martes, julio 13, 2010


Al límite
Por Pupita La Mocuda

Desde las antiguas leyendas del dios Momo expulsado del Olimpo por sus burlas hacia lo establecido o desde los incontrolables festejos en la Edad Media y sus ataques a los monarcas, el carnaval tiene sus distintas versiones y tradiciones adaptadas a sus poblaciones tanto originarias como migrantes. En distintas partes del planeta también atraviesa diversas resignificaciones, algunas completamente contaminadas por el mercado y vaciadas de contenido, otras sólo parcialmente. En muchos lugares se sigue luchando por mantener o recuperar esta tradición de crítica y expresión popular. (1) 



Lo cierto es que uno de los tradicionales festejos universales más antiguos de la historia de la humanidad, con su potencia crítica, resistente, con su desorden tumultuoso y su borramiento pasajero de fronteras, persiste hoy a pesar de prohibiciones y ataques para recordarle a la sociedad el dinamismo inestable en que se funda y organiza y al poder político que nunca tiene garantizada ni su hegemonía ni su perdurabilidad. (2) Que su celebración en esta ribera del Río de la Plata ha recobrado protagonismo luego de décadas de decadencia de la mano de murgas que persistieron y sobrevivieron a la desdicha pero también de aquellas nacidas y criadas en estas dos últimas décadas es innegable. Aun cuando su participación no se circunscribe temporalmente a ella, las distintas agrupaciones convocan a la fiesta continua y constantemente proponiendo lecturas y sentidos novedosos.




Hija del carnaval, la murga porteña también ha sufrido los embates y rigores propios de su relación con la historia y la cultura a lo largo del tiempo. Su camino ha sido puntuado por niveles diversos de aceptación y de rechazos mas en estos últimos años ha sido blanco de políticas culturales en la Ciudad de Buenos Aires, fruto del esfuerzo de murgueras y murgueros que persistieron en su vocación y pasión de artistas populares pero que no se han universalizado todavía al resto del país.


Pero a su vez e inevitablemente, siguen produciéndose disputas en relación a qué se encontraría dentro y qué quedaría fuera del género tanto como a la aprobación o no de las mixturas y tejidos con otras tramas genéricas que van a sintonizar con las luchas y los conflictos que involucran sin ninguna duda lo expresivo pero que no dejan de lado lo ideológico y lo socio-organizativo al interior mismo del campo murguero contemporáneo (3) que sigue mientras tanto extendiéndose fértilmente y sin pausa por todo el territorio argentino.

(1) Consignado en Rama (2009): El carnaval un festejo prohibido . El autor plantea un recorrido que historiza la celebración carnavalesca en la Argentina focalizando en la actividad y desarrollo de los distintos nucleamientos murgueros contemporáneos.
(2) Según Romeo, César (2005): El carnaval de Buenos Aires (1770 – 1850). El bastión sitiado.

(3) En cuanto a la definición de género seguimos a Bajtin mientras que para el concepto de campo nos remitimos a lo expuesto por Bourdieu.





"...En Espíritu Cascabelero veo la constante búsqueda de que se instale de nuevo la fiesta del carnaval..."


Ciber-entrevista a Kaki Kaskabelero





























¿Cómo y en qué momento te aproximás a la murga o cómo llega ella a tu vida, Kaki? ¿Tenías alguna otra inserción o vivencia personal o familiar murguera o carnavalera anterior a Espíritu Cascabelero?



En agosto de 1997 arrancó en un taller de murga en Pedro Echagüe y Solís en el barrio de Constitución. A fin de año, ese taller se paso a llamar Los Crotos de Constitución. Ahí, mi primera murga, mi lugar… Pude vivir toda esa construcción de desde muchos lados. Igualmente la murga fue algo que ya de chico sentí de cerca... Mi abuelo me llevaba a los corsos cercanos a mi barrio, en esa época Balvanera, es decir, Once. De ahí mi enfermedad por el carnaval.

