domingo, octubre 19, 2008



Historias de Buenos Aires: BORGES Y PUENTE ALSINA


Borges ama los puentes. Le gusta ser argentino. Le gusta quedarse como si partiera; partir como si se quedara. En todos los viajes, él busca a Buenos Aires como el pájaro su nido y como el perro su cucha. En Estados Unidos, en Inglaterra, en España, se reencuentra con su país.
Durante años nos hemos paseado por uno de los lugares más sucios y lóbregos de Buenos Aires: el puente Alsina. Caminábamos por las calles llenas de barro y de piedras. Allí llevábamos a escritores amigos que venían de Europa o de Norteamérica, y hasta a argentinos a los que también queríamos. No había nada en el mundo como ese puente. A veces, por el camino, una vez cruzado el puente, como en una especie de sueño, encontrábamos caballos, vacas perdidas, como en el campo más lejano.
- Aquí tienen el puente Alsina - decía Borges cuando nos acercábamos a los escombros, la basura, la pestilencia del agua.
Entonces Borges se regocijaba, pensando que nuestro huésped también se alegraría.


Imágenes de Borges
Silvina Ocampo
Escrito originalmente en francés para Cahier de L'Herne Borges, 1964.




"... Entre otras muchas cosas [Bioy] nos contó cómo Borges y él recorrían media ciudad hablando de la literatura en todas sus vertientes, un tema en el que abundaban los chismes más suculentos sobre algunos de los personajes que se dedicaban a escribir más o menos profesionalmente en la ciudad de Buenos Aires. Bioy y Borges solían caminar a paso vivo y sin detenerse en nada hasta llegar a un viejo puente en Valentín Alsina. Desde allí, casi de forma automática, sin siquiera prestar atención al lugar donde los habían llevado sus pasos, pegaban la vuelta hasta sus respectivos domicilios. Una periodista francesa se enteró por medio de Silvina Ocampo de aquellas misteriosas caminatas nocturnas y, convencida de que el lugar tendría algo muy especial para acaparar el interés de esos dos talentos literarios, decidió acompañarlos en uno de aquellos paseos. La desilusión de la periodista fue enorme: ni el puente ni su entorno mostraban nada digno de mención. Tampoco Borges ni Bioy se detuvieron a explicarle que el encanto de esos periplos estaba en el camino a recorrer, no en la desangelada meta..."

Fuente: apunte.blog.com




Buenos Aires por los caminos de Borges
Por Martín Zubieta


Borges inventó una ciudad que ya no existe, pero que todavía se puede sospechar. A veces a pie, otras a través de la poesía. Tal vez esa Buenos Aires sólo forme parte de un mundo al que se puede acceder a partir de metáforas o sueños -sus sueños-, afortunadamente irreales. Pero la ciudad está allí.

Yo soy un hombre viejo ya. Insisto en que soy un hombre del siglo XIX… Antes recorría todo Buenos Aires, del centro solía ir hasta Saavedra, a Chacarita, hasta Barracas, hasta Puente Alsina, hasta el lado de Boedo. Todo esto me está vedado ahora, ya que no puedo ni cruzar la calle sin que me ayude alguien"


Jorge Luis Borges, julio de 1977.




Encerrada entre oscuridades, silencios y milongas, Buenos Aires siempre aparece y acaso hasta sea posible pensar qué hubiese sucedido de una y otro si el encuentro entre ambos no se hubiera producido jamás. No serían ni mejores ni peores, simplemente distintos. Las orillas porteñas se hubiesen transformado nada más que en los límites móviles y difusos de una población que se extendía, y el Maldonado sólo en un arroyo oculto bajo el pavimento idéntico de una avenida infinita. Probablemente no exista nada más porteño que un hombre que nace en pleno centro de Buenos Aires, exactamente en Tucumán 840, entre Suipacha y Esmeralda (zona conocida entonces como Parroquia de San Nicolás), en un tiempo ya casi imposible de imaginar, el 24 de agosto de 1899. Esa primera casa, de techos bajos y con un aljibe en el patio, no demasiado alejada de los prostíbulos de la calle Viamonte -que se llamaba Calle del Temple-, funciona como un pretexto al que Borges siempre regresa (por ejemplo en el poema Buenos Aires 1899) para recordar "la vaga astronomía del niño" y también conjeturar esa Buenos Aires incipiente. Las metamórfosis del tiempo crean un nuevo distrito con lo real y lo literario, que únicamente parece existir -verosímil y concreto- en las páginas y en la biografía de Borges, hacedor de esa vieja ciudad que muta de manera inexorable, pero de cuya existencia dan fe las hemerotecas, los antiguos mapas catastrales, las fotografías y la escritura.
La revelación de Palermo


Una manzana entera pero en mitá del campo

Expuesta a las auroras y lluvias suestadas.

La manzana pareja que persiste en mi barrio:
Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga.

Fundación Mítica de Buenos Aires




Cuando la familia Borges regresa de Europa en 1921, se instala en una casa ubicada en Serrano 2147, zona de Palermo que se conocía por el nombre de Villa Alvear y a la que se podría circunscribir entra las actuales Scalabrini Ortíz, Córdoba, Juan B. Justo y Nicaragua. Borges, detrás de la balaustrada que lo separaba de la calle, verdadero territorio del barrio "reo", comienza a descubrir los confines de las afueras y a esbozar todo un catálogo de "mitología barrial" de guapos, orilleros, esquinas y rincones, indispensables para dar con los pasos de un suburbio que se perdía y de una ciudad que estiraba sus dominios por sobre la llanura. Al mismo tiempo, los intereses de Borges son cada vez más cosmopolitas y sus placeres literarios y filosóficos, fomentados por la bien poblada biblioteca paterna, incluyen las más insólitas latitudes del Universo. Pero la influencia de Macedonio Fernández o Evaristo Carriego, amigos de la casa y habituales participantes de las tertulias familiares, estimulaban su redescubrimiento. David Viñas, novelista, ensayista e historiador de la literatura argentina, dice:
"El retorno lo relaciona directamente con el suburbio y la vuelta al pago es la búsqueda de la identidad. Borges tiene una actitud opuesta a la de Leopoldo Lugones, que habla desde la torre de marfil. Es un panóptico. Borges ve a la ciudad desde el sótano, desde abajo y propone una versión no historicista, no lineal, fragmentaria, incluso arbitraria. A partir de Carriego se produce el descubrimiento del barrio, de la ciudad parcelada, antagónica a la ciudad total que propone Lugones con toda esa grandiosidad retórica. Tan recortada es la mirada que no habla del país; ciudad, Buenos Aires, Fervor de Buenos Aires; manzana, Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga".A fin de cuentas, Palermo, a quien el payador Luis García, amigo del "borgeano" Nicanor Paredes, llamaba "el barrio del cuchillo". Hoy la calle Serrano, entre Santa Fe y Honduras, responde al nombre de "Jorge Luis Borges", pese a la opinión del propio homenajeado, empeñado simplemente en morir:
"Yo preferiría que una vez muerto nadie se acordara de mí, sería horrible pensar que algún día habrá una calle que se llame Jorge Luis Borges, yo no quiero una calle, yo quiero dejar de haber sido Borges, quiero que Borges sea olvidado…".




