miércoles, septiembre 17, 2008


¡¿Dónde está Jorge Julio López?!




El mismo dolor, el mismo horror


Juan Carlos Cena - Elena Luz González Bazán

Está desaparecido hace dos años, eso sí en marzo hubo un cambio de carátula por presunta desaparición forzada de persona…Un manto de olvido inducido cubre la desaparición del compañero Jorge Julio López. Un gran mutismo se ha estacionado en el gobierno nacional, porque una declaración al pasar no es compromiso. Un gobierno nacional que es continuación del anterior, que perpetúa fogoneando un olvido, olvido que hace retroceder la memoria de un hecho aberrante que es la desaparición del compañero. Gobierno que jamás se auto criticó por las barbaridades que mandó decir sobre Jorge Julio López.

En marzo de este año cambiaron la carátula. Su familia ha denunciado a mediados de abril que la investigación por Jorge Julio López no estaba bien hecha. Por otro lado, los organismos de Derechos Humanos han reiterado y solicitado que los jueces como así mismo la policía provincial se aparten de la investigación.Jueces que a su vez son profesores en la Escuela Provincial de Policía Juan Vucetich, toda una anomalía. Lugar donde existió un CCD, Campo Clandestino de Detención, confirmado por las declaraciones de quienes soportaron los oprobios en ese lugar, cuestión que puede ser corroborado, además, en los archivos de Justicia Ya, en el Archivo Provincial por la Memoria. Dicha escuela fue parte del denominado Circuito Camps. Estos jueces-profesores tienen a su cargo investigar la desaparición de López. El resultado de esa investigación pinta la realidad, la búsqueda del paradero de López confirmó la impunidad existente, el tiempo pasó y la bonaerense siguió…y los jueces-profesores continuaron dando clases en la Escuela Juan Vucetich.

Una causa viciada, donde no se ha citado a declarar a ninguno de los represores denunciados por López. Sólo después de un año y medio, la policía bonaerense fue apartada de la investigación.Jueces, policía bonaerense, la peor policía. Pistas y más pistas, requisas y más requisas que nunca condujeron a encontrar a este hombre de infinita dignidad como nos muestra su mirada, que se pueden observar en sus gruesas manos de albañil, ese pelo canoso y esa mirada diáfana que no dudó en ser acusador de la trayectoria de uno de los represores más reputados de la provincia bonaerense: Miguel Etchecolatz…

Nadie debe ignorar que luego de sentarse ante los jueces y denunciar todo lo pasado, recordar sus momentos más duros, que con el paso de los años armó un rastreo personal de quienes habían sido sus secuestradores y torturadores, de él y tantos trabajadores y trabajadoras, compañeros y compañeros, Jorge Julio López danzó y lloró de alegría, después de su declaración. Un gran peso se había sacado de encima, así lo testimonian y cuentan sus compañeros de ruta, a quienes entrevistamos en los días posteriores a su actual desaparición.Ni Arnaldo Corazza, ni el camarista Alberto Durán pueden ser considerados ágiles funcionarios en pos de la aparición de López. Es más, la policía que lo llevó hace más de treinta años, puede ser la misma que lo secuestro por segunda vez, el 18 de septiembre del 2006, eso sí la búsqueda de López quedó en manos de esta repartición policíaca.Mientras tanto, la abogada Guadalupe Godoy, de Justicia YA!, denunció unos días antes de cumplirse 19 meses de su desaparición que la justicia delegó la investigación prácticamente en la Policía Bonaerense, "que es como poner un zorro a cuidar un gallinero". En tanto, el juez Arnaldo Corazza, a cargo de la instrucción, suele enviar informes en los que afirma que "no hay irregularidades cometidas por personal policial denunciadas en la causa", aún cuando se han hecho operativos sin autoridades judiciales y han tenido que reconstruirse otros, como el realizado en la localidad de Atalaya, por estar viciados.De aquel día de los alegatos contra Miguel Etchecolatz han pasado dos años, todo sigue igual: "Esto es posible porque todos los niveles del Estado y todos sus poderes han permitido y avalado que, al día de hoy, el secuestro y la desaparición de Julio estén impunes", remarcaba Godoy, abogada de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), en el mes de abril de este año.Los camaristas de la Sala I de la Cámara Federal de La Plata.