¿Qué recordás de esos carnavales de tu infancia?

Los camiones que pasaban llenos de disfrazados; iban empapando a la gente. ¡Eso! ¡La participación de la gente!

¿Te acordás de alguna murga que hayas visto por ese entonces?



Los Cometas seguro y alguna otra de Balvanera, cuyo nombre no recuerdo. También, ví murgas pasar con la famosa carreta de copas y trofeos… ¡Uh! De a poco se me vienen imágenes... Contrabatan a las estrellas del momento y las llevaban como reinas del camión. La Tetamanti…



¿¡Viste como hay que tenerle paciencia a la memoria a veces para encontrar esos recuerdos!? Están allí pero muy sumergidos…



En la escuela primaria salí Rey del Carnaval y mi vieja me hizo una corona inmensa. Ese es otro recuerdo lindo que tengo.

¿Por qué es importante en esto la figura de tu abuelo?



Es muy importante mi abuelo por lo fiel que me hizo a esta fiesta… Por llevarme de chiquito, comprarme un pomo o un Bombero Loco, careta y empaparnos… Yo esperaba ansioso todo eso; todavía atesoro dos de esas máscaras. Y fiel una vez que mi abuelo se fue con Momo cuando encaraba al corso de la Avenida de Mayo con los amigos del barrio, cosa que antes de ser murguero empezaba a decaer y que luego fui estudiando desde lo antropológico y desde la historia para saber bien donde quería estar parado. Y ahí el carnaval me abrió mil lugares a explorar.

¿Vos naciste en la Ciudad de Buenos Aires, en qué barrio?

Nací en Once, Bartolomé Mitre y Pasteur.



¿Qué quiere decir que lo fuiste estudiando el carnaval desde lo antropológico y la historia? ¿Te dedicás a alguna de esas dos cosas?

Soy docente de plástica – Maestro Nacional de Bellas Artes – y aunque no es mi locura, me gusta saber lo que estoy haciendo, diciendo y expresando ya que creo que la murga más que una tradición es espacio de múltiples expresiones, donde el canto, la pintura, el baile, las excentricidades – y podría seguir – se valoran y salen a la luz... No sólo la murga, el mismo carnaval es así

¿Qué hay de todo esto que veías de chico en tu murga Espíritu Cascabelero y de su participación hoy en el carnaval?



En Espíritu Cascabelero veo la constante búsqueda de que se instale de nuevo esa fiesta... Cambió mucho pero mucho sigue también intacto. Estar dentro es distinto que estar afuera y la participación nuestra creo que es activa – yo mejor te diría HIPERACTIVA. Creemos que todo se recupera desde el hacer saber y hacer recordar.



¿Cómo nace Espíritu? ¿Vos sos parte del grupo inicial?



Bueno, yo dejo Los Crotos en 1999, a fines de febrero, y ya teniendo las herramientas me tiro a la pileta a ver qué pasa en Lanús. (Ahí tenía muchos conocidos que también integraban Los Crotos.) De paso me pongo a ver qué se sabía del carnaval por allí y lo primero que me dicen es que AL CARNAVAL EN LANUS QUINDIMIL LO PROHIBIO por una gresca entre corseros punteros, a ver quien se quedaba con más ganancia. Ahí me gustó aún más la idea de armar algo en Lanús. Una murga donde no hay carnaval... Un desafío hermoso pero al que a la vez había que ponerle mucho el cuerpo. Y así fue que el 14 de marzo de 1999 nace Espíritu. En realidad era la primera vez que una murga pisaba la plaza donde hoy ensayamos y hacemos nuestros corsos, la plaza Sarmiento. Era duro pero ¡el barrio ayudo! La plaza mejoró; la gente se volvía a acercar.


¿Con cuántos integrantes comienza Espíritu? ¿Siguen siendo esa misma cantidad ahora? ¿De qué edades?

