sábado, mayo 03, 2008


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- Las primeras noticias que yo tengo de Cachengue y Sudor datan del año 1996 más o menos, con unos trajes de arpillera marroncita con apliques, un solo bombo con platillo y todo el entusiasmo del mundo. ¿Vos cuándo te subís al tren cachenguero? ¿Tenés recuerdos del nacimiento, de esos momentos inaugurales?
- Ante todo, me encantaría saber cómo te llega ese dato, Pupita...
- No es simplemente un dato que me llega. Tiene que ver con mis vivencias murgueras.

- Para ser precisos, el alumbramiento del murgón se dio en septiembre de 1995, en el Instituto de Tiempo Libre y Recreación, en un taller que se dictó ese mes. Es más, cuenta la leyenda que en el último día de ese curso, el 26, se definió el nombre, dejando la elección de la Arpillera para unos meses después. En cuanto a lo particular, me sumé a Cachengue a fines de 2000 en la previa del debut de la Arpillera en el carnaval. Es que hasta allí, la murga sólo actuaba en el I.S.T.L.Y.R.[v] o en eventos a los que la convocaran. Sobre mis inicios en la murga, te puedo contar que fue un acontecimiento clave en mi vida dado un particular momento emocional. Con la llegada a Cachengue consumé además el amor murguero que latía en mí desde chico cuando los ensayos de Los Chiflados de Liniers me obnubilaban, sin poder acceder a la murga por una cuestión de seguridad en esa época: con ocho o nueve años, mis padres temían por mi salud, dados los enfrentamientos internos entre murgueros y/o público de aquella época.
- ¿Qué camino ha recorrido Cachengue y Sudor en estos años de existencia tanto a nivel estético como organizativo?
- En ambos sentidos, el camino fue arduo: en cuanto a lo estético, hemos ido progresando en todos los ítems imaginados, ya sea vestimenta o espectáculo. Aunque renegamos del estigma de los guantes blancos, las topper blancas y el raso, cada uno de nosotros se fue enamorando de su traje como para que cobrara vida propia, por ejemplo, lejos del pragmatismo de los Centro Murga. Y, respecto de lo que queremos artísticamente, siempre mantuvimos una línea, alejada de lo clásico en cuanto a murga, y a la que tratamos de mejorar año tras año, con las complicaciones lógicas de un trabajo que se lleva a cabo sin directores ni maestros ciruela. Por suerte, hemos salido airosos siempre, satisfechos con el producto, pero sin relajarnos, buscando constantemente ir a más. Una prueba es que este año contratamos una persona que nos arregla las voces.
- ¿Cómo se conforma la murga actualmente; qué tipo de configuración la describe mejor?
- Durante el año, en la murga conviven entre quince y treinta personas de acuerdo a la energía disponible, sin obligaciones ni listado de faltas. Lo único que seguimos tratando de aceitar es el funcionamiento de distintas comisiones - percusión, baile, espectáculo, finanzas, fantasías… – sin directores. Yo nos calificaría como un grupo de anarcos intentando laburar codo a codo.
- ¿Qué es Cachengue y Sudor? ¿Cómo describirían lo que hacen? En general, ¿hay una tipología que defina a los integrantes de Cachengue y Sudor?

- Cachengue y Sudor es la Murga de Arpillera. Simple. Hacemos murga. Ni porteña, ni Centro Murga, ni Agrupación Murguera, ni Murga Uruguaya.
Simplemente Murga, tratando de divertirnos y de generar un producto que alegre los corazones del público. Sobre los integrantes, el común denominador es el interés respecto de lo que pasa a nivel social en todo aspecto por lo que generalmente la murga se torna un lugar de confluencia de luchadores sociales, docentes y personas preocupadas por cambiar, aunque sea en algo, el mundo de hoy.