Por sorteo, la apelación que realizaron los organismos de derechos humanos para apartar a la policía bonaerense que fue denegada por el juzgado de Corazza, el 16 de enero de este año, cayó en la Sala I de la Cámara Federal de La Plata, allí se encuentran los jueces: Julio Reboredo, Alberto Ramón Durán y Alicia María Di Donato.AntecedentesEn el caso de Alberto Ramón Durán y Alicia María Di Donato son muy conocidos de la policía bonaerense, fuerza reputada por varias líneas de investigación. Es así que Justicia Ya recusó inmediatamente a los dos magistrados por considerarlos pro-Bonaerense y por no contar con la imparcialidad necesaria para investigar estos delitos.

En el caso de la jueza Di Donato perteneció a la fuerza desde plena etapa de la dictadura: 1978 a 1990, aunque ha omitido agregar esos datos al currículum con el que cuenta el Consejo de la Magistratura.

El juez Durán acredita un largo historial con la bonaerense. ¨Y si de algo no se lo puede imputar es de ser defensor de los Derechos Humanos. Años atrás, fue acusado por boicotear los Juicios por la Verdad. Se negó a secuestrar el archivo del cura castrense Emilio Graselli e intentó devolverle a Aldo Rico la información de inteligencia policial que estaba en poder de la Justicia. También, fue dada a conocer su amistad con el represor fallecido Darío Delfín Rojas, colaborador de Ramón Camps¨.Por su lado el juez Durán fue presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana, que procuraba establecer un sistema que articule la acción de todas las instituciones judiciales y de seguridad, móviles y efectivos. No quedaba duda de que para el juez la única vía de trabajo era la coordinación con las fuerzas de seguridad. Asimismo, Durán se ha desempeñado desde 1985 como docente de la Escuela de Policía Juan Vucetich, centro de estudios que fue denunciado por el funcionamiento de un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar, afirma la Agencia Anred.Se graduó como abogado en 1979 en la UCA Universidad Católica de La Plata. Por su lado, el actual gobernador, Daniel Scioli lo designó como presidente de la Comisión de Estudios Legales de Seguridad Ciudadana, dependiente del Ministerio de Seguridad. En el diario El Día de La Plata se ha referido a Durán y conjeturan señalándolo como el "ministro en las sombras". Por su lado, el matutino Crítica, también afirmó: "Fuentes muy cercanas al gobernador bonaerense aseguraron que estudia la posibilidad de que este ex funcionario de la dictadura y fogonero de la denominada "maldita policía" ocupe el ministerio del área, hoy a cargo del cada vez más asediado Carlos Stornelli". La pregunta que retumba en los organismos de Derechos Humanos es cómo este juez podría decidir si debe apartarse la bonaerense de la investigación.

Igualmente, Justicia Ya! Afirmaba en abril del corriente año: "Tanto su carácter de Profesor de la Escuela de Policía como de Presidente de la Comisión asesora del Ministerio de Seguridad producen, objetivamente y al margen de sus deseos, que Durán ostente un profundo vínculo desarrollado a lo largo de muchos años con los integrantes de la Policía Bonaerense algunos de los cuales están siendo o serán investigados en la presente causa y otros están a cargo de esa investigación".

Además, dejaron en claro: "La situación se agrava si se tiene en cuenta que aquí el magistrado debe resolver si aparta o no de la investigación a la fuerza cuyo jefe, el Ministro de Seguridad de la Provincia, él asesora".