Este momento somos pocos los del grupo inicial: yo, Beto, Fabio, Darío, los López, zarpados murgueros de sangre… Al principio éramos veinte con toda la fuerza. Muchas mascotas que ahora son enormes. La verdad es que pasó mucha gente por Espíritu. Hoy somos de setenta a ochenta personas en carnaval y cincuenta durante el año. En cuanto a edades, de catorce en adelante, la mayoría adolescentes. Pocos pequeños que no se incorporan por cuestiones de los padres, que no los traen, por ejemplo.



¿Cómo es la conformación de Espíritu hoy por hoy en cuanto a integrantes de escenario, banda de percusión, bailarines, “backstage”? ¿Es fija la cantidad o puede variar?

Espíritu no tiene director; se maneja de forma horizontal. Es un espacio donde todos opinan y proponen. La cantidad de integrantes varía constantemente tanto en baile como en percusión. En el escenario está todo un poco más afilado ya que eso lleva más ensayo y sólo suben los que ensayan o los que se quieren sumar... También, para sostener un grupo tan grande, Espíritu se maneja por comisiones de trabajo, por ejemplo, organización de corsos y eventos, las fantasías y la decoración, el maquillaje y el vestuario, el sonido y la percusión, las luces y la electricidad, los aguateros… O sea, cada persona que entra a Espíritu no sólo entra a aprender del carnaval y la murga si no que se incorpora a un lugar de trabajo para sostener al monstruo.


¿Es decir que lo artistico también se decide de manera grupal? Acá entraríamos de lleno en un tema referido a Espiritu que a mí personalmente me apasiona, esto es, su apuesta estética, su discurso escénico. Desde que los vi por primera vez, estoy buscando una palabra para definirla. Dark? No estoy segura...  Las que mejor le cuadran son, en mi opinion, iconoclasta y algo así como murgopunk, de permitírseme la expresión, pero no sé si estarás de acuerdo, Kaki…



A ver… El punk es un género que revolucionó y lo iconoclasta también le va. Creo que Espíritu, con el tiempo, buscó salir del lugar típico de crítica murguera, el de animarse a decir lo que la gente no se anima, pero ya pasando a lo irónico, lo sarcástico. Nos gusta mucho cantar de frente a la gente y ¡demostrar que no estamos jodiendo! Está bueno crear otras tendencias, elaborarlas.



Lo que a mí me parece es que toman la murga tradicional para ponerla patas para arriba. ¿Espíritu se reconoce como heredera de la murga porteña como género o busca inserciones más amplias? ¿Les preocupan las rupturas y las discontinuidades sufridas por este género a lo largo de su historia?



Lo que queremos es dar una vuelta de rosca al tema y, en especial, hacer que la gente se lleve el mensaje, que se vaya pensando, cagándose de risa e impactada. A lo artístico lo evaluamos y lo decidimos entre todos; hay una fecha en el año en la que todos pueden traer su idea para el próximo carnaval donde se seleccionan canciones, puesta en escena y demás.

¿Con qué otras murgas de este momento histórico y con la tradición murguera te parece que dialoga tanto de nuestro país como a nivel más regional, por ejemplo, lo rioplatense en sentido amplio? ¿O Espíritu más que nada entra en diálogo con otros géneros musicales, el rock, por ejemplo?

Puede ser… Nos gusta ser filosos. Si te ponés a pensar, la murga en sí es así… ¡Todas! Espíritu es heredera de la murga porteña pero no lo es a la vez. Nosotros somos una murga a la que como conjunto no nos engloba un género determinado. Sí, la cualidad del buscar lo distinto sin salir de lo que el carnaval nos legó. Ponele, el tango es irónico y cada cantor lo hace más doliente o no... ¡Sólo depende de cómo lo cante! El rock, en realidad, la música toda, hace la mezcla ideal en Espíritu: punks, stones, metaleros. Todos pueden sentir la murga a su forma pero, por supuesto, eso no quita que seamos murga.