- ¿Qué clase de inquietudes, anhelos, motivaciones colectivas los mueven como agrupamiento?
- El principal deseo pasa por ofrecer un espectáculo que le deje un mensaje al público, en referencia a la realidad que creemos que se debe modificar. Esa es la meta. Como dice nuestra ya clásica glosa: "Somos los guardianes de la esperanza, que crece y avanza, del sueño subversivo y libertario, del amor, la utopía, que no han podido asesinar en más de quinientos años de historia genocida".
- ¿Qué inserción estético-artística les interesa explorar? ¿Qué conexiones sincrónicas y diacrónicas, es decir, con qué otras murgas de este momento histórico y con la tradición murguera les parece que dialoga Cachengue y Sudor tanto de nuestro país como a nivel más regional, por ejemplo, lo rioplatense?
- Sin dudas, apuntamos a una inserción diferente de la actual. Sin renegar de ella, apuntamos a un trabajo bien diferenciado de lo que es la murga tradicional, basándonos en el gusto personal que cada uno de nosotros arrastra. De ahí que en su momento, en las reuniones de la Agrupación M.U.R.G.A.S.
[vi] nos catalogaran como "los uruguayos", por nuestro afán de cantar bien, algo por lo que no se preocupan la mayoría de las murgas porteñas. De hecho, hasta hay bromas internas hacia los más fanáticos de lo montevideano, aun a sabiendas de que en diciembre de 2007 fuimos la murga argentina invitada a la Bolsa de Murgas, un encuentro de murgas independientes en Montevideo, enlace realizado por la murga Tate Quieto, que fuera el grupo oriental invitado en Suardi 2007. Sin embargo, somos adeptos a murgas como Pasión Quemera, Los Mocosos de Liniers, Quitapenas. A la vez que es muy fuerte el cariño y el gusto por el estilo de murga oriental. Nos conecta a las murgas porteñas el amor por el género, pero sin encasillamientos. Aborrecemos el 70% de bombo con platillo, aunque hoy por hoy en Cachengue ese porcentaje sea mayor, por ejemplo.[vii] Pero nadie nos quita de la cabeza la lucha de las agrupaciones para reinstaurar un género tan vilipendiado por los gobiernos y la sociedad, por lo que aspiramos a lo mismo desde otro lugar.
- ¿Entonces pensás que lo mejor o lo único que se puede hacer colectivamente con una tradición cultural es transformarla y resignificarla para que no muera? ¿Los cambios a la larga son inevitables? O preguntado de otra manera: ¿Ves en Cachengue algo de esos Chiflados de tu niñez?
- Sin duda considero que los cambios son inevitables, aunque no creo que sea lo mejor o lo único. Eso es una cuestión personal que respeto, aunque mi ideal vaya por el camino de la modificación constante como pasa en todo ámbito de la vida. Respecto del recuerdo que tengo de Los Chiflados y la realidad de Cachengue no veo punto de comparación más que en el amor a la murga, la pasión por murguear, que es lo que nos mueve a nosotros como los movía a ellos en aquella época.