El hacedor


Distanciado de las vehemencias de la juventud, Borges también se aleja físicamente del barrio para vivir, entre otros sitios, por más de cuatro décadas en Maipú 994. Sus tareas lo llevarían de la pequeña biblioteca Miguel Cané, en Almagro -Carlos Calvo 4319-, a la vieja Biblioteca Nacional, México 546, de la que la Revolución Libertadora lo hizo director (Borges era un antiperonista militante). La ciudad no se desvaneció. Cuenta Carlos Alberto Zito en su libro El Buenos Aires de Borges, que las caminatas lo conducían hasta los confines del Maldonado, por el Bajo Belgrano, por la Chacarita, San Cristóbal o Villa Crespo. También por San Telmo o Montserrat. Zito, además, menciona una anécdota referida por Adolfo Bioy Casares: Borges, sensible con el paisaje de Puente Alsina, invitaba allí a sus amigos extranjeros. A aquel que disfrutaba de la desolada geografía, Borges lo tenía "en la más alta estima, como si se hubiera graduado en una materia en la que nosotros lo examinábamos".
Biografía y literatura convergen muchas veces en el espacio cartográfico e ideal de la ciudad. En Fervor de Buenos Aires, su primer libro, desde el prólogo tardíamente escrito, el propio Borges advierte que "en aquel tiempo buscaba los atardeceres, los arrabales y la desdicha; ahora las mañanas, el centro y la serenidad". Uno de sus cuentos paradigmáticos, Hombre de la esquina rosada, sitúa la tragedia entre Francisco Real -el "Corralero"-, la Lujanera y Rosendo Juárez -el "Pegador- ("era de los que pisaban fuerte en Santa Rita"), en el salón de Julia, "un galpón de chapas de zinc, entre el camino de Gauna y el Maldonado"; Juan Dalhmann, en El sur, ("nadie ignora que el sur empieza del otro lado de Rivadavia"), que era secretario de una biblioteca municipal de la calle Córdoba allá por 1939, toma un café en un bar de la calle Brasil y se sube a un tren en Constitución rumbo a la llanura, con destino al duelo que lo mataría; El Aleph, misterioso, está en el sótano de una casa de la calle Garay ("…vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph desde todos los puntos…vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo"); en El Zahir un Borges/personaje, en primera persona confiesa estar enamorado de Teodelina Villar, mujer "que cometió el solecismo de morir en pleno barrio sur", a pesar de vivir en la calle Araoz, y en la esquina de Chile y Tacuarí, mientras tres sujetos juegan al truco en un almacén, toma una caña: con el vuelto recibe el Zahir, la extraña moneda; así, mientras en Balvanera alguien deja caer "el nombre de un tal Jacinto Chiclana", un vendedor de biblias tocas la puerta casi secreta de un departamento de la calle Belgrano nada más que para ofrecer El libro de arena. Filosofía, literatura y arrabal son casi lo mismo.
Explica el investigador y novelista (El frutero de los ojos radiantes, La cátedra) Nicolás Casullo:
"Borges construye el mito de la ciudad moderna, la arma, la inventa como pura narración. Sería absurdo discutir si el Buenos Aires de la inmigración, de los arrabales, del criollo que desaparece, del compadrito o del tango en los suburbios fue o no así. Es lo que constituye Borges y allí aparece la literatura, construyéndonos y formándonos un pasado. Buenos Aires, a partir de Borges, tiene ese momento fundacional, donde ya ha quedado atrás todo el acontecer de la constitución nacional, la guerra intestina, el siglo XIX, y surge claramente esta ciudad, que luego se va a transformar en nuestra Buenos Aires. Borges nos plantea la escena mítica de cómo nace y se genera el dolor y la pasión por Buenos Aires".




PUENTE ALSINA (1926)
Letra de Benjamín Tagle Lara
Música de Benjamín Tagle Lara
José Gobello: Conversando tangos. Buenos Aires: A. Peña Lillo Editor, 1976.

Los tangueros Tagle Lara fueron dos hermanos: Benjamín, el mayor, y Alfonso, el menor. Benjamín es el autor de Zaraza, de Una tarde, de Trapo Viejo y de Puente Alsina. Este bellísimo tango, Puente Alsina, fue estrenado y grabado por Rosita Quiroga en el año 1927. Como lo que grababa Rosita no podía grabarlo Gardel, y viceversa, nos hemos perdido lo que podemos presumir que habría sido una interpretación para la historia. Pero no se puede tener todo y teniendo la de Rosita ya se tiene bastante.
Cuando estrenó Puente Alsina, Rosita Quiroga no había estado nunca en Puente Alsina. Tagle Lara, aunque era de San Telmo, conocía, en cambio, aquella barriada. Pero, ¿qué puente había cruzado don Benjamín? Porque hubo varios. Homero Manzi también canto al viejo puente, precisamente en la Milonga de Puente Alsina, que lleva música de Sebastián Piana y cuya letra firmó el autor de Sur en colaboración con un tal Julián Barrientos. Ese tal Barrientos era Arturo Jauretche. El belicoso Jauretche había publicado, en 1933, su poema El Paso de los Libres, con prólogo de Jorge Luis Borges. El poema simulaba un relato en verso hecho por el paisano Julián Barrientos. Y ese Julián Barrientos, o Arturo Jauretche, que los dos eran uno -no como los Tagle Lara, que eran realmente dos- fue el que ayudó a Manzi a escribir aquello de
Puente Alsina, puente viejo,
Viendo qu'estás liquidado
Quiero atar a mi encordado
Tu pasado y mi cantar.
Esa milonga es de 1935, y el nuevo puente, el actual, que se llama "José Félix Uriburu", fue inaugurado en 1938. Y bien: el puente de 1935 era el mismo de 1927, cantado por Tagle Lara. El primero de todos lo había construido la iniciativa privada personificada por el comerciante español Enrique Ochoa, exportador de tasajo a Cuba y al Brasil. Ochoa propuso al gobernador Valentín Alsina construir un puente en el Paso de Burgos, y el gobernador aceptó. Eso ocurrió en 1857, pero ese mismo año una creciente se llevó la construcción. Otro tanto ocurrió más tarde con el nuevo puente que el mismo Ochoa hizo construir, sobre planos de Carlos E. Pellegrini. El tercero, de madera, fue levantado en 1859. Ese es el que evoca la milonga de Manzi, Jauretche y Piana:
Se va el barrio que ha crecido
Junto a tus viejos horcones
Con la fe de los varones
Que labró tu tradición.
Duró hasta 1910 y ese año fue reemplazado por otro, de hierro, que persistió, a su vez, hasta 1938, como
la marca que en la frente
Al progreso lo ha dejado
El suburbio rebelado
Que a su paso sucumbió.
Este tango fabuloso de Benjamín Tagle Lara es una elegía doliente al barrio que se va. Pienso en Rodrigo Caro:
Sólo quedan memorias funerales
Dónde erraron ya sombras de alto ejemplo;
Este llano fue plaza, allí fue templo:
De todo apenas quedan las señales.
Pero no es el tiempo cruel con su buril que carcome y hay que morir, como diría Ivo Pelay, el que ha hecho el estrago. Lo ha hecho el progreso, con su famosa piqueta y también, es claro, con los impuestos municipales, siempre un poco más altos:
Borró el asfaltado, de una manotada
La vieja barriada que me vio nacer.
Los poetas, y más si son suburbanos, se quejan siempre del progreso, aunque, si echan buena y hacen dinero, no desperdician ninguno de sus beneficios. A esos beneficios del progreso hay que agregar, sin duda, la inspiración de tangos como Puente Alsina.
1. Benjamín Tagle Lara nació el 22 de junio de 1892 y murió el 9 denoviembre de 1933.
2. Arturo M. Jauretche. El Paso de los Libres. Relato gaucho de la última revolución radical (Diciembre de 1933) dicho en verso por el paisano JULIAN BARRIENTOS, que anduvo en ella. Buenos Aires, Editorial "La Boina Blanca", s .f. En el prólogo -fechado en Salto Oriental, el 22 de noviembre de 1934- de este libro, decía Borges: "La tradición, que para muchos es una traba, ha sido un instrumento venturoso para Jauretche. Le ha permitido realizar obra viva, obra que el tiempo cuidará de no preterir, obra que merecerá -yo lo creo- la amistad de las guitarras y de los hombres".
3. Valentín Alsina, padre de Adolfo Alsina, gobernó la provincia de Buenos Aires entre 1857 y 1859.
4. El ingeniero Carlos Enrique Pellegrini, padre de Carlos Pellegrini, que fue presidente de la Nación.
Esta conmovedora elegia fue grabada por Rosita Quiroga al morir el año1926. Lamentablemente, no pertenecio al repertorio de Carlos Gardel.
NOTA DE EDUARDO ROMANO
Fue grabado por Rosita Quiroga, cantante que también lo estrenó, con acompañamiento de guitarras, en el sello Odeón (12/26); mucho más tarde, lo registró Domingo Federico con la voz de Mario Bustos, en Víctor (11/49), y Pedro Láurenz con Alfredo del Río, en sello Pampa (6/53), entre otros.
Poco después de que fuera asfaltada la avenida Sáenz, el gobierno revolucionario de 1930 inició la construcción de un puente moderno sobre el Riachuelo para unir Nueva Pompeya con Valentín Alsina y que lleva actualmente el nombre, por eso mismo, del ex presidente provisional José F. Uriburu, aunque se lo conozca vulgarmente como Puente Alsina, denominación anterior de toda esa popular barriada.
¿Dónde está mi barrio, mi cuna querida?
¿Dónde la guarida, refugio de ayer?
Borró el asfaltado, de una manotada,
la vieja barriada que me vio nacer...
En la sospechosa quietud del suburbio,
la noche de un triste drama pasional;
y huérfano entonces yo, el hijo de todos,
rodé por los lodos de aquel arrabal.
Puente Alsina, que ayer fuera mi regazo,
de un zarpazo la avenida te alcanzó.
Viejo puente, solitario y confidente,
sos la marca que, en la frente,
al progreso le ha dejado
el suburbio rebelado
que a su paso sucumbió.
Yo no he conocido caricias de madre.
Tuve un solo padre que fuera el rigor,
y llevo en mis venas, de sangre matrera,
gritando una gleba su crudo rencor.
Porque me lo llevan, mi barrio, mi todo,
yo, el hijo del lodo, lo vengo a llorar...
Mi barrio es mi madre que ya no responde... ¡
Que digan adónde lo han ido a enterrar!