Me atrae pensar en esa paradoja que expresaste: ser heredera de la murga porteña pero no serlo a la vez. Es una descripción que le sienta bien. Al seguir paso a paso una actuación de Espíritu Cascabelero siento que estoy ante una torsión dislocada de la llamada murga tradicional.



Lo que yo te podría decir, Pupita, es que buscamos o generamos un estilo propio tratando de salir de lo que se ve habitualmente



Ahora más puntualmente, me gustaría que contaras sobre las actuaciones. ¿Tienen los componentes habituales del género tales como entrada, crítica y retirada? ¿Hay un orden determinado, por ejemplo, para niños y adultos como lo hay en un Centro Murga ¿Arman coreografías? ¿Le dedican tiempo al baile individual en sus actuaciones?



Espíritu tiene entrada, críticas, sátira, homenajes, retirada y, desde ya, glosas y recitados. Las canciones de crítica se destacan por el uso de la ironía y también con lo directo, pero muy retorcidamente. Tratamos de que las sátiras sean pegadizas y burlonas; los homenajes son lo que más tomamos de lo porteño. Hay canciones propias con melodías propias aunque algunas no las tienen. Viola para el escenario; en cuanto a la percusión, los bombos con platillos son el corazón; también surdos y redos. Y desde hace dos años ¡trompetas! Hacemos desfiles de entrada y retirada y tenemos cuerpo de baile de mujeres y varones, desfiles grupales, coreografías para los finales y las canciones, representaciones…
  
          

Es una de las características más notables, el baile, las coreografías…

Mucho tiempo dedicado al baile. ¡Creo que nos apasiona demasiado! Nos enfermamos por el baile, lo bruto y lo grotesco. En cuanto a las denominadas mascotas, ahora hay pocas. Y van encabezando el desfile, como en los Centros Murga. Es decir, primero niños, luego las mujeres, la percusión, los varones y las fantasías.

¡Claro! ¡El grotesco! ¿Qué y a qué le cantan y qué expresa Espiritu a través de la palabra? ¿A qué le dan mayor importancia? ¿Cómo se escriben esas canciones?



A qué le apuntamos, diría yo… Nos encanta la entrada festiva e impactante para que no caiga; la crítica dura es un fuerte nuestro, en la que buscamos hacer y decir lo que la gente a veces deja pasar o prefiere olvidar. Nos agarramos de las miserias humanas y ahí atacamos. Una canción hecha al papa dice:

Papa, ¡qué papanatas!

Papa, ¡qué papelón!

Pueden pasar mil años

Pero el hambre se quedó.

Lo humorístico va de la mano con la actualidad. Ponele:



¡Dale, quemalo! ¡Ya fue!



Total nadie va a saber

Eso fue por las quemas del campo del año pasado; el humo tapaba todo. O la del año pasado contra las fobias que se impusieron con la gripe. Dice:

Te digo asma.



¡Son cosas que pasan!



¿Tomado el pechito?



Que le vamo’ a hacer...



Tengo treinta y nueve;



Capaz que no la cuento.



¡La murga te enferma



Y te cura a la vez!

En cuanto a cómo se escriben, no sé… Es muy individual. Por ejemplo, el tema nuestro que abre el CD Carnaval Porteño Volumen III lo escribí en un viaje en bondi. Y creo que sólo la cantamos seis o siete veces; más, no… ¡Y mirá donde fue a parar!


¿Cómo se configura Espíritu en cuanto a cantidad de mujeres y varones y al lugar de residencia de los murgueros? ¿Son toda gente de Lanús actualmente?

Hay más chicas que chicos. Yo diría que la relación es cincuenta a treinta. No son todos del barrio pero sí la mayoría. Hay gente que viaja desde Villa Urquiza, Devoto, Floresta, San Fernando, Florencio Varela, José Mármol… ¡Gente fanática que admiro!




¿Espíritu es únicamente lo que suele denominarse un producto artístico? ¿Cómo entran – si es que lo hacen – a jugar dos aspectos que suelen ser constitutivos en cierta concepción contemporánea de la murga, como lo son lo social y lo político?