- ¿Les preocupa lo histórico específicamente argentino en la cuestión murguera, es decir, los quiebres, las continuidades, las penurias que sufrió el género durante tantos años y que en definitiva - creo - dan un marco muy particular que la distancian de otras expresiones como puede ser la uruguaya?
- Junto a las murgas independientes, el anhelo es, justamente, un carnaval popular, gratuito y para todo el pueblo. Sabemos de, y mucho penamos por la casi desaparición de las murgas durante comienzos de los años ochenta, por lo que trabajamos durante todo el año para reinsertar el género en los barrios, conocedores de que el nuestro (límite entre Caballito, La Paternal y Villa Crespo) es un terreno complicado. Además, no queremos tener un feriado de carnaval para que la gente se vaya a la costa, sino para que salga a jugar con agua en la vereda y vaya a escuchar a la murga de su barrio. A su vez, estamos en pleno desacuerdo con la privatización del carnaval uruguayo, cuyos derechos fueron comprados por una empresa, Tenfield, que lo transmite por TV, amén de un concurso con el que no concordamos, pero que le dio un salto de calidad innegable a la murga uruguaya, siempre considerando que los murguistas son profesionales.
- ¿Piensan que lo organizativo en un agrupamiento murguero está relacionado con su elección estética? ¿Cómo describirían su estilo organizativo, la manera de tomar decisiones?
- Cachengue se asemeja a una asamblea, dado que todas las decisiones se toman en consenso pleno, ya sea desde lo estructural o lo artístico. Las Comisiones sí tienen quizá cierta autoridad, ya que siempre tratamos de respetar lo que decide cada una de ellas, aunque se pueden modificar sus decisiones. No creo que la estética tenga algo que ver con lo organizativo.
- Yo, al contrario, tengo la sensación de que sí se relacionan pero, a la vez, es una vinculación muy compleja que quizá se vislumbre en el discurso artístico ¿Podés describir cómo se conforma o cómo se estructura un desfile Cachenguero habitual?
- En general, no tenemos una estructura firme a pesar de que buscamos cierta prolijidad. Esto es: primero, lógicamente, marcha el estandarte. Luego los niños, pero simplemente por una cuestión de cuidado, considerando la energía de los bailarines que van detrás. Por lo general, la fila la encabezan las chicas, dado que ellas son las que más se meten en el armado y la creación de los pasos por lo que desde adelante van guiando al resto. Eso sí, no todos hacen los pasos: las chicas tratan de sacarlos siempre, no así los varones. Pero siempre hay machazos que los aprenden y desfilan detrás de las bellezas femeninas. El resto, chicas y chicos vagos o que no pudieron sacar los pasos, desfila libremente al final. Luego va la percusión pero no necesariamente al final ya que la gente que baila libre y los que cargan fantasías suelen ir y venir alrededor de los músicos. Y cuando digo músicos incluyo a damas: en este carnaval que se nos fue tuvimos tres eximias bombistas y una surdista, con promesa de que este año se incrementará esa cifra, Dios Momo quiera...
- ¿Cómo se conforma la percusión?
- La composición de la percusión en cuanto a instrumentos varía de acuerdo a la fluctuación de sus integrantes. Va el ejemplo de este año: aunque renegamos de la regla que indica que para ser murga porteña hay que contar con 70 por ciento de bombos, en el reciente carnaval tuvimos un 70.5 por ciento de bombos. Los instrumentos que acompañan son los clásicos: dos surdos, dos redoblantes y un repique (no tan clásico y bastante despreciado en el ambiente murguero).
- ¿Y las canciones?
- En la composición de las canciones es donde más se aprecia la libertad para crear que da Cachengue, ya que todos los integrantes escriben. Luego se evalúa cuál es la canción más indicada y se define, en asamblea. Obviamente, las melodías pueden variar, pasando por cumbia, rock, tango, vals y chacarera, aunque en el ambiente nos hayan maltratado por cantar y bailar chacareras. Esa libertad, por suerte, nos da una amplitud que nos enamora.
- ¿Cómo es la poética Cachenguera?
- Esta, por ejemplo, es la Glosa de los Quinientos Años. Es nuestra glosa clásica desde hace mucho tiempo por el mensaje que conlleva su letra, algo vital en nuestra concepción de la murga:
Aún, aún se dicen voces, nombres y palabras,
Que suenan añejas de tanto tiempo prohibidas.
Vamos buscando por los barrios
Bailando misterios junto a la luna.
Ya sabemos
Que no tenemos derecho a nada,
Que las dictaduras y el libre mercado
Hasta los sueños han vedado;
Que el derecho lo tiene el que paga
Y el que no tiene, debe y será ajusticiado.
No creas que somos pocos,
En la murga, vive la historia de los nativos de estas tierras,
De los desaparecidos, los siempre exiliados,
Ñiños explotados, nuestros viejos llevados al hambre,
Los desocupados.
Ya sabemos
Que hoy, mañana y pasado
Ellos dirán y publicarán sus mentiras,
Dispararán sus balas, decretos y leyes asesinas.
MAS NOSOTROS
SOMOS LOS GUARDIANES DE LA ESPERANZA
QUE CRECE Y AVANZA,
DEL SUEÑO SUBVERSIVO Y LIBERTARIO,
DEL AMOR, LA UTOPÍA,
QUE NO HAN PODIDO ASESINAR
EN MÁS DE QUINIENTOS AÑOS DE HISTORIA GENOCIDA.”
Esta letra pertenece a Caras Despintadas, es la retirada 2004, con ritmo de Padre Nuestro de Los Fabulosos Cadillacs:
Caras despintadas,
Se van retirando
Los últimos versos
De este murgón.
Volveremos pronto
Con nuestros colores;
Brilla la esperanza
De revolución.

Queremos ver florecer,
Sin resignarnos;
Queremos ver florecer
Los sueños e ilusiones
De este pueblo
Que aún sigue vivo.