Más:

Puenta Alsina - Historia
El Pueblo Alsina, historia y leyendas
"Puente Alsina" en la voz de Rosita Quiroga


Alma de Bandoneón - La voz preferida de Jorge Luis Borges
Jorge Vidal: el cantante que acompañó a Osvaldo Pugliese en los cuarenta, se convirtió en el favorito del autor de "El Aleph" por su versión de "Puente Alsina".


La voz de Jorge Luis Borges resonó en el living de su departamento de Maipú y Charcas:"¡Madre, madre, pasame otra vez el tango!". Y Doña Leonor Acevedo, que lo complacía, introdujo en la antigua fonola el disco de pasta desde donde llegaron los acordes de su canción predilecta.
Borges solía escucharlo efectuando hondas disquisiciones sobre Gardel (con quien no simpatizaba), el malevaje y también el arrabal que esa obra pintaba como pocas. Se trataba de "Puente Alsina", que pergeñó Benjamín Tagle Lara, compositor y periodista del diario La Capital, de Rosario. La versión grata a los oídos de Borges pertenecía a Osvaldo Pugliese, con la voz de Jorge Vidal, y había sido grabada en 1949.
Tagle Lara había precedido en el tiempo a Borges con una de las coplas de esa obra que decía: "En la sospechosa quietud del suburbio, la noche de un turbio drama pasional".
La trama reivindicadora del antiguo viaducto que unía a Nueva Pompeya y Valentín Alsina cerraba dramáticamente invocando al barrio: "Madre que ya no responde, ¡que digan adónde la han ido a enterrar!" Con los años supimos el modo en que Pugliese escogió el tema para su repertorio. A fines de la década del cuarenta, don Osvaldo actuaba en el Café Argentino de Chacarita. Allí, los cantores "de cantina" solían intentar alguna chance en esa sala, a la espera de una oportunidad de incorporarse a cualquier conjunto típico.
El modo de lucir el caudal de voz consistía en interpretar "a capella" (es decir sin micrófono). Y la de Jorge Vidal era una gola poderosa con tonalidad de barítono tirando a bajo, a la que sumaba una percha atlética trabajada en los gimnasios y en la Escuela Naval.
Una testa morena y engominada le valió a Vidal el apodo de "negro", que aún conserva. Enfundado en un smoking alquilado, había recorrido salones de la periferia y actuado previamente en "La paz", un reducto de Barrancas de Belgrano.
Era la época de los "cantores estrella" y Pugliese tenía por entonces como vocalista a Roberto Chanel, quien se retiró en busca de mejores horizontes. Para reemplazarlo convocó a Vidal, a quien había escuchado en el "Argentino", y éste incorporó al repertorio de Pugliese el tema "Puente Alsina", que otrora interpretó con guitarras y gran éxito.
Osvaldo tenía cierto resquemor de estrenarlo por aquello de las rivalidades de barriada, pero el público ovacionó cada interpretación.
Ocho temas llevó Vidal al disco durante el par de años que pasó con el creador de "La Yumba". Entre ellos estaba "Un baile a beneficio", milonga de Caviello y Fernández inédita hasta hoy: Pugliese había orquestado para grabar "El arroyito", de Samuel Castriota (autor de "Mi noche triste") y no le convencía. Ya dispuesto a perder el turno en el estudio, Vidal le sugirió al director "Un baile a beneficio", uno de los números fuertes del cantante como solista.
Situaciones de orden económico forzaron a Vidal a desvincularse de Pugliese, y resolvió presentarse nuevamente como figura solista, con las guitarras de Jaime Vila. Debutó en "La Armonía", de Corrientes 1443. Innumerables reductos nocturnos se sucedieron a posteriori en la carrera de Vidal, entre ellos el "Babilonia" del desaparecido Parque Japonés, durante la década del cincuenta, y otras boites.
El séptimo arte también convocó al cantante para un papel protagónico, en este caso a raíz de una situación especial. Argentina Sono Film había firmado un precontrato con Aníbal Troilo para que éste se desempeñara como actor, a condición de que bajara de peso. Pero como los tagliatelli de doña Felisa hicieron trizas las honradas intenciones de Pichuco, se viabilizó así el debut cinematográfico de Vidal. Luego llegaron tiempos de teatro de revistas junto a Francisco Canaro, de televisión y de giras por el exterior que lo llevaron al Carnegie Hall de Nueva York y a Europa.
El hoy de nuestro protagonista se nutre de su programa dominical, "La casa del cantor", entre las 11.45 y las 13, por la AMde Radio Nacional. El mismo nombre tiene el inmueble de la avenida Córdoba 3157 que dirige, con el propósito de proteger a los artistas y a sus presentaciones públicas.
Todavía de atuendo veraniego, con pantalón negro y mocasines blancos, y asistido por su esposa y colaboradora Blanca, Jorge Vidal suele presentarse precedido de esta glosa de José Basile, que lo define: "Con vos la vida es más linda, alegre y cordial, porque sos diferente, hermano Jorge Vidal".
Por Felipe Yofre
Fuente: Web de La Nación (1997)



MILONGA DE PUENTE ALSINA (1935)
Letra de Homero Manzi
Música de Sebastián Piana
Puente Alsina, puente viejo,
viendo que estás liquidado
quiero atar a mi encordado
tu pasao y mi cantar,
recordando tus hazañas
cuando golpeaba en tu trocha
el tacón de la morocha
al volver de trabajar.

Ya no serás
el que guapeó en el "ochenta",
ni jamás como en las mentas
la pedana de la cuenta
que la ocasión canceló.
Ya no serás
el que en las brumas del río
vio chispear el brillo frío
de las dagas que en el río
concitaba la traición.

Se va el barrio que ha crecido
junto a tus viejos horcones,
con la fe de los varones
que labró tu tradición.
Se va el soplo del misterio
que en tus tablones se acuna
bajo la luz de la luna
farolito de cartón.
Ya no serás
aquel rincón perdulario
que amarrao a los prontuarios
del Riachuelo legendario
su tradición consagró.
Sólo serás
así pintao y luciente,
más bacán y resistente,
pero serás cualquier puente
sin pasao, ni emoción.

miércoles, septiembre 17, 2008


¡¿Dónde está Jorge Julio López?!




El mismo dolor, el mismo horror


Juan Carlos Cena - Elena Luz González Bazán

Está desaparecido hace dos años, eso sí en marzo hubo un cambio de carátula por presunta desaparición forzada de persona…Un manto de olvido inducido cubre la desaparición del compañero Jorge Julio López. Un gran mutismo se ha estacionado en el gobierno nacional, porque una declaración al pasar no es compromiso. Un gobierno nacional que es continuación del anterior, que perpetúa fogoneando un olvido, olvido que hace retroceder la memoria de un hecho aberrante que es la desaparición del compañero. Gobierno que jamás se auto criticó por las barbaridades que mandó decir sobre Jorge Julio López.

En marzo de este año cambiaron la carátula. Su familia ha denunciado a mediados de abril que la investigación por Jorge Julio López no estaba bien hecha. Por otro lado, los organismos de Derechos Humanos han reiterado y solicitado que los jueces como así mismo la policía provincial se aparten de la investigación.Jueces que a su vez son profesores en la Escuela Provincial de Policía Juan Vucetich, toda una anomalía. Lugar donde existió un CCD, Campo Clandestino de Detención, confirmado por las declaraciones de quienes soportaron los oprobios en ese lugar, cuestión que puede ser corroborado, además, en los archivos de Justicia Ya, en el Archivo Provincial por la Memoria. Dicha escuela fue parte del denominado Circuito Camps. Estos jueces-profesores tienen a su cargo investigar la desaparición de López. El resultado de esa investigación pinta la realidad, la búsqueda del paradero de López confirmó la impunidad existente, el tiempo pasó y la bonaerense siguió…y los jueces-profesores continuaron dando clases en la Escuela Juan Vucetich.

Una causa viciada, donde no se ha citado a declarar a ninguno de los represores denunciados por López. Sólo después de un año y medio, la policía bonaerense fue apartada de la investigación.Jueces, policía bonaerense, la peor policía. Pistas y más pistas, requisas y más requisas que nunca condujeron a encontrar a este hombre de infinita dignidad como nos muestra su mirada, que se pueden observar en sus gruesas manos de albañil, ese pelo canoso y esa mirada diáfana que no dudó en ser acusador de la trayectoria de uno de los represores más reputados de la provincia bonaerense: Miguel Etchecolatz…

Nadie debe ignorar que luego de sentarse ante los jueces y denunciar todo lo pasado, recordar sus momentos más duros, que con el paso de los años armó un rastreo personal de quienes habían sido sus secuestradores y torturadores, de él y tantos trabajadores y trabajadoras, compañeros y compañeros, Jorge Julio López danzó y lloró de alegría, después de su declaración. Un gran peso se había sacado de encima, así lo testimonian y cuentan sus compañeros de ruta, a quienes entrevistamos en los días posteriores a su actual desaparición.Ni Arnaldo Corazza, ni el camarista Alberto Durán pueden ser considerados ágiles funcionarios en pos de la aparición de López. Es más, la policía que lo llevó hace más de treinta años, puede ser la misma que lo secuestro por segunda vez, el 18 de septiembre del 2006, eso sí la búsqueda de López quedó en manos de esta repartición policíaca.Mientras tanto, la abogada Guadalupe Godoy, de Justicia YA!, denunció unos días antes de cumplirse 19 meses de su desaparición que la justicia delegó la investigación prácticamente en la Policía Bonaerense, "que es como poner un zorro a cuidar un gallinero". En tanto, el juez Arnaldo Corazza, a cargo de la instrucción, suele enviar informes en los que afirma que "no hay irregularidades cometidas por personal policial denunciadas en la causa", aún cuando se han hecho operativos sin autoridades judiciales y han tenido que reconstruirse otros, como el realizado en la localidad de Atalaya, por estar viciados.De aquel día de los alegatos contra Miguel Etchecolatz han pasado dos años, todo sigue igual: "Esto es posible porque todos los niveles del Estado y todos sus poderes han permitido y avalado que, al día de hoy, el secuestro y la desaparición de Julio estén impunes", remarcaba Godoy, abogada de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), en el mes de abril de este año.Los camaristas de la Sala I de la Cámara Federal de La Plata.