Espíritu labura mucho en el barrio, en realidad algunos murgueros lo hacen ya que creemos que la murga debe cumplir esa función: involucrarse con lo social sin dejar de lado lo “artístico”. Yo, ponele, soy alfabetizador y estoy en el proyecto Educadores de la Calle que trabaja con los pibes que andan por la estación. Buscamos generar que no se sientan como la porquería del barrio. Porque hay gente que así los trata. Y no te faltan a un corso; y juegan… Y nos gusta eso, que no pierdan el espacio lúdico. Se puede usar la murga como una forma de jugar y acercarte.

En cuanto a lo político como lo entiendo – a lo que me refiero es a la ocupación del espacio público, a la irrupción, la visibilidad – ¿ustedes se plantean esa cuestión?



Tratamos de priorizar salidas en villas, por ejemplo. Para ir a ver a Patito Feo te matan a ciento cincuenta pesos por pibe... ¡Imaginate una familia de cuatro chicos! Imposible. Entonces la murga debe generar esos lugares. Y la pertenencia es importante también: Espíritu este año iba a hacer dos teatros a beneficio con entrada "agua potable". ¿Podés creer que en Lanús hay lugares con agua turbia todavía? No lo pudimos hacer por la gripe. Un temón. En Espíritu todos opinan y proponen. Y así nos enteramos de tantas situaciones similares que buscamos, no digo remediar, pero sobre las que sí generar una conciencia.



En cuanto a la organización, vos describís a Espíritu como un espacio horizontal ¿Las decisiones son por consenso o se vota lo que se propone?



Claro, el ensayo de Espíritu dura cuatro horas; dos horas de práctica y dos de charla organizativa. Eso está recontra instalado, el saber escucharse. Se propone y se vota.

¿La figura de director se opondría a lo que ustedes llaman referente? Este suele ser un tema alrededor del cual hay mucha controversia…

Exacto. El director es una imagen que puede resultar como puede no hacerlo. Creemos que una murga puede tener director y le puede ir de diez como no… Hemos visto malos tratos y manejos despectivos que nos llevan a funcionar sin director, de forma grupal. Tomar decisiones y construir. Incitar al diálogo y a la constante contrucción del espacio. La murga y la tradición dejaron legados; uno los toma o los deja. Es algo que no nos jode en lo más mínimo. Hay gente que está cómoda así y me parece bien.

¿Qué diferencia hay para vos entre las dos figuras concretamente?



Referente puede ser el más viejo o también el que más labura…

Pero no necesariamente quien tome las decisiones ya que me decís que son grupales en Espíritu…

Son dos cosas distintas. El director es sí o sí una sola persona. Hace y decide.


 ¿Entonces en el caso de tu murga horizontalidad tiene que ver con decisiones grupales? ¿Qué pensás que le aporta esto a la murga, quiero decir, el hecho de que no sea uno solo el que tome decisiones?

En Espíritu pensamos como una gran cabeza nucleada por ochenta cerebritos.



Es decir, una conciencia ampliada…

Al sentir tan propio lo que hacemos, todos podemos sentir esa piña o esa palmada en el hombro en las buenas y las malas.

Con respecto a agrupamientos más generales, Espíritu - vos concretamente – ha participado de la creación del espacio de Murgas Independiente. ¿Me equivoco?



No, no te equivocás. Fuimos una de las primeras murgas junto con Cachengue y Sudor, Herederos de la Locura, Los Guardianes de Mugica. Fuimos una de qué más participó y que tambén dejó de hacerlo para pensar en otras cosas. Pero, sí, estamos muy activos en eso.

Dejaron un tiempo pero después volvieron, ¿no es así?

Exacto.

¿Qué fue lo que se plantearon en el origen del espacio murguero llamado independiente? ¿Con qué objetivos le dieron para adelante?