Los apoyos justicialistas

"Un hombre de reconocida trayectoria democrática", definen al juez Alberto Ramón Durán, la CGT Regional La Plata, que encabeza Carlos Quintana, y la Unión de Abogados Justicialistas platense -con el patrocinio de Héctor Galesio, secretario del bloque del Frente Para la Victoria en la Legislatura. Ambas organizaciones justicialistas reclamaron ser aceptadas como querellantes en la causa López y mediante un escrito hicieron oídos sordos a las denuncias de los organismos de Derechos Humanos que vienen luchando desde septiembre del 2006 por la aparición de Jorge Julio López. Se reconocieron damnificados por el secuestro de López por su "origen peronista", ese mismo que reivindicaba el ex presidente Néstor Kirchner y que, a pesar de ello, poco ha hecho para que su desaparición no quede impune.

Además, en abril de este año los organismos de Derechos Humanos aseveraban: ¨Hace unos meses presentamos un nuevo pedido para que se cambie la carátula a desaparición forzada y que se aparte la Policía de la investigación, una vez más ese pedido fue rechazado por el juez Corazza. Decidimos apelar a la instancia superior, la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, y la causa recayó en la Sala I integrada por los jueces Alicia Maria Di Donato, Alberto Durán y Julio Reboredo.Esto nos obligó a recusar a los jueces Di Donato y Durán. A la Dra. Di Donato, recientemente incorporada a la Sala I, por su pertenencia a la Policía bonaerense desde marzo de 1978 hasta octubre de 1990, momento en que renunció con el cargo de Oficial Subinspector. Al Juez Durán, por su estrecha vinculación con la policía provincial tal como lo mostramos en el año 2005, oportunidad en que también lo recusamos con similares fundamentos cuando a su Sala llegó una de las causas contra los genocidas. A esos fundamentos debimos agregar que Durán es hoy integrante del Consejo Asesor del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, donde se desempeñan varios de los investigados en la causa López, y se lo sindica como ministro de seguridad en las sombras.Mientras se resuelve la recusación ambos jueces siguen en funciones y la primera medida que tomaron fue impedir que una copia de la causa quedara en el juzgado de Corazza con lo que ésta queda virtualmente paralizada. Además, Durán está intentando desprestigiarnos, hacer creer que cuenta con el apoyo de algunos organismos de derechos humanos y mientras tanto conseguir quienes realmente lo sustenten. Es así que se presentan como querellantes, en la causa López, la CGT de La Plata y la Asociación de Abogados Justicialistas de La Plata. Lo curioso es que lo hicieron con un escrito que en su casi totalidad se dedica a defender la” probada trayectoria democrática" de Durán¨.Por donde no anduviste Jorge Julio López.

Entre el sin fin de justificativos y búsquedas infructuosas hay una en la localidad de Ignacio Correas, actuó el cuerpo de buzos de la bonaerense que luego fue reemplazo por el de la Policía Federal. Por supuesto, nada.Por otro lado, en la fiscalía trabajan con refuerzo de personal, los mismos, según la información, están estudiando y ordenando el corpulento expediente del caso López. Por su lado, Justicia Ya! les ha solicitado tener acceso a legajos anexos que contenían testimonios de los que no tenían noticia, como parte querellante.Entre los otros datos sobre la supuesta salida de Julio López a la hermana República del Paraguay, todo ha sido desbaratado, según Migraciones el testigo figuraba como que había salido del país rumbo a Paraguay, por la provincia de Misiones en un paso fronterizo.

Todo tuvo que ver con una carga de información en el sistema informático, hubo un error y en lugar de cargar el nombre de Jorge Julio López y su documento, algo que debe estar cargado de siempre en la búsqueda, los funcionarios de Migraciones lo registraron abandonando el país. Como para la Federal esto no cerraba, fueron a Misiones realizaron interrogatorios al personal de Migraciones y constataron con Migraciones del lugar que esa había sido una falla del personal.Asimismo, en los carteles de búsqueda de Gendarmería Nacional aparece dicho dato y un DNI, allí se decía que López había salido del país, la Policía Federal constató el error, ergo el tema tenía que estar agotado, pero el juez Corazza resolvió interrogar nuevamente a los funcionarios de Migraciones.En la marcha de julio del 2008, los organismos de Derechos Humanos que se movilizaron desde Plaza Moreno a Plaza San Martín en La Plata, denunciaron legajos secretos en la causa López, esta lectura la hizo Nilda Eloy, sobreviviente de la última dictadura y compañera en el juicio contra Miguel Etchecolatz.