Por sorteo, la apelación que realizaron los organismos de derechos humanos para apartar a la policía bonaerense que fue denegada por el juzgado de Corazza, el 16 de enero de este año, cayó en la Sala I de la Cámara Federal de La Plata, allí se encuentran los jueces: Julio Reboredo, Alberto Ramón Durán y Alicia María Di Donato.AntecedentesEn el caso de Alberto Ramón Durán y Alicia María Di Donato son muy conocidos de la policía bonaerense, fuerza reputada por varias líneas de investigación. Es así que Justicia Ya recusó inmediatamente a los dos magistrados por considerarlos pro-Bonaerense y por no contar con la imparcialidad necesaria para investigar estos delitos.

En el caso de la jueza Di Donato perteneció a la fuerza desde plena etapa de la dictadura: 1978 a 1990, aunque ha omitido agregar esos datos al currículum con el que cuenta el Consejo de la Magistratura.

El juez Durán acredita un largo historial con la bonaerense. ¨Y si de algo no se lo puede imputar es de ser defensor de los Derechos Humanos. Años atrás, fue acusado por boicotear los Juicios por la Verdad. Se negó a secuestrar el archivo del cura castrense Emilio Graselli e intentó devolverle a Aldo Rico la información de inteligencia policial que estaba en poder de la Justicia. También, fue dada a conocer su amistad con el represor fallecido Darío Delfín Rojas, colaborador de Ramón Camps¨.Por su lado el juez Durán fue presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana, que procuraba establecer un sistema que articule la acción de todas las instituciones judiciales y de seguridad, móviles y efectivos. No quedaba duda de que para el juez la única vía de trabajo era la coordinación con las fuerzas de seguridad. Asimismo, Durán se ha desempeñado desde 1985 como docente de la Escuela de Policía Juan Vucetich, centro de estudios que fue denunciado por el funcionamiento de un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar, afirma la Agencia Anred.Se graduó como abogado en 1979 en la UCA Universidad Católica de La Plata. Por su lado, el actual gobernador, Daniel Scioli lo designó como presidente de la Comisión de Estudios Legales de Seguridad Ciudadana, dependiente del Ministerio de Seguridad. En el diario El Día de La Plata se ha referido a Durán y conjeturan señalándolo como el "ministro en las sombras". Por su lado, el matutino Crítica, también afirmó: "Fuentes muy cercanas al gobernador bonaerense aseguraron que estudia la posibilidad de que este ex funcionario de la dictadura y fogonero de la denominada "maldita policía" ocupe el ministerio del área, hoy a cargo del cada vez más asediado Carlos Stornelli". La pregunta que retumba en los organismos de Derechos Humanos es cómo este juez podría decidir si debe apartarse la bonaerense de la investigación.

Igualmente, Justicia Ya! Afirmaba en abril del corriente año: "Tanto su carácter de Profesor de la Escuela de Policía como de Presidente de la Comisión asesora del Ministerio de Seguridad producen, objetivamente y al margen de sus deseos, que Durán ostente un profundo vínculo desarrollado a lo largo de muchos años con los integrantes de la Policía Bonaerense algunos de los cuales están siendo o serán investigados en la presente causa y otros están a cargo de esa investigación".

Además, dejaron en claro: "La situación se agrava si se tiene en cuenta que aquí el magistrado debe resolver si aparta o no de la investigación a la fuerza cuyo jefe, el Ministro de Seguridad de la Provincia, él asesora".

Los apoyos justicialistas

"Un hombre de reconocida trayectoria democrática", definen al juez Alberto Ramón Durán, la CGT Regional La Plata, que encabeza Carlos Quintana, y la Unión de Abogados Justicialistas platense -con el patrocinio de Héctor Galesio, secretario del bloque del Frente Para la Victoria en la Legislatura. Ambas organizaciones justicialistas reclamaron ser aceptadas como querellantes en la causa López y mediante un escrito hicieron oídos sordos a las denuncias de los organismos de Derechos Humanos que vienen luchando desde septiembre del 2006 por la aparición de Jorge Julio López. Se reconocieron damnificados por el secuestro de López por su "origen peronista", ese mismo que reivindicaba el ex presidente Néstor Kirchner y que, a pesar de ello, poco ha hecho para que su desaparición no quede impune.

Además, en abril de este año los organismos de Derechos Humanos aseveraban: ¨Hace unos meses presentamos un nuevo pedido para que se cambie la carátula a desaparición forzada y que se aparte la Policía de la investigación, una vez más ese pedido fue rechazado por el juez Corazza. Decidimos apelar a la instancia superior, la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, y la causa recayó en la Sala I integrada por los jueces Alicia Maria Di Donato, Alberto Durán y Julio Reboredo.Esto nos obligó a recusar a los jueces Di Donato y Durán. A la Dra. Di Donato, recientemente incorporada a la Sala I, por su pertenencia a la Policía bonaerense desde marzo de 1978 hasta octubre de 1990, momento en que renunció con el cargo de Oficial Subinspector. Al Juez Durán, por su estrecha vinculación con la policía provincial tal como lo mostramos en el año 2005, oportunidad en que también lo recusamos con similares fundamentos cuando a su Sala llegó una de las causas contra los genocidas. A esos fundamentos debimos agregar que Durán es hoy integrante del Consejo Asesor del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, donde se desempeñan varios de los investigados en la causa López, y se lo sindica como ministro de seguridad en las sombras.Mientras se resuelve la recusación ambos jueces siguen en funciones y la primera medida que tomaron fue impedir que una copia de la causa quedara en el juzgado de Corazza con lo que ésta queda virtualmente paralizada. Además, Durán está intentando desprestigiarnos, hacer creer que cuenta con el apoyo de algunos organismos de derechos humanos y mientras tanto conseguir quienes realmente lo sustenten. Es así que se presentan como querellantes, en la causa López, la CGT de La Plata y la Asociación de Abogados Justicialistas de La Plata. Lo curioso es que lo hicieron con un escrito que en su casi totalidad se dedica a defender la” probada trayectoria democrática" de Durán¨.Por donde no anduviste Jorge Julio López.

Entre el sin fin de justificativos y búsquedas infructuosas hay una en la localidad de Ignacio Correas, actuó el cuerpo de buzos de la bonaerense que luego fue reemplazo por el de la Policía Federal. Por supuesto, nada.Por otro lado, en la fiscalía trabajan con refuerzo de personal, los mismos, según la información, están estudiando y ordenando el corpulento expediente del caso López. Por su lado, Justicia Ya! les ha solicitado tener acceso a legajos anexos que contenían testimonios de los que no tenían noticia, como parte querellante.Entre los otros datos sobre la supuesta salida de Julio López a la hermana República del Paraguay, todo ha sido desbaratado, según Migraciones el testigo figuraba como que había salido del país rumbo a Paraguay, por la provincia de Misiones en un paso fronterizo.

Todo tuvo que ver con una carga de información en el sistema informático, hubo un error y en lugar de cargar el nombre de Jorge Julio López y su documento, algo que debe estar cargado de siempre en la búsqueda, los funcionarios de Migraciones lo registraron abandonando el país. Como para la Federal esto no cerraba, fueron a Misiones realizaron interrogatorios al personal de Migraciones y constataron con Migraciones del lugar que esa había sido una falla del personal.Asimismo, en los carteles de búsqueda de Gendarmería Nacional aparece dicho dato y un DNI, allí se decía que López había salido del país, la Policía Federal constató el error, ergo el tema tenía que estar agotado, pero el juez Corazza resolvió interrogar nuevamente a los funcionarios de Migraciones.En la marcha de julio del 2008, los organismos de Derechos Humanos que se movilizaron desde Plaza Moreno a Plaza San Martín en La Plata, denunciaron legajos secretos en la causa López, esta lectura la hizo Nilda Eloy, sobreviviente de la última dictadura y compañera en el juicio contra Miguel Etchecolatz.