No importa en qué barrio
Se arme un escenario,
La gente se junte
Y un bombo se haga escuchar.
Desnudando el alma,
Alcanzando el cielo
Pintan los murgueros
De alegría el arrabal.

Queremos ver florecer,
Sin resignarnos;
Queremos ver florecer
Los sueños e ilusiones
De este pueblo
Que aún sigue vivo.

Se va el estandarte,
Se van las banderas;
Se van los murguistas
Y se pianta un lagrimón.
Se va la murga, se aleja el desfile,
Se apaga el tambor;
Cuando Rey Momo sonríe
Brilla la arpillera, Cachengue y Sudor.

Queremos ver florecer,
Sin resignarnos;
Queremos ver florecer
Los sueños e ilusiones
De este pueblo
Que aún sigue vivo.
Esta otra se llama Las Murgas Vamos Volando. Es la crítica 2006 con ritmo de El Viejo de La Vela Puerca.
Las murgas vamos volando
En busca de un carnaval
Donde haya pibes jugando
Y a nadie nunca más falte el pan

Pero están los ricachones
Que no quieren aflojar;
Se llevan toda la torta
Y te meten tiro si protestás.

Se está cansando la gente;
Se acaba el juego de los que mienten.
Si apagamos hoy la tele
Se enciende la rebelión

Estribillo
Murga, los sueños aquí van;
Amar la tierra no es hacer la libertad
Desenrejar los sueños y el dolor;
Nunca callarnos
pa’ recuperar la dignidad.

Al viejo lo despidieron
Después de tanto sudor
Al mercado de la basura
Encadenados a cartonear.

Y hoy llega esta noche oscura,
La calle es para bailar;
Saltando rompo cadenas;
Laten las murgas sin carnaval.

Juntamos toda esta furia;
Se acaba el miedo, no más penurias.
Con palo, piquete y uñas
Los vamos a destronar.

Esta es la Chacarera de los Presos por Luchar y conforma nuestra crítica 2005:
La solución pa’ los pobres,
Pa’ nuestros desocupados,
Son dos pesos miserables
O vivir encarcelados.

Golpean metiendo miedo
Milicos y policías;
Más de treinta mil secuestros
De experiencia genocida.

Meten presos a los pobres
Por robarse una gallina
Y los que roban millones
Gobiernan nuestra Argentina.

No queremos ser esclavos,
Presos, pobres, sometidos,
Vamo’ a nacer todos juntos
En nuestros sueños unidos.

Ocuparemos las calles,
La diferencia al carajo;
Desalambremos la tierra
Por libertad y trabajo.