Esperar la recusación de estos jueces es una exigencia, ni una hora más en esta causa, sin embargo, su elección, primero por sorteo y luego por perseverancia de la impunidad, nos acerca a la desazón.Su hijo Rubén ante la falta de respuesta por el destino de su padre declaró hace unos días que prefieren encontrar el cuerpo de su padre para que termine la agonía.

Hay responsabilidades, esta presidenta que le gusta lucir modelos especiales para todo, viajó a París, Francia, para pedir por Ingrid Bentacourt, eso sí, jamás dijo una línea por Jorge Julio López. Es que hay que inferir que hay diferencias, una fue candidata a presidenta, Jorge Julio López es un albañil con gran coraje. Claro de eso poco saben en la Rosada, como en algunos organismos de derechos humanos que se rasgan las vestiduras por los derechos humanos, pero vilmente han denostado al compañero López. Hay responsabilidades del anterior gobierno, el de Néstor Kirchner que declaró que la desaparición de López era producto de quienes se siguen organizando para que no haya justicia en Argentina y de este gobierno que olvida deliberadamente a López.Y que hicieron ustedes en este tiempo, es nuestra pregunta. Respuesta: nada, absolutamente nada, primero lo denostaron, luego confundieron, después lo comenzaron a ocultar…

Seguimos con la misma firmeza, la misma vehemencia, la misma fuerza e igual convicción, compañero Jorge Julio López: APARICION CON VIDA YA.

Fuentes: Justicia Ya, Anred, Página 12, Crítica Digital, La Nación, El Día de La Plata, entrevistas y fuentes propias.
Juan Carlos Cena - Elena Luz González Bazán son miembros fundadores del MONAREFA e integrantes de organismos de Derechos Humanos.

Fuente para este texto: argenpress

jueves, septiembre 11, 2008

1973 - 2008

Salvador Allende

Ultimos mensajes

Santiago de Chile, 11 de septiembre de 1973

7:55 A.M. Radio Corporación


Habla el Presidente de la República desde el Palacio de La Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el gobierno, del gobierno legítimamente constituido, del gobierno que está amparado por la ley y la voluntad del ciudadano.
En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal.
En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al gobierno que represento por voluntad del pueblo.
Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero Presidente de la República.
8:15 A.M. Radio CorporaciónTrabajadores de Chile:
Les habla el Presidente de la República. Las noticias que tenemos hasta estos instantes nos revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la provincia de Valparaíso. He ordenado que las tropas del ejército se dirijan a Valparaíso para sofocar este intento golpista. Deben esperar la instrucciones que emanan de la Presidencia. Tengan la seguridad de que el Presidente permanecerá en el Palacio de La Moneda defendiendo el gobierno de los trabajadores. Tengan la certeza que haré respetar la voluntad del pueblo que me entregara el mando de la nación hasta el 4 de noviembre de 1976.
Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la patria.