Esperar la recusación de estos jueces es una exigencia, ni una hora más en esta causa, sin embargo, su elección, primero por sorteo y luego por perseverancia de la impunidad, nos acerca a la desazón.Su hijo Rubén ante la falta de respuesta por el destino de su padre declaró hace unos días que prefieren encontrar el cuerpo de su padre para que termine la agonía.

Hay responsabilidades, esta presidenta que le gusta lucir modelos especiales para todo, viajó a París, Francia, para pedir por Ingrid Bentacourt, eso sí, jamás dijo una línea por Jorge Julio López. Es que hay que inferir que hay diferencias, una fue candidata a presidenta, Jorge Julio López es un albañil con gran coraje. Claro de eso poco saben en la Rosada, como en algunos organismos de derechos humanos que se rasgan las vestiduras por los derechos humanos, pero vilmente han denostado al compañero López. Hay responsabilidades del anterior gobierno, el de Néstor Kirchner que declaró que la desaparición de López era producto de quienes se siguen organizando para que no haya justicia en Argentina y de este gobierno que olvida deliberadamente a López.Y que hicieron ustedes en este tiempo, es nuestra pregunta. Respuesta: nada, absolutamente nada, primero lo denostaron, luego confundieron, después lo comenzaron a ocultar…

Seguimos con la misma firmeza, la misma vehemencia, la misma fuerza e igual convicción, compañero Jorge Julio López: APARICION CON VIDA YA.

Fuentes: Justicia Ya, Anred, Página 12, Crítica Digital, La Nación, El Día de La Plata, entrevistas y fuentes propias.
Juan Carlos Cena - Elena Luz González Bazán son miembros fundadores del MONAREFA e integrantes de organismos de Derechos Humanos.

Fuente para este texto: argenpress

jueves, septiembre 11, 2008

1973 - 2008

Salvador Allende

Ultimos mensajes

Santiago de Chile, 11 de septiembre de 1973

7:55 A.M. Radio Corporación


Habla el Presidente de la República desde el Palacio de La Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el gobierno, del gobierno legítimamente constituido, del gobierno que está amparado por la ley y la voluntad del ciudadano.
En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal.
En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al gobierno que represento por voluntad del pueblo.
Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero Presidente de la República.
8:15 A.M. Radio CorporaciónTrabajadores de Chile:
Les habla el Presidente de la República. Las noticias que tenemos hasta estos instantes nos revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la provincia de Valparaíso. He ordenado que las tropas del ejército se dirijan a Valparaíso para sofocar este intento golpista. Deben esperar la instrucciones que emanan de la Presidencia. Tengan la seguridad de que el Presidente permanecerá en el Palacio de La Moneda defendiendo el gobierno de los trabajadores. Tengan la certeza que haré respetar la voluntad del pueblo que me entregara el mando de la nación hasta el 4 de noviembre de 1976.
Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la patria.


Radio Corporación (Fragmento)

... En ese bando se insta a renunciar al presidente de la república. No lo haré. Notifico ante el país la actitud increíble de soldados que faltan a su palabra y a su compromiso. Hago presente mi decisión irrevocable de seguir defendiendo a Chile, su prestigio, en su tradición, en sus normas jurídicas, su constitución. Señalo mi voluntad de resistir con lo que sea, a costa de mi vida, para que quede la lección que coloque ante la ignominia y de la historia a los que tienen la fuerza y no la razón.
En este instante señalo como una actitud digna, que aquí está junto a mí el director titular de Carabineros, general José María Sepúlveda. Y que en este instante los aviones pasan sobre La Moneda, seguramente la van a ametrallar. Nosotros estamos serenos y tranquilos. El holocausto nuestro marcará la infamia de los que traicionan la patria y el pueblo
8:45 A.M. Radio CorporaciónCompañeros que me escuchan:
La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de estado en que participan la mayoría de las Fuerzas Armadas.
En esta hora aciaga quiero recordarles algunas de mis palabras dichas el año 1971, se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo. Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada.
Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito.
El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse.
Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida.
9:03 A.M. Radio MagallanesEn estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por mandato conciente de un Presidente que tiene la dignidad del cargo entregado por su pueblo en elecciones libres y democráticas.
En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada. Este es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.
Pagaré con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra ... roto la doctrina de las Fuerzas Armadas.
El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.


9:10 A.M. Radio Magallanes

Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de radio Portales y radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director general de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar!
Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.
Estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

Click aquí para escuchar audios

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.

Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé de las primeras balas
más temprano que tarde sin reposo
retornarán los libros las canciones
que quemaron las manos asesinas
renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.

Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.


Click aquí para escuchar a Pablo Milanés con Víctor Manuel

sábado, septiembre 06, 2008



Territorios en resistencia
Cartografía política de las periferias urbanas latinoamericanas
Raúl Zibechi – (lavaca editora– 2008)
Introducción
*

En los últimos veinte años tuve la posibilidad de visitar múltiples rincones de América Latina, donde los de abajo se empeñan en convertir sus iniciativas colectivas para la sobrevivencia en espacios para resistir el sistema hegemónico. Pude conocer algunas experiencias notables, compartir con las y los actores sobre los modos y formas de construir sus vidas cotidianas, y luego ampliar lo allí convivido a través de abundante bibliografía.
Lo que aprendí junto a esos colectivos me reafirmó en la convicción de que en América Latina, al calor de las resistencias de los de abajo, se han ido conformando “territorios otros”, diferentes a los del capital y las multinacionales, que nacen, crecen y se expanden en múltiples espacios de nuestras sociedades. Puede objetarse que las formas de construcción de los movimientos indígenas en áreas donde habitan desde hace siglos, no deben compararse con las experiencias urbanas de los sectores populares. Las diferencias entre unos y otros son inocultables, empezando por el simple hecho de que la presencia estatal en esos lugares es débil, lo que facilita la existencia de formas de vida heterogéneas. Pero tampoco podemos dejar de lado, que las experiencias de esos sectores a menudo se entrelazan y que en no pocas ocasiones tienden a tomar camino, si no idénticos, por lo menos similares.
Las experiencias educativas, ancladas en lo bilingüe, los cuidados de la salud en base a los saberes ancestrales, la renovación y reconocimiento de la justicia y de formas de poder apoyadas en las tradiciones comunitarias, pueden servir para confirmar las inexorables diferencias entre el mundo rural indígena y el urbano popular. Es enteramente cierto que entre los indios de nuestro continente sobreviven y se han recreado tradiciones diferentes a las que vemos en los sectores populares urbanos, entre ellas, y de forma destacada, la lengua propia.
Pero no es menos cierto que los sectores populares son portadores de relaciones sociales también diferentes a las hegemónicas, aunque no asimilables a las de los indígenas. Sin embargo, no es a través de estudios de carácter antropológico o sociológico como podemos desentrañar el carácter de esas diferencias. Los pueblos, sus culturas y cosmovisiones, no pueden ser comprendidos desde metodologías de carácter “científico”, o sea, sólo a través de estudios cuantitativos y estructurales. No se trata de medir las diferencias sino de comprenderlas a través de su despliegue y su visibilización, de los rastros y realizaciones concretas que van dejando estelas y huellas, materiales y simbólicas.
Estoy firmemente convencido, como sugiere James Scott, de que los de abajo (ese amplio conglomerado que incluye a todos, y sobre todo todas, quienes sufren opresión, humillación, explotación, violencias, marginaciones...) tienen proyectos estratégicos que no formulan de modo explícito, o por lo menos no lo hacen en los códigos y modos practicados por la sociedad hegemónica. Detectar estos proyectos supone, básicamente, combinar una mirada de larga duración con un énfasis en los procesos subterráneos, en las formas de resistencia de escasa visibilidad pero que anticipan el mundo nuevo que los de abajo entretejen en la penumbra de su cotidianidad. Esto requiere una mirada capaz de posarse en las pequeñas acciones con la misma rigurosidad e interés que exigen las acciones más visibles y notables, aquellas que suelen “hacer historia”.
Larga duración, porque sólo en ella se despliega el proyecto estratégico de los de abajo, no como programa definido y delimitado sino a través de grandes trazos que apuntan en una dirección determinada. Esa dirección, en América Latina, nos habla de creación de territorios, rasgo diferencial de los movimientos sociales y políticos respecto a lo que sucede en otras latitudes. En paralelo, en la larga duración pueden hacerse visibles los pliegues internos –claves para comprender los proyectos de nuestros pueblos – que resultan invisibles al observador externo.
Aunque los territorios de los movimientos abren nuevas posibilidades para el cambio social, no representan, empero, ninguna garantía de transformación liberadora. En las periferias urbanas de muchas ciudades latinoamericanas, he visto territorios de la complejidad y la diversidad, de la construcción de relaciones sociales horizontales y emancipatorias donde se registran formas de vida heterogéneas, junto a territorios donde la dominación reviste las vulgares formas de la militarización vertical y excluyente. Transitar de un barrio a otro, cruzando apenas una avenida, puede representar un cambio brusco entre la dominación y la esperanza.
Como toda creación emancipatoria, los territorios urbanos están sometidos al desgaste ineludible del mercado capitalista, a la competencia destructiva de la cultura dominante, la violencia, el machismo, el consumo masivo y el individualismo, entre otros. Los territorios de los sectores populares urbanos –a los que está en gran parte dedicado este libro– nacieron y buscan crecer en el núcleo más duro de la dominación del capital, en las grandes ciudades que son sede natural de las viejas y nuevas formas de control social, que contribuyen a lubricar la acumulación de capital.
a sea por la vía represiva o por la interiorización de la cultura neoliberal, estos emprendimientos han venido siendo acosados desde que nacieron, hace más o menos cuatro décadas, en todas las periferias urbanas de este continente. Con el tiempo, están aprendiendo a sortear este conjunto de adversidades, a veces desarmando algunos de sus más queridos proyectos, como me han enseñado los compañeros del Movimiento Social Dignidad, de Cipolletti. Para no ser atrapados por la lógica identitaria del capital, capaz de devorar todo aquello que se congela pese a haber sido creado con prácticas emancipatorias, los desocupados organizados de esa ciudad decidieron desarmar, o mejor, parar por un tiempo, los emprendimientos productivos, entre ellos la panadería y la bloquera, que les proporcionaban buenos ingresos. Para seguir avanzando, para comenzar a trabajar con aquellos que más necesidad tienen de movimiento –adolescentes, niños y niñas destrozados por la pobreza– se vieron forzados a poner en cuestión todo lo que venían haciendo, para abrirles un espacio en sus almas y en sus cuerpos, como hubiera dicho León Felipe.
Los territorios urbanos donde han arraigado los movimientos que trabajan por la emancipación, están sufriendo nuevas e inesperadas embestidas por parte de actores nacidos a menudo en el seno de esos mismos movimientos. Se trata de un proceso que se puede fechar hacia la década de 1990, con el acceso a los gobiernos municipales de fuerzas de izquierda como el Partido de los Trabajadores en Brasil y el Frente Amplio en Uruguay, y otras fuerzas de izquierda en una porción significativa de las ciudades latinoamericanas. De la mano de la “descentralización con participación”, se pusieron en marcha proyectos como el Presupuesto Participativo en Porto Alegre; experiencias que tuvieron nombres y protagonistas diferentes, pero características similares en otras urbes. Desde el punto de vista de los sectores populares organizados en movimientos, estas experiencias no fueron felices, ya que propiciaron la desarticulación de toda una camada de organizaciones populares, más allá de la voluntad de sus promotores.
El problema que enfrenta la dominación en América Latina, es que en las últimas décadas las poblaciones se levantan, se insurreccionan, y desde el Caracazo de 1989 lo hacen de modo regular. El panóptico se ha vuelto arcaico: aunque sigue funcionando, no es el medio fundamental de control. Lo que se requiere para gobernar grandes poblaciones que cambian y buscan el cambio, son formas de control a distancia, más sutiles, que trabajen en relación de inmanencia respecto a las sociedades, y para eso los movimientos juegan un papel fundamental. De ahí la necesidad de contar con ellos, ya no reprimirlos y marginarlos.
Podemos decir que los estados que dirigen Lula, Kirchner y Tabaré Vázquez, por poner los ejemplos más obvios pero no los únicos, son hijos del arte de gobernar. Ya no estamos ante los estados benefactores o ante los estados neoliberales prescindentes, sino ante algo inédito, que sobre la base de la fragilidad heredada del modelo neoliberal busca desarrollar nuevas artes para mantenerlos en pie, dotarlos de mayor legitimidad y asegurar así su supervivencia siempre amenazada.

