cierta infraestructura para su producción, el paco se elabora en cualquier piecita de barrio, con instrumentos caseros y unas pocas instrucciones.
Referencia: http://www.argenpress.info/notaold.asp?num=018916