En esa época pasaba que era necesario alguna red donde se nuclearan todos los corsos "no oficiales" ya que el reglamento de la Ciudad de Buenos Aires nos dejaba fuera de los carnavales de Capital Federal por no estar de acuerdo con algunas cosas, en contra de los jurados, el destino del presupuesto y otras cuestiones que fueron generándose con el tiempo. Los objetivos más claros eran recuperar el Feriado de Carnaval a nivel nacional y que las murgas pudieran autogestionarse sin represiones. Esto igual tiene que ver con ese momento. Ahora hay muchas charlas de por medio, mucho más encuentro con algunas murgas que incluso pertenecen a la Agrupación M.U.R.G.A.S.

Pero hay quienes dicen que el género se ha superado a sí mismo con la implementación del pago a las actuaciones y a los jurados evaluadores…

La mejora de lo artístico creemos que no es sólo tiene que ver un lindo traje. Sí con el saber decir las cosas, en dejar un mensaje, por ejemplo. ¡Y eso no lo hace el dinero! Y el jurado o la evaluación vemos que deja fuera a las murgas que son nuevas o de barrios pobres. ¿Cómo hacés para comprar zapatillas blancas para todos? Pensamos que no hace falta evaluar a las murgas.

¿Fueron cambiando esos objetivos del principio en el espacio independiente?

No, no cambiaron los objetivos. Sólo que nos vamos poniendo de acuerdo y está bueno eso. Por ponerte un ejemplo, la idea de una sola marcha por los feriados estaría buenísima.

¿Te parece que ese espacio está todavía en crecimiento o ha llegado a un tope? ¿Cómo y por qué se produjo la división en zonas?

No se estancó. Creo que se atolondró en algún momento por la cantidad de murgas que aparecían y a la vez falta de charlas... Las zonas sirven para laburar en conjunto y a la vez en cercanía.



Lo que pasa es que ha crecido de manera fenomenal, geométrica.

Si, sí… Y eso está bueno.



Y es hasta, digamos, natural que se den algunas transformaciones. Es simplemente algo que tiene que ver con el transcurso del tiempo y como van lo van transitando ¿Qué es el Movimiento Nacional de Murgas y cómo participa Espíritu Cascabelero en este agrupamiento?



Tal cual. ¡Uy, el Movimiento Nacional de Murgas! Espíritu participa mucho desde lo logístico hasta desde los talleres y labores... Esto, como sabrás, nace en Suardi. De ahí la idea de armar esa red de murgas a nivel país. Espíritu este año generó un corso en el pueblo pobre de Suardi en conjunto con Los Que Quedamos de Ituzaingó. Las dos murgas cuentan con sonido propio, ¡Y fue una gran experiencia armar un corso a 750 km. de casa! ¡Hermoso! Y conocés a personajes del resto del territorio y te das cuenta de que tu locura no es única, ja ja…



¿Pensás que el Movimiento Nacional de Murgas tiene una proyección más amplia que el espacio independiente? ¿O son cosas tan distintas que no pueden compararse?

Es más amplio y la organización va a llevar su tiempo.



Pero hay ciertas líneas de confluencia entre las distintas vertientes murgueras actualmente…



Sí, hay más diálogo. La mayoría de las murgas que integran el Movimiento Nacional de Murgas son las que van al Encuentro de Suardi y se encuentran en otro planeta. Ven veinte mil colores mezclados, bailando, charlando, debatiendo. ¡Y eso no pasa tan seguido!



¿Cómo ha sido la participación de tu murga en Suardi? ¿Cómo ven este encuentro nacional a futuro?



Hace cinco años que vamos y nuestra participación fue de mayor a menor... Con el tiempo nos fuimos desganando un poco ya que te quema mucho el hecho de ir pensando en construir y encontrarte con murgueros que ni bola le dan a lo que hacés, que toma Suardi como una fiesta de tres días para ir a quebrar... No podemos obligar a la gente a pensar o a hacer las cosas a nuestro modo. Es un tema muy largo. Este año pensamos ir a Neuquén. Y luego apostar a otros lugares también, otra gente…



Sé que estuvieron en el encuentro Eduardo Guíñez. ¿Cómo fue esa experiencia?