En la favelas de Brasil, en las villas de Argentina y en los asentamientos de Uruguay, los activistas sociales ya no están solos. Algunas décadas atrás, el Estado sólo aparecía vestido de uniforme policial o militar, o a través de caudillos patriarcales hoy en decadencia. Ahora el Estado reconoció el papel del territorio y de los movimientos territoriales, y los movimientos reconocen el nuevo papel del Estado. Y juntos, a partir de ese reconocimiento, están creando algo nuevo: las nuevas formas de dominación. Es éste un cambio de larga duración, destinado a introducir una poderosa cuña estatal en las periferias urbanas, pero ya no de un Estado puramente represivo sino algo más complejo y “participativo” que, no obstante, persigue el mismo fin: adelantarse a lo que pueda suceder, en suma, “evitar la revolución”. Es ahora un Estado capilar, porque gracias al arte de gobernar ha permeado los territorios de la pobreza con mucha mayor eficiencia que los caudillos clientelares del período neoliberal. Esos caudillos actuaban de modo vertical y autoritario, y por lo tanto siempre podían ser desbordados y, más aun, estaban destinados a ser desbordados.
Estamos transitando nuevas formas de dominación. Poco importa que vengan de la mano de fuerzas que se proclaman de izquierda, porque las nuevas artes de gobernar las desbordan y las incluyen a la vez. No es que las izquierdas se hayan propuesto hacerlo así, sino que les tocó gobernar en un período en el que están surgiendo nuevas gobernabilidades. En otras partes del mundo, Irak por ejemplo, algunas de estas “artes” las practican las tropas de ocupación de Estados Unidos. No interesa tanto quién sino cómo.
Lo que está en juego es la supervivencia misma de los movimientos, y de sus territorios como potenciales espacios de emancipación. En la medida que las nuevas formas de gobernar, que suelen ser ensayadas primero a escala municipal, desarticulan los movimientos sociales, pueden ser consideradas como parte del arsenal antisubversivo de los estados. Superar este desafío pasa, entre otros, por comprender lo que está cambiando, asumir las nuevas formas de dominación biopolíticas más allá de quienes las hagan rodar. Que sean las izquierdas las encargadas de hacerlo, no debería sorprender: el panóptico fue una creación de la Revolución Francesa, para enfrentar los desafíos que planteaba la caída del viejo régimen.
Siento, en consecuencia, que los conceptos y las palabras que habitualmente manejamos para describir y comprender nuestras realidades, son inadecuadas o insuficientes para interpretar, y acompañar estas sociedades en movimiento. Como si la capacidad de nombrar hubiera quedado atrapada en un período sobrepasado por la vida activa de nuestros pueblos. Buena parte de las hipótesis y análisis en los que crecimos y nos formamos quienes participamos en el ciclo de luchas de los 60 y 70 se han convertido, glosando a Braudel, en “prisiones de larga duración”. Muy a menudo acotan la capacidad creativa y nos condenan a reproducir lo ya sabido y fracasado. Un nuevo lenguaje, capaz de decir sobre relaciones y movimientos, debe abrirse paso en la maraña de conceptos creados para analizar estructuras y armazones organizativos.

Hacen falta expresiones capaces de captar lo efímero, los flujos invisibles para la mirada vertical, lineal, de nuestra cultura masculina, letrada y racional. Ese lenguaje aún no existe, debemos inventarlo en el fragor de las resistencias y las creaciones colectivas. O, mejor, aventarlo desde el subsuelo de la sociabilidad popular para que se expanda hacia las anchas avenidas en las que pueda hacerse visible y, así, ser adoptado, alterado y remodelado por las sociedades en movimiento. Necesitamos, en fin, poder nombrarnos de tal modo que seamos fieles al espíritu de nuestros movimientos, capaces de transmutar el miedo y la pobreza en luz.
Y tenemos que ser capaces de pensar y vivir en movimiento, como creo que sugieren los compañeros de Cipolletti. Porque los más castigados en nuestras sociedades, esos que no tienen nada que perder sino las cadenas (Marx), para existir, para conjurar la muerte y el olvido, deben mover-se, deslizarse del lugar heredado; en movimiento siempre, porque detenerse implica caer en el abismo de la negación, dejar de existir.
En esta etapa del capitalismo, nuestras sociedades otras sólo existen en movimiento, como tan bien nos enseñan las comunidades zapatistas, los indios de todas las Américas, los campesinos sin tierra y, cada vez más, los condenados de las periferias urbanas. El doble movimiento, la rotación sobre el propio eje y el traslado sobre el plano, son los dos modos complementarios de entender el cambio social: desplazamiento y retorno. En efecto, no alcanza con moverse, desplazarse del lugar material y simbólico heredado; hace falta, además, un movimiento como la danza, circular, capaz de horadar la epidermis de una identidad que no se deja atrapar porque cada giro la reconfigura.
El movimiento, como imagen de la sociedad otra, es, siguiendo al filósofo, la apuesta por la intensidad (flujo o movimiento) frente a la representación; siempre destinada a sacrificar el movimiento en el altar del orden. Cualquier orden. El trompo del cambio social está danzando, por sí mismo. No sabemos durante cuánto tiempo ni hacia dónde. La tentación de darle un empujón para acelerar el ritmo, puede detenerlo, más allá de la mejor voluntad de quien pretenda “ayudar”. Quizá, la mejor forma de impulsarlo sea la de imaginar que nosotros mismos somos parte del movimiento-zumbayllu; girando, danzando, todos y cada uno. Ser parte, aun sin tener el control del destino final.