Radio Corporación (Fragmento)

... En ese bando se insta a renunciar al presidente de la república. No lo haré. Notifico ante el país la actitud increíble de soldados que faltan a su palabra y a su compromiso. Hago presente mi decisión irrevocable de seguir defendiendo a Chile, su prestigio, en su tradición, en sus normas jurídicas, su constitución. Señalo mi voluntad de resistir con lo que sea, a costa de mi vida, para que quede la lección que coloque ante la ignominia y de la historia a los que tienen la fuerza y no la razón.
En este instante señalo como una actitud digna, que aquí está junto a mí el director titular de Carabineros, general José María Sepúlveda. Y que en este instante los aviones pasan sobre La Moneda, seguramente la van a ametrallar. Nosotros estamos serenos y tranquilos. El holocausto nuestro marcará la infamia de los que traicionan la patria y el pueblo
8:45 A.M. Radio CorporaciónCompañeros que me escuchan:
La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de estado en que participan la mayoría de las Fuerzas Armadas.
En esta hora aciaga quiero recordarles algunas de mis palabras dichas el año 1971, se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo. Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada.
Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito.
El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse.
Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida.
9:03 A.M. Radio MagallanesEn estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por mandato conciente de un Presidente que tiene la dignidad del cargo entregado por su pueblo en elecciones libres y democráticas.
En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada. Este es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.
Pagaré con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra ... roto la doctrina de las Fuerzas Armadas.
El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.


9:10 A.M. Radio Magallanes

Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de radio Portales y radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director general de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar!
Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.
Estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

Click aquí para escuchar audios

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.

Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé de las primeras balas
más temprano que tarde sin reposo
retornarán los libros las canciones
que quemaron las manos asesinas
renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.

Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.


Click aquí para escuchar a Pablo Milanés con Víctor Manuel

sábado, septiembre 06, 2008



Territorios en resistencia
Cartografía política de las periferias urbanas latinoamericanas
Raúl Zibechi – (lavaca editora– 2008)
Introducción
*