Meten presos a los pobres
Por robarse una gallina,
Y los que roban millones
Gobiernan nuestra Argentina.
Esta retirada es de los años 2007 y 2008. Tiene música de Gilda: El Paisaje - esa que dice “Tú, no podrás faltarme cuando falte todo a mi alrededor….”
“Ya se va la murga, canta, baila entre la gente;
El pulso de la percu, explota, las sonrisas crecen,
Aunque sea doloroso el pasado, el presente,
Vamos a seguir murgueando, vamos a seguir luchando.
Otra noche que consigue ser inolvidable
Y otra luna se enamora de los estandartes…
El dios momo, va contando mientras va soñando
Que esta fiesta es de los pobres, que vivan los carnavales.
Hoy, se va despidiendo, se va retirando, deja el corazón;
Hoy, cada vez más alto, cada vez más fuerte, llenos de pasión;
Hoy, hoy te llena el alma y te da otra excusa para estar mejor,
Cachengue y Sudor.
Jamás nos demos por vencidos, ni aún vencidos;
La esperanza crece, avanza, por este camino.
La alegría es nuestra arma más importante;
Vamos compañeros murgueros que esta fiesta nunca pare…
Hoy, se va despidiendo, se va retirando, deja el corazón.
Hoy, cada vez más alto, cada vez más fuerte, llenos de pasión;
Hoy, hoy te llena el alma y te da otra excusa para estar mejor,
Cachengue y Sudor.”
- ¿En la poética cachenguera – particularmente en la canción de crítica – hay lugar para la parodia, la burla, el doble sentido, o eso es justamente una de las cosas que parte aguas con la murga llamada porteña tradicional?
- Generalmente, las críticas tienen muy poco de parodia. Van más al hueso de la cuestión que abordamos. Sin embargo, una de las características de los espectáculos de Cachengue es que siempre hay varios personajes que transmiten mensajes vinculados a la bajada de línea global y, ellos sí, exponen la parodia al cien por ciento. En 2008, los ejemplos más claros son los personajes de la Capa de Ozono – vistiendo una capa toda agujereada y cantando la célebre "…Tengo el corazón con agujeritos..." – o el Calentón Global y el Transgénico (un brote de soja producto de laboratorio). Ahí, merced a las capacidades actorales de la muchachada cachenguera y de la ácida pluma de quienes escriben, la burla y el doble sentido hacen gala.
- ¿Ustedes creen que lo social y lo político tienen relación estrecha con lo murguístico en tanto expresión artística de la cultura popular? ¿De qué manera se manifiesta esto en Cachengue y Sudor?
- Claramente. En Cachengue queda expuesta esta afirmación en cada canción, en cada glosa, en cada sketch. Bien podríamos cantarle al culo de Jésica Cirio, pero preferimos meter el dedo en la llaga que más nos duele a todos, marcando disidencias respecto de la realidad que nos toca vivir y pretendemos modificar, ya sea en el mundo murguero o en lo cotidiano de cada uno de nosotros con cara despintada.
- ¿Cachengue es un agrupamiento preocupado por lo artístico, lo socio-cultural y lo político por partes iguales? ¿Hay alguno de estos componentes que prime sobre los otros?
- Exactamente. Sin perder de vista que siempre intentamos llegar a un producto artístico de excelencia, esa pretensión va acompañada de una constante mirada hacia lo socio-cultural y lo político. Es así que salvo alguna presentación o retirada, más dirigidas hacia el amor por la murga, Dios Momo y cuestiones de las carnestolendas, las críticas y el resto de las canciones siempre tienen un fuerte mensaje político-social.

- ¿Cómo se lleva Cachengue con la idea de que la murga debe ser simplemente el resultado de una conjunción de mensajes artísticos?
- No acordamos con esa premisa. Como muchas veces se debatió en el foro ¡Dale Murga![viii
] estamos convencidos de que cada uno de nosotros hace política a cada segundo que vive. Con ese pensamiento, se nos hace imposible dejar que un espectáculo nuestro sólo contenga mensajes artísticos. Sin embargo, nuestra inquietud político o social no deja ni un paso atrás a lo que tiene que ver con el arte. Por eso tratamos de seguir mejorando año tras año las voces, los ritmos, el baile, los trajes. La murga es arte. Y al arte nosotros lo vemos como una herramienta para contarle a la gente que hay cosas que nos gustaría modificar, ahora mismo o luchando para que ese cambio se produzca en el futuro.
- ¿Qué tipo de emplazamiento territorial tiene Cachengue y Sudor pensado no sólo como cuestión geográfica sino de ocupación de un espacio a nivel comunidad? ¿Hay lazos con lo estrictamente barrial que ustedes crean que se destaquen o tiene una impronta más itinerante que la relacionan con otros agrupamientos del arte popular?
- En cuanto a lo barrial, el punto fuerte de conexión de Cachengue con la vecindad es la escuela Andrés Ferreyra, que se encuentra frente a la plaza “24 de septiembre”, donde ensayamos. Allí hemos realizado talleres de murga, los alumnos pasaron y pasan por nuestras filas y, una vez por año, realizamos algún evento dentro de ese establecimiento. Además, el grupo de teatro-murga Matemurga ensaya allí y con ellos tenemos encuentros y la idea de trabajar juntos más profusamente. Sin embargo, la idea madre es conectarnos con grupos de arte popular de la zona de influencia de la Triple Frontera, tales los casos de la Olla Popular de Angel Gallardo y Corrientes, o los grupos Karavana y Morena Takiraki, fieles animadores de eventos en villas, comedores, ollas y demás cuestiones vinculadas a la militancia barrial.