Increible. Fui yo solo de Espíritu con amigos de Zarabanda Arrabalera de Parque Patricios. ¡Fue espectacular! Taller de baile y de percusión colmados…

¿Te parece que la murga porteña está ampliando su radio de alcance?

Estaría bueno que llegue la murga a otros lados como historieta y como dijimos allá: nosotros no tenemos la posta. Ustedes son los que tienen que generar murga de Neuquén, con su propio estilo.


¿Cómo piensan ustedes que puede impactar el hecho de que se esté pensando en restituir el Feriado de Carnaval desde la esfera del turismo?

Esto es algo para hablar largo y tendido pero te digo que está muy charlado en la murga. Creemos que el Feriado se debe recuperar desde la gente. Los artistas debemos informarle precisamente a la gente de lo que nos falta. La lucha está muy dividida todavía por falta de charlas, de encuentros y de debates. Nosotros creemos en esos espacios pero hay pocos que lo hacen y ante la falta de esto se siguen manteniendo dos marchas, la del espacio independiente y la que organiza la Agrupación M.U.R.G.A.S.

Ya para la última vez fueron dos separadas aunque sí hubo un poco más de diálogo me parece…



De a poco ojalá se vaya dando la articulación ya que es una misma lucha para todo. Hay más diálogo pero todavía hay trabas que hacen a la desunión. Por ejemplo, lo complicado que es para una murga independiente de Capital Federal obtener un permiso para hacer ALGO.



¿Qué recordás de esos primeros momentos “épicos” del movimiento independiente?



Los primeros corsos. Bah, en realidad la alegría de tener corsos todos los fin de semana y construidos por algunas pocas murgas. La construcción desde la autogestión, el apoyo mutuo. Se sentía raro pero había que encarar. Tarde o temprano se veía venir.

Una pregunta muy puntual: ¿cuántas actuaciones tiene una murga independiente cada carnaval, cuántas salidas? Lo pregunto porque este también es un tema controvertido, se supone que el circuito porteño debería generar una cantidad relativamente alta para las murgas que participan pero quizás las independientes tienen una cantidad similar o incluso mayor en algunos casos. Lo que quizás sí haya es mayor amplitud geográfica.



Depende. Espíritu tiene entre enero y marzo alrededor de treinta salidas, a razón de tres o cuatro corsos por noche. Desde hace tres años salimos viernes, sábados y domingos. Pero para otras murgas esto depende de lo que cueste el micro o de los corsos que hagan. Te pongo un ejemplo, este viernes tenemos dos corsos y de ahí salimos a Mar del Plata y volvemos el domingo.

¿Cómo se financian ustedes?

¡La vieja y querida autogestión, Pupita!



¿Cómo fueron estos carnavales en Lanús?



Acá en Lanús hicimos corso este año. Trescientas personas e barrio. ¡Corso! Imaginate, ¡donde estaba prohibido el carnaval! Con amigos como Zarabanda Arrabalera, Rescatalegría… La idea era probar y buscar instalarlo.

Aquí entra también la posibilidad de trabajar desde la legislación con la declaración de la murga como patrimonio cultural, ¿no es así?

Exacto. ¡Se podrían hacer tantas cosas! Ahora estamos declarados “de interés municipal” y tendríamos con esto que pelear la otra etapa que es la del Consejo Deliberante pero es algo áspero y por momentos tan delicado…



¿Qué proyectos tiene Espíritu para el futuro próximo?

Queremos hacer un documental. Y planeamos dejar registro de lo hace Espíritu en el barrio. ¡Hasta un disco! ¡Y más! Ojalá se dé a corto plazo pero, bueno, todo lleva su tiempo. También pensamos grabar el audio de los corsos para dejar registro del vivo de las murgas. Muchas cosas…