*Fuente: lavaca.org: "Territorios en resistencia. Raúl Zibechi acaba de publicar Territorios en resistencia - Cartografía política de las periferias urbanas latinoamericanas, una investigación sobre el significado geopolítico y lo que está en juego en esos territorios que crecen por fuera del mercado y el Estado. El rol de los gobiernos. Los planes sociales, las oenegés y la educación popular: las nuevas formas de dominación en la batalla por el control de los movimientos sociales. Aquí, un regalo para los lectores de lavaca: la introducción de este trabajo indispensable para pensar cuáles son las estrategias de vida y resistencia que se están gestando alrededor de las grandes ciudades del continente."

martes, agosto 26, 2008


Fotografía de Delia Balido


"...Además de tus sonrisas
Además de tus dolores
Vas a copiar del Templo de Momo
Un amor salvaje y el pulso del trip..." *


El Golpe al Plexo.
Impresiones sobre el Homenaje al Conventillo de la
calle Guardia Vieja, Cuna de Nacimiento del Centro
Murga Los Viciosos de Almagro.
Por Pupita La Mocuda

El rito sigue intacto aún cuando el siglo – el milenio mismo – ya sea otro. Hemos sido convocados a develar la alquimia del misterio, a verificar el legado. Y es allí hacia donde nos hemos dirigido. Ya la murga se ha formado por Guardia Vieja. Uno de los oficiantes saca del camión las últimas y flamantes sombrillas azules que le han sido conferidas en guarda y las reparte. Dentro de instantes comenzarán a espiralar el aire. Sube el estandarte mientras resuena el platilleo de los bombistas que abrirá el desfile. El barrio todo se aquieta y guarda un silencio expectante. Se mueven quedamente en rezo profano los labios de las vecinas al borde del cordón. En la compleja vitalidad de su semiosis, de su gozosa multiplicidad semántica, la Misa Viciosa - la expresión es de Guillermo Grappi - ha comenzado. Se escuchará al Glosista recitar a pura garganta:

"...Herencia de un conventillo
Donde nació este murgón;
Con el ruido del platillo
Se enciende su corazón
(...)
Emoción de la enseñanza
Que supimos heredar;
Que los hijos y los nietos
Tratarán de cosechar..." (1)

¿Acaso en las voces a las que prestamos oídos no resuena el eco de otras voces que dejaron de sonar? (2) Si es así, un secreto compromiso de encuentro se halla entonces vigente entre las generaciones del pasado y la nuestra. El conventillo del número 3836 de la calle Guardia Vieja casi en la esquina con Bulnes que vio nacer al Centro Murga Los Viciosos de Almagro en 1950 - dicen - ya no existe. Sin embargo, su transmutación se palpa en el recuerdo reactualizado año tras año por el Homenaje de cada febrero.
Lo que allí está en juego es ciertamente aquello vinculado con la identidad, pensada como un concepto ni fijo ni estático y que puede anclarse con frecuencia a un territorio determinado. Lo identitario de un pueblo - asociado a una región, a un pedazo de suelo, a un barrio - recreándose individual y colectivamente, viene definido históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, su lengua en tanto instrumento de comunicación entre los miembros de la misma comunidad, sus relaciones sociales, ritualidades y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos. Como productos del quehacer conjunto, un rasgo propio de estos elementos es su carácter inmaterial y anónimo. A su vez, la identidad se encuentra ligada a la historia y al patrimonio cultural y no existe sin la memoria, sin la capacidad de reconocer el pasado, sin elementos simbólicos o referentes que le son propios y que ayudan a desear y a configurar el porvenir.



Es en esa historia y en esos recuerdos comunes donde se encuadra el conventillo que va a replicar en pequeño la mixtura porteña. La significación del fenómeno inmigratorio en los orígenes mismos de la sociedad argentina contemporánea es incontestable. Y esa afluencia incesante entre fines del siglo diecinueve y principios del veinte, sumada al proceso de concentración de la población generada por el régimen de tenencia de la tierra, da lugar a la aparición de las casas de inquilinato. El espacio de la gran ciudad moderna - modelo al cual Buenos Aires se aproxima en las primeras décadas del siglo veinte - propone su escenario para los cruces culturales, donde, en hipótesis todos los encuentros y los préstamos son posibles. Se trata de una cultura marcada por el principio de la heterogeneidad, el cual vuelve lo diferente extremadamente visible.

Es su condición de ser espacio de instalación efectiva del hombre lo que hace de un lugar un espacio donde vivir, esto es, una vivienda. Ella no es sólo el lugar de residencia sino que configura un espacio de convivencia que crea redes familiares y sociales y que completa la organización de vida – el entorno – acogiendo a las personas y muchas veces condicionando su actuar. Y es también, como no podría serlo de otro modo, uno de los lugares privilegiados donde habría de fermentar la actividad de las distintas agrupaciones de celebración del carnaval en la espacialidad urbana. Irán urdiéndose, entonces, tramas y nudos culturales que en la década del cincuenta harán brillar en todo su esplendor a los Centros Murga.




Cae la tarde y canta La Voz del Carnaval Porteño:

"...Yo sé muy bien que desde el cielo sonreirán;
La abuela, Juan y Don Angel Corvalán
Al ver a su murga por las calles desfilar;
Hijos y nietos todos juntos bailarán

Y allá en el cielo el conventillo vibrará
Como lo hizo en antaño carnaval;
Al son del bombo esta música oirán
Y alguna lágrima en su rostro rodará..." (3
)

Con la emoción agrietando las gargantas y el pulso atávico y ancestral intacto la temporalidad que en su ojo ciclópeo une todos los pasados, todos los presentes y todos los futuros deshoja su transcurrir en la esquina de Guardia Vieja y Bulnes para atarnos con los lazos amorosos de la más profunda de las memorias colectivas. Porque aun cuando la sociedad de los lugares se piense como convertida en la sociedad de los flujos, pareciera que los territorios siguieran involucrados en una obra de construcción identitaria, que privilegia la dimensión local o ciudadana por encima de las instancias estatales o las globales.






Todo quehacer artístico aparece moldeado dentro de un contexto de tradición cultural, que siempre se encuentra anclado a un tiempo y un lugar determinado. Pero a la tradición - como bien señala Fabián Casas - hay que salir a buscarla, hay que merecerla. Y esto es precisamente lo que se despliega en ese cruce fabuloso del barrio de Almagro. Aquello que supo fluir subterráneo aflora incólume, milagrosamente ileso. En el revoltijo incesante de napas temporales que permanecen aun cuando los seres que las hubieron de contener ya no estén allí, los cuerpos reactualizan la fiesta primordial, alargándose, torciéndose, ya casi fantasmales en la penumbra que crece, ingrávidos, adviniendo renacimiento inaugural y eterno en el asfalto.




"...De aquellos tiempos de mi niñez
Eres el sitio donde he nacido
Y eres la cuna de este murgón.
Barrio del alma
Fue por tus calles
Donde bailamos con emoción
Qué lindo es recordar
Después de tanto andar..." (4)

Y entonces se produce. El golpe al plexo. El ruido de la sangre. La implosión de las venas en la exactitud infinitesimal de la cadencia. El mazazo al parche que en su multiplicación sonora indica que el viaje ha comenzado. Que la murga inicia su recorrido de carnaval de este año.

(5)


Notas:

(*) "El templo de Momo" en Momo Sampler, Indio Solari y Skay Beilinson, Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, 2000.
(1) "Glosa de Entrada para el año 2000 del Centro Murga Los Viciosos de Almagro" de y por Héctor Fabián “La Glosa” Cicero.
(2) Parafraseando la pregunta que se hace, en otro contexto, Walter Benjamin. (3) "Nuestro Conventillo" de Domingo "Mingo" Romano por Osvaldo Martín “La Voz” Cicero.
(4) "Almagro" de Juan Carlos Muralla.
(5) Esta y todas las demás fotografías que acompañan el texto han sido gentilmente cedidas por Héctor Fabián y Osvaldo Martín Cicero o bien tomadas de fotolog.com/almagro_viciosos, espacio virtual gestionado por Solana Encina. La que abre este posteo es propiedad de Delia Balido. Los videos son creación de y pertenecen a María Laura “Malaucha” Charnik. Fuente: es.youtube.com/user/MALAUcha.

Ver también losviciososdealmagro.blogspot. com para una reseña completa sobre la historia de este Centro Murga porteño.