- A nivel más macromurguístico (si se me permite el neologismo) ¿cómo es la relación de Cachengue y Sudor con otras agrupaciones "paraguas", por ejemplo el agrupamiento capitalino M.U.R.G.A.S. o el más reciente Movimiento Nacional de Murgas?
- Hay una notoria diferencia entre las relaciones, en virtud de nuestro pasado y nuestro presente. Si bien el espíritu del Movimiento Nacional de Murgas [ix]
es que todas las murgas del país lo sientan propio, sabemos que por ahora, y por un largo tiempo, no será así. En él, Cachengue es protagonista por decisión propia y a mucha honra. Ese protagonismo gustoso quizá tenga que ver con que el Movimiento es intangible, sin directores ni presidentes. Sabido es que la partida de Cachengue del seno de la Agrupación M.U.R.G.A.S. tuvo que ver con una diferencia política importante, que se acentuó con la instauración del actual sistema de concurso (para nosotros no es una evaluación, dado que potencia la competencia entre murgas).[x] Venía de arrastre la tensa relación entre nosotros y la mayoría de las agrupaciones integrantes de M.U.R.G.A.S. (Ejemplos sobran; el más gracioso, hoy, a la distancia, tiene que ver con que un compañero tuvo que apostar con un ¿viejo? murguero para ver cuál traje brillaba más, ya que intentaron menospreciar su palabra debido a que nuestro traje es de arpillera.) Eclosionó ahí mismo luego, incluso, de ser censurados un par de años antes, en algunos corsos, por cantar en contra del concurso y de las bizarras legislaciones impuestas. Con el resto, la relación es óptima: hemos interactuado con el M.I.O.[xi], participamos activamente en el Movimiento de Murgas Independientes y, sobre todo, aspiramos a una Argentina murguera desde Ushuaia a La Quiaca, con libertad, gratuidad en corsos de todo el país, no competencia entre murgas, amén de cuestiones más profundas, como el esclarecimiento del asesinato de Ezequiel, pibe fallecido por un acto violento durante una de las marchas convocadas por el feriado de carnaval, la aparición con vida de Julio López, corte a la persecución y represión de las expresiones artísticas, justicia para los pibes de Cromañón y panza llena y corazón contento para todos los pibes del país.
- ¿Cómo es la participación cachenguera en ámbitos tales como la Marcha Carnavalera de La Plata o el Encuentro Nacional de Suardi? ¿Qué tipos de afinidades encuentran en estos conglomerados más circunstanciales?
- La afinidad mayor, insisto, tiene que ver con las decisiones en asamblea, la ausencia de escalafones en la organización y la fiesta carnavalera en sí. En la Marcha Carnavalera el apoyo es total, acompañando decisiones y cuestiones organizativas decididas por el movimiento de murgas independientes de Capital y del Gran Buenos Aires. En Suardi, el compromiso es aún mayor, dado el enamoramiento eterno que tenemos con esa ciudad, su gente y la grandísima movida carnavalera que realizan todos los años. En los últimos tiempos, incluso, ha crecido, ya que el Movimiento de Murgas Independientes se encarga de organizar el viaje para unos cuatrocientos murgueros desde la provincia de Buenos Aires, además de la comida de un día y cuestiones más puntuales como la seguridad, la duración de los espectáculos, talleres y asambleas. Suardi es el paraíso murguero. Allí se festeja el Año Nuevo Murguero. Por eso aspiramos a que todos los murgueros del país viajen allí cada año. Es algo que nunca olvidarán. Y, fundamentalmente, es algo que se construye entre todos. Y eso no tiene precio ni comparación.
- ¿Cómo piensan desde ustedes y en este contexto la cuestión de la lucha por el Feriado de Carnaval?
- Es la lucha más ardua que podemos tener. No tanto por el hecho de que los poderes lo aprueben, incluso considerando que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires declaró abiertamente que detesta el carnaval, los cortes de calle y todo lo relacionado. El tema principal pasa porque el público no siente esta fiesta como propia. ¿Qué murguero no recibe cargadas por confesar la lucha que realiza en busca del retorno de los feriados? Ese es el punto principal: lograr que el ciudadano no murguero vuelva a sentirse identificado con el carnaval, sin que piense en ese feriado como uno más para viajar a algún lugar a vacacionar. Hoy por hoy es irrealizable. Pero no bajaremos los brazos. NUNCA.
- ¿Por qué te dedicaste al bombo, Ruso?
- Básicamente, incidió en la decisión el gusto por la percusión, aunque desde un rol de aficionado, sin haber aprendido con profesores ni teniendo intenciones de hacerlo. Pero, indagando en la realidad de otros años, la búsqueda indica que luego del carnaval 2001, la murga sufrió una abrupta partida de integrantes, por lo que durante el invierno de 2002 quedamos unos pocos gatos locos ensayando. Ese panorama incluye la ausencia absoluta de bombistas para ensayar. Fue así que me calcé el bombo por primera vez en serio y nunca más me lo pude descolgar. A fines de ese año, mis viejos se enteraron de que iba a comprarme un bombo y me ganaron de mano, regalándome uno para mi cumpleaños. No me quedaba otra que aferrarme al corazón de la murga para siempre...
- Una manera de cerrar círculos, entonces… ¿Vos crees que murga y bombo son instancias inseparables?
- Sin dudas. Esto es claro: más allá de estar en contra de las acotaciones impuestas por los absurdos reglamentos murgueros, la murga no sería murga sin bombos. Eso lo tengo claro. Cachengue puede salir sin redoblante, surdo o repique, pero nunca saldría sin bombo. Sin él, la murga no vive, se queda sin pulso. De ahí lo que decía sobre que el bombo es el corazón de la murga. El bombo con platillo es el amo y señor de esto que amamos, pone la banda de sonido a nuestra vida. Es insustituible.
- ¿Cómo compaginás lo personal con lo murguero?
- En particular, la murga es mi vida. Es mi mayor alegría. Mis amigos no comprenden cómo puede ser que la valore más y la privilegie por sobre el equipo de fútbol del que soy hincha. Ani, mi mujer, no logra comprender cómo pierdo horas de sueño redactando emails, diseñando volantes, actualizando sitios de internet, comprando cosas para corsos, ensayando después de trabajar, viajando a donde sea con tal de tocar un poquito más el bombo... Es la mayor alegría que recibe mi alma. Y no sólo desde el rol de protagonista, sino también como espectador, ya sea de murga argentina o uruguaya. Siempre es una fiesta para el corazón poder ver a una murga. Siempre. Para colmo, por si no fuese suficiente el placer de vivir la murga como la vivo, mis mejores amigos están en Cachengue y Sudor, mi hija – Cata – ama a Cachengue y Sudor y me hace emocionar cada vez que canta una canción de la murga de manera descolgada, a cualquier hora y en cualquier lugar. Y Marko, mi bebé, ya tiene su traje. ¿Puedo pedir más? Sí: carnaval toda la vida...