En los últimos veinte años tuve la posibilidad de visitar múltiples rincones de América Latina, donde los de abajo se empeñan en convertir sus iniciativas colectivas para la sobrevivencia en espacios para resistir el sistema hegemónico. Pude conocer algunas experiencias notables, compartir con las y los actores sobre los modos y formas de construir sus vidas cotidianas, y luego ampliar lo allí convivido a través de abundante bibliografía.
Lo que aprendí junto a esos colectivos me reafirmó en la convicción de que en América Latina, al calor de las resistencias de los de abajo, se han ido conformando “territorios otros”, diferentes a los del capital y las multinacionales, que nacen, crecen y se expanden en múltiples espacios de nuestras sociedades. Puede objetarse que las formas de construcción de los movimientos indígenas en áreas donde habitan desde hace siglos, no deben compararse con las experiencias urbanas de los sectores populares. Las diferencias entre unos y otros son inocultables, empezando por el simple hecho de que la presencia estatal en esos lugares es débil, lo que facilita la existencia de formas de vida heterogéneas. Pero tampoco podemos dejar de lado, que las experiencias de esos sectores a menudo se entrelazan y que en no pocas ocasiones tienden a tomar camino, si no idénticos, por lo menos similares.
Las experiencias educativas, ancladas en lo bilingüe, los cuidados de la salud en base a los saberes ancestrales, la renovación y reconocimiento de la justicia y de formas de poder apoyadas en las tradiciones comunitarias, pueden servir para confirmar las inexorables diferencias entre el mundo rural indígena y el urbano popular. Es enteramente cierto que entre los indios de nuestro continente sobreviven y se han recreado tradiciones diferentes a las que vemos en los sectores populares urbanos, entre ellas, y de forma destacada, la lengua propia.
Pero no es menos cierto que los sectores populares son portadores de relaciones sociales también diferentes a las hegemónicas, aunque no asimilables a las de los indígenas. Sin embargo, no es a través de estudios de carácter antropológico o sociológico como podemos desentrañar el carácter de esas diferencias. Los pueblos, sus culturas y cosmovisiones, no pueden ser comprendidos desde metodologías de carácter “científico”, o sea, sólo a través de estudios cuantitativos y estructurales. No se trata de medir las diferencias sino de comprenderlas a través de su despliegue y su visibilización, de los rastros y realizaciones concretas que van dejando estelas y huellas, materiales y simbólicas.
Estoy firmemente convencido, como sugiere James Scott, de que los de abajo (ese amplio conglomerado que incluye a todos, y sobre todo todas, quienes sufren opresión, humillación, explotación, violencias, marginaciones...) tienen proyectos estratégicos que no formulan de modo explícito, o por lo menos no lo hacen en los códigos y modos practicados por la sociedad hegemónica. Detectar estos proyectos supone, básicamente, combinar una mirada de larga duración con un énfasis en los procesos subterráneos, en las formas de resistencia de escasa visibilidad pero que anticipan el mundo nuevo que los de abajo entretejen en la penumbra de su cotidianidad. Esto requiere una mirada capaz de posarse en las pequeñas acciones con la misma rigurosidad e interés que exigen las acciones más visibles y notables, aquellas que suelen “hacer historia”.
Larga duración, porque sólo en ella se despliega el proyecto estratégico de los de abajo, no como programa definido y delimitado sino a través de grandes trazos que apuntan en una dirección determinada. Esa dirección, en América Latina, nos habla de creación de territorios, rasgo diferencial de los movimientos sociales y políticos respecto a lo que sucede en otras latitudes. En paralelo, en la larga duración pueden hacerse visibles los pliegues internos –claves para comprender los proyectos de nuestros pueblos – que resultan invisibles al observador externo.
Aunque los territorios de los movimientos abren nuevas posibilidades para el cambio social, no representan, empero, ninguna garantía de transformación liberadora. En las periferias urbanas de muchas ciudades latinoamericanas, he visto territorios de la complejidad y la diversidad, de la construcción de relaciones sociales horizontales y emancipatorias donde se registran formas de vida heterogéneas, junto a territorios donde la dominación reviste las vulgares formas de la militarización vertical y excluyente. Transitar de un barrio a otro, cruzando apenas una avenida, puede representar un cambio brusco entre la dominación y la esperanza.
Como toda creación emancipatoria, los territorios urbanos están sometidos al desgaste ineludible del mercado capitalista, a la competencia destructiva de la cultura dominante, la violencia, el machismo, el consumo masivo y el individualismo, entre otros. Los territorios de los sectores populares urbanos –a los que está en gran parte dedicado este libro– nacieron y buscan crecer en el núcleo más duro de la dominación del capital, en las grandes ciudades que son sede natural de las viejas y nuevas formas de control social, que contribuyen a lubricar la acumulación de capital.
a sea por la vía represiva o por la interiorización de la cultura neoliberal, estos emprendimientos han venido siendo acosados desde que nacieron, hace más o menos cuatro décadas, en todas las periferias urbanas de este continente. Con el tiempo, están aprendiendo a sortear este conjunto de adversidades, a veces desarmando algunos de sus más queridos proyectos, como me han enseñado los compañeros del Movimiento Social Dignidad, de Cipolletti. Para no ser atrapados por la lógica identitaria del capital, capaz de devorar todo aquello que se congela pese a haber sido creado con prácticas emancipatorias, los desocupados organizados de esa ciudad decidieron desarmar, o mejor, parar por un tiempo, los emprendimientos productivos, entre ellos la panadería y la bloquera, que les proporcionaban buenos ingresos. Para seguir avanzando, para comenzar a trabajar con aquellos que más necesidad tienen de movimiento –adolescentes, niños y niñas destrozados por la pobreza– se vieron forzados a poner en cuestión todo lo que venían haciendo, para abrirles un espacio en sus almas y en sus cuerpos, como hubiera dicho León Felipe.
Los territorios urbanos donde han arraigado los movimientos que trabajan por la emancipación, están sufriendo nuevas e inesperadas embestidas por parte de actores nacidos a menudo en el seno de esos mismos movimientos. Se trata de un proceso que se puede fechar hacia la década de 1990, con el acceso a los gobiernos municipales de fuerzas de izquierda como el Partido de los Trabajadores en Brasil y el Frente Amplio en Uruguay, y otras fuerzas de izquierda en una porción significativa de las ciudades latinoamericanas. De la mano de la “descentralización con participación”, se pusieron en marcha proyectos como el Presupuesto Participativo en Porto Alegre; experiencias que tuvieron nombres y protagonistas diferentes, pero características similares en otras urbes. Desde el punto de vista de los sectores populares organizados en movimientos, estas experiencias no fueron felices, ya que propiciaron la desarticulación de toda una camada de organizaciones populares, más allá de la voluntad de sus promotores.
El problema que enfrenta la dominación en América Latina, es que en las últimas décadas las poblaciones se levantan, se insurreccionan, y desde el Caracazo de 1989 lo hacen de modo regular. El panóptico se ha vuelto arcaico: aunque sigue funcionando, no es el medio fundamental de control. Lo que se requiere para gobernar grandes poblaciones que cambian y buscan el cambio, son formas de control a distancia, más sutiles, que trabajen en relación de inmanencia respecto a las sociedades, y para eso los movimientos juegan un papel fundamental. De ahí la necesidad de contar con ellos, ya no reprimirlos y marginarlos.
Podemos decir que los estados que dirigen Lula, Kirchner y Tabaré Vázquez, por poner los ejemplos más obvios pero no los únicos, son hijos del arte de gobernar. Ya no estamos ante los estados benefactores o ante los estados neoliberales prescindentes, sino ante algo inédito, que sobre la base de la fragilidad heredada del modelo neoliberal busca desarrollar nuevas artes para mantenerlos en pie, dotarlos de mayor legitimidad y asegurar así su supervivencia siempre amenazada.