Bulnes y Guardia Vieja... Luego, Mataderos

martes, agosto 12, 2008


“…Si estos tiempos son de queja, de yugo y mala sangre
Le pido se fije y ande tratando de no olvidar;
Una de cal y una de arena, penas, murga y carnaval…”


La murga contemporánea como agente de la (re)construcción de la identidad


Por Pupita La Mocuda



Luego de la debacle que significara para los derechos civiles la década de los años setenta, en el decenio siguiente la Argentina registra un proceso de reactualización de los derechos políticos a partir de la transición a la democracia. Sin embargo, esto trae aparejado el debilitamiento del aspecto colectivo y comunitario – la sociedad no puede representarse como un todo diluyéndose la idea de lo común – que en la década de 1990 tendrá como corolario la destrucción de los derechos sociales. No únicamente aumentan la desigualdad y la pobreza sino que se hará más intensa la polarización social.
Tanto a nivel nacional como planetario - aunque al caso argentino deben sumársele los devastadores efectos del terrorismo de estado - los procesos de desregulación económica producen una fuerte dinámica descolectivizadora, que significan para numerosos individuos y grupos sociales la entrada en la precariedad, si no la pérdida de los soportes sociales y materiales que durante décadas habían configurado las identidades sociales. Se abre una fase en la que las inequidades s se multiplican y las seguridades se dislocan. Se evidencian claramente el deterioro, la descomposición y el desencantamiento de los magmas de sentido colectivo. Algunas visiones van a enfatizar la cuestión de la desafiliación, la anomia y la ruptura de marcos integradores como causantes de déficits identitarios y graves fracturas sociales.
Al estallido de las identidades construidas en torno al trabajo, el partido político y la nacionalidad debe adosársele la configuración de nuevas pertenencias por parte de los movimientos sociales, tanto en la elección del marco de referencia como de las institucionalidades y tipos de ciudadanía que generan. La globalización y el auge de la multiculturalidad – o la interculturalidad – van a desplazar las construcciones identitarias de sus anclajes y van a reemplazarlas por pertenencias heterogéneas y autónomas. Estas características impactarán en las instituciones y organizaciones sociales a partir de una demanda por mayor horizontalidad, menor burocracia y democratización, que se combinan con el peso que adquieren las nuevas subjetividades.
Ante este panorama las murgas argentinas contemporáneas - conglomerados de tipo artístico pero que desde la perspectiva que analiza su estructura y organización constituyen nucleamientos humanos productores de sentido e identidad a partir de prácticas sociales compartidas y la recuperación de saberes vinculados al pasado artístico barrial o ciudadano - constituirán pequeños pero sólidos oasis en los cuales (re)crear y afianzar lazos, reconstruir relaciones interpersonales dañadas hasta lo indecible, regenerar entre las personas condiciones de confianza y solidaridad perdidas y prolongarlas en el tiempo. Sólo si un alguien puede percibir su consistencia y su continuidad tendrá capacidad para construir su propio guión de la realidad social y construir su futuro.




Reportaje ciberepistolar a Martín "Rulo" Merlino,
uno de los directores y fundadores del Centro Murga Pasión Quemera de Parque Patricios
Por Pupita La Mocuda

- El nacimiento de Pasión Quemera se produce a mediados de la década de los noventa, ¿no es cierto, Martín? ¿Cuál es la configuración particular que permite ese nacimiento? ¿Vos fuiste protagonista de su gestación? Recuerdo una actuación de fin de año en la sala teatral del Centro Cultural Ricardo Rojas en la que ustedes participaron. Pero, a su vez, Pasión Quemera tiene una impronta barrial fuerte que es muy interesante explorar.
- Si, es así. Exactamente en junio de 1994 comenzamos a formar lo que es hoy Pasión Quemera. Pero, en ese momento, la idea era armar algo novedoso para la tradicional fiesta de Año Nuevo que aún hoy seguimos organizando en la intersección de las calles Elía y Grito de Asencio en Parque Patricios sur casi al límite con el hermano barrio de Pompeya. Hasta ese entonces con un grupo de amigos, amigas y vecinos veníamos armando esta fiesta desde mediados de los ochenta. En los últimos años, además de la Quema del Muñeco que representaba al año que se iba y del posterior baile popular, comenzamos a incluir algunos números humorísticos musicales donde nos disfrazábamos parodiando a determinados grupos. Fue así que recuerdo haberme disfrazado (aunque algunos no lo puedan creer dado mi supuesto perfil de persona seria, ja ja) de indígena, de escocés, de bailarina de cumbia , de bailarín de ballet, siendo esto, quizás, un antecedente carnavalero a la etapa murguera dado que mi contacto previo con lo murguero y con el carnaval lo recuerdo como espectador de algunas murgas y comparsas en Avenida de Mayo y en la localidad bonaerense de Benavídez, donde vivían mis abuelos, y de los juegos con agua en mi barrio. Luego, el 1º de enero de 1995, llegó la murga. En este caso, aunque iba a ser sólo por esa vez, lo tomamos muy seriamente y estuvimos ensayando los seis meses previos a esa fecha. Principalmente lo que gestó a la murga fue un fuerte sentido de pertenencia al barrio y lazos de amistad y de mucha unión con amigos y amigas que nos conocíamos desde chicos aunque también participaron más desde afuera otra gente que no era de allí que también estuvo en ese debut de la murga. Nuestra idea fue la de llevar un pedazo de nuestro barrio y de nuestras vivencias dentro de él a muchos otros barrios y lugares a veces diferentes y a veces parecidos al nuestro. - Aun cuando Pasión Quemera no se vincule directamente con el Club Huracán, el nombre y los colores remiten a él. ¿Cuáles son las implicancias de esta relación si es que puede decirse que hay alguna? ¿Tiene que ver con el fútbol en sí, con el barrio, con una inspiración del momento o con alguna otra cosa? -Por supuesto que es innegable que el nombre y más que nada los colores remiten al Club Atlético Huracán. No se puede omitir que el Globo
[i] es el símbolo y mayor representante del barrio de Parque Patricios[ii] pero cuando se fundó la murga la elección surgió casi naturalmente aunque siempre aclaramos que lo de “quemeros” se lo debemos al antiguo nombre con que era conocida esta zona de la ciudad, “el barrio de la quema” por la quema de basuras que existía en donde se instaló el actual estadio de Huracán y no sólo por el apodo que tenemos los hinchas de este club. Sabíamos de la implicancia de ese nombre y de los colores pero también sabíamos que lo que queríamos y seguimos queriendo con la murga es totalmente diferente a lo que habitualmente se asocia con lo futbolístico, como lo es la violencia, la división, la búsqueda de un enemigo y podemos decir que al vernos bailar y cantar nuestras canciones, oír nuestras letras y nuestra propuesta estas confusiones desaparecen inmediatamente. Por lo menos eso es lo que comprobamos a lo largo de estos casi catorce años de vida en los que no hemos tenido ni un solo incidente relacionado con ese aspecto. No obstante, algunas veces participamos de eventos realizados por el club y hasta bailamos dentro del estadio en algunos partidos, es que indudablemente somos muchos los hinchas del club dentro de la murga y el sentimiento siempre tira, generalmente lo discutimos bastante porque siempre queremos cuidar que nuestra imagen no quede pegada a la de ser “la murga de Huracán” como sí ocurre en otras instituciones que sostienen y apoyan a sus propias murgas. Nosotros somos absolutamente independientes pero no estamos ajenos a las fiestas populares del barrio en las que Huracán está muchas veces presente. También somos conscientes de que para mucha gente del barrio e hincha del club constituimos un referente importante y muchas veces se mezclan las cosas pero siempre tratamos de aclararlo.
- Igualmente – y esto es una opinión personal y, como tal, debatible – hay préstamos importantes en cuanto a una cierta estética compartida entre murga e hinchada (por ponerle un nombre al fenómeno extra-deportivo que rodea muchas veces al juego mismo). ¿Estás de acuerdo con esto? Sobre todo en estos últimos tiempos, hay una modalidad murguera en crecimiento en la Argentina y que se vincula de forma directa al fútbol, del estilo de los pioneros en esto, la murga de Vélez Sarsfield. He estado viendo por internet, por ejemplo, en las parcialidades de equipos mexicanos, lo que allí denominan “murga de cancha”, un fenómeno muy particular que incluye, increíblemente, el bombo con platillo porteño.
- Si, es verdad, Pupita. La estética en los dos ámbitos es muy parecida sobre todo en los últimos años cuando el bombo pudo retornar a los estadios de fútbol luego de mucho tiempo de estar proscripta su presencia en las hinchadas por considerarlo un elemento peligroso. Se decía que dentro del bombo se guardaban armas o drogas. Mucho tuvo que ver, para mi, la aparición masiva de las murgas y su aceptación en todos los barrios y las hinchadas, en las cuales también hay murgueros, retomaron este instrumento que le da un clima más festivo a las tribunas, junto con las sombrillas y las banderas. También a través de la televisación del fútbol argentino a otros países, primero nos copiaron las canciones y luego toda la disposición de las hinchadas en las tribunas, con su ubicación central, las posturas clásicas en el para-avalancha y la utilización del bombo con platillo porteño en algunos casos y de otros instrumentos percusivos similares en otros.