[1] El concepto es de E. P. Thompson.
[2] Jacques Ranciere (1996)
[3] Hannah Arendt ( 1974)
[4] Esta y todas las demás imágenes fueron tomadas de
www.murgacachengueysudor.blogspot.com y de www.fotolog.com/murga _cachengue.
[5] Instituto Superior de Tiempo Libre y Recreación fundado en 1983 con el advenimiento de la democracia luego de la última de las dictaduras militares en la Argentina. Más información en: http://www.istlyrecreacion.edu.ar/istlyr.htm
[6] Se refiere Agrupación Murgas Unidas Recuperando y Ganando Alegría Siempre (M.U.R.G.A.S.) Para una reseña de su historia y objetivos ver: http://www.agrupacionmurgas.com/
[7] Alude aquí a una de las características que definen al Centro Murga en tanto uno de los subgéneros de la Murga Porteña como entendida como “género de carnaval originario de la Ciudad de Buenos Aires” según la clasificación de la Comisión de Carnaval en atención a la Ordenanza N° 52.039/97: “… El instrumento característico de la Murga Porteña es el bombo con platillo; el mismo tendrá que componer el 70 % de los instrumentos de percusión del Centro Murga y será quien guíe la rítmica…” Fuente:
http://www.agrupacionmurgas.com
[8] En referencia al Grupo de Encuentro y Debate ¡Dale Murga!:
http://ar.groups.yahoo.com/ group/ dalemurga/
[9] Reseña e historización en:
[10] En alusión al Programa Carnaval Porteño creado a partir de la Ley Nº 1527/04. Más datos en: http://www.cedom.gov.ar/es/ legislacion/normas/leyes/ley1527.html . Así como también a las atribuciones de la Comisión de Carnaval. Para una descripción detallada: http://www.agrupacionmurgas. com
[11] Se refiere al agrupamiento denominado Murgas Independientes del Oeste. Ver: http://www.murgargentina.com.ar/movimiento.html