En la favelas de Brasil, en las villas de Argentina y en los asentamientos de Uruguay, los activistas sociales ya no están solos. Algunas décadas atrás, el Estado sólo aparecía vestido de uniforme policial o militar, o a través de caudillos patriarcales hoy en decadencia. Ahora el Estado reconoció el papel del territorio y de los movimientos territoriales, y los movimientos reconocen el nuevo papel del Estado. Y juntos, a partir de ese reconocimiento, están creando algo nuevo: las nuevas formas de dominación. Es éste un cambio de larga duración, destinado a introducir una poderosa cuña estatal en las periferias urbanas, pero ya no de un Estado puramente represivo sino algo más complejo y “participativo” que, no obstante, persigue el mismo fin: adelantarse a lo que pueda suceder, en suma, “evitar la revolución”. Es ahora un Estado capilar, porque gracias al arte de gobernar ha permeado los territorios de la pobreza con mucha mayor eficiencia que los caudillos clientelares del período neoliberal. Esos caudillos actuaban de modo vertical y autoritario, y por lo tanto siempre podían ser desbordados y, más aun, estaban destinados a ser desbordados.
Estamos transitando nuevas formas de dominación. Poco importa que vengan de la mano de fuerzas que se proclaman de izquierda, porque las nuevas artes de gobernar las desbordan y las incluyen a la vez. No es que las izquierdas se hayan propuesto hacerlo así, sino que les tocó gobernar en un período en el que están surgiendo nuevas gobernabilidades. En otras partes del mundo, Irak por ejemplo, algunas de estas “artes” las practican las tropas de ocupación de Estados Unidos. No interesa tanto quién sino cómo.
Lo que está en juego es la supervivencia misma de los movimientos, y de sus territorios como potenciales espacios de emancipación. En la medida que las nuevas formas de gobernar, que suelen ser ensayadas primero a escala municipal, desarticulan los movimientos sociales, pueden ser consideradas como parte del arsenal antisubversivo de los estados. Superar este desafío pasa, entre otros, por comprender lo que está cambiando, asumir las nuevas formas de dominación biopolíticas más allá de quienes las hagan rodar. Que sean las izquierdas las encargadas de hacerlo, no debería sorprender: el panóptico fue una creación de la Revolución Francesa, para enfrentar los desafíos que planteaba la caída del viejo régimen.
Siento, en consecuencia, que los conceptos y las palabras que habitualmente manejamos para describir y comprender nuestras realidades, son inadecuadas o insuficientes para interpretar, y acompañar estas sociedades en movimiento. Como si la capacidad de nombrar hubiera quedado atrapada en un período sobrepasado por la vida activa de nuestros pueblos. Buena parte de las hipótesis y análisis en los que crecimos y nos formamos quienes participamos en el ciclo de luchas de los 60 y 70 se han convertido, glosando a Braudel, en “prisiones de larga duración”. Muy a menudo acotan la capacidad creativa y nos condenan a reproducir lo ya sabido y fracasado. Un nuevo lenguaje, capaz de decir sobre relaciones y movimientos, debe abrirse paso en la maraña de conceptos creados para analizar estructuras y armazones organizativos.

Hacen falta expresiones capaces de captar lo efímero, los flujos invisibles para la mirada vertical, lineal, de nuestra cultura masculina, letrada y racional. Ese lenguaje aún no existe, debemos inventarlo en el fragor de las resistencias y las creaciones colectivas. O, mejor, aventarlo desde el subsuelo de la sociabilidad popular para que se expanda hacia las anchas avenidas en las que pueda hacerse visible y, así, ser adoptado, alterado y remodelado por las sociedades en movimiento. Necesitamos, en fin, poder nombrarnos de tal modo que seamos fieles al espíritu de nuestros movimientos, capaces de transmutar el miedo y la pobreza en luz.
Y tenemos que ser capaces de pensar y vivir en movimiento, como creo que sugieren los compañeros de Cipolletti. Porque los más castigados en nuestras sociedades, esos que no tienen nada que perder sino las cadenas (Marx), para existir, para conjurar la muerte y el olvido, deben mover-se, deslizarse del lugar heredado; en movimiento siempre, porque detenerse implica caer en el abismo de la negación, dejar de existir.
En esta etapa del capitalismo, nuestras sociedades otras sólo existen en movimiento, como tan bien nos enseñan las comunidades zapatistas, los indios de todas las Américas, los campesinos sin tierra y, cada vez más, los condenados de las periferias urbanas. El doble movimiento, la rotación sobre el propio eje y el traslado sobre el plano, son los dos modos complementarios de entender el cambio social: desplazamiento y retorno. En efecto, no alcanza con moverse, desplazarse del lugar material y simbólico heredado; hace falta, además, un movimiento como la danza, circular, capaz de horadar la epidermis de una identidad que no se deja atrapar porque cada giro la reconfigura.
El movimiento, como imagen de la sociedad otra, es, siguiendo al filósofo, la apuesta por la intensidad (flujo o movimiento) frente a la representación; siempre destinada a sacrificar el movimiento en el altar del orden. Cualquier orden. El trompo del cambio social está danzando, por sí mismo. No sabemos durante cuánto tiempo ni hacia dónde. La tentación de darle un empujón para acelerar el ritmo, puede detenerlo, más allá de la mejor voluntad de quien pretenda “ayudar”. Quizá, la mejor forma de impulsarlo sea la de imaginar que nosotros mismos somos parte del movimiento-zumbayllu; girando, danzando, todos y cada uno. Ser parte, aun sin tener el control del destino final.


*Fuente: lavaca.org: "Territorios en resistencia. Raúl Zibechi acaba de publicar Territorios en resistencia - Cartografía política de las periferias urbanas latinoamericanas, una investigación sobre el significado geopolítico y lo que está en juego en esos territorios que crecen por fuera del mercado y el Estado. El rol de los gobiernos. Los planes sociales, las oenegés y la educación popular: las nuevas formas de dominación en la batalla por el control de los movimientos sociales. Aquí, un regalo para los lectores de lavaca: la introducción de este trabajo indispensable para pensar cuáles son las estrategias de vida y resistencia que se están gestando alrededor de las grandes ciudades del continente."