jueves, mayo 24, 2018


SERIE CIBERENTREVISTAS BREVES





Entrevista a  Martín Di Nápoli, 
Director de Los festejantes por la Patria 

Por Pupita La Mocuda 

"Sin el hecho social, el hecho artístico 
sólo queda en unas pocas migas 
de algo que tiende hasta lo individual 
y no obra por lo colectivo."













¿Cómo nacen Los Festejantes por la Patria?

Buen día, como primera cosa, Pupita. Te saludo desde acá, justo debajo de Evita en el Ministerio de Desarrollo Social, caminando, ya cruzando la 9 de julio, arriesgándome a que me pisen te cuento: Los Festejantes por la Patria nacen del espanto de diciembre de 2015 al saber con mi amigo y compañero Ezequiel que estábamos por perder las elecciones. Por lo que decidimos armar esta murga compañera, militante y laburante de la fiesta popular. 

¿Hay alguna razón en la elección de los colores? 

También tienen que ver con su origen. El naranja del atardecer, a la vuelta. El azul justicialista. El negro del luto porque ha ganado la oligarquía democráticamente por primera vez. Y los colores de la Patria, el celeste y el blanco. ¡Cinco colores! 

¿Cómo se conforma la murga? 

El escenario es lo que más armado está, somos alrededor de diez, depende. Hay ocho bombos y habrá cerca de una veintena de bailarines – más mujeres que varones – y muchas fantasías, diez más o menos. En total somos cerca de treinta personas. 

¿Qué tipo de anclaje territorial tienen?

La murga sale del barrio de Caballito pero, como dice el Recitado de Presentación: 
“Venimos de Caballito
Aunque esto es trivial
La Patria es el barrio 
De esta murga singular
Que milita en lo plural”
No es toda gente del barrio. La mayoría somos militantes o tenemos la concepción nacional y popular primero. Más recientemente estamos recibiendo gente que le gusta la murga artísticamente, cosa que me parece un buen síntoma, si es que acompaña con el convencimiento o con el saber qué estamos presentando cuando decimos lo que decimos, ¿no? 




¿En qué se inspiran sus canciones y glosas? 

Nuestras canciones y glosas se inspiran, sobre todo, en la crítica. No sólo crítica social sino en la crítica política, en la actualidad que se vive. O sea, la mayoría está apuntada al gobierno actual. Los distintos componentes de la actuación, tales como las glosas y las canciones tanto de presentación como de retirada, todo describe la identidad nuestra, que es de origen plenamente ideológico, no solamente el anclaje barrial. 

Es una declaración frontal, fuerte, todo un manifiesto… Cómo describiriás esa adscripción, esto es, ¿qué es y cómo se define para los Festejantes la idea de lo nacional y popular? 

Partiendo de nuestra identidad. Somos quienes somos porque estamos. Así, básicamente. (Me gusta mucho citar a Rodolfo Kusch.) Si uno está, puede ser. Si no, difícil. Entendemos lo nacional precisamente desde lo identitario. Nuestra raigambre es el folklore que hacemos, la murga es folklore. 



¿Cómo se crean sus maravillosas fantasías?

Las fantasías las hace el Turco, uno de nuestros directores. Y se inspiran en la línea discursiva que plantea la murga. 

¿Cómo ven el panorama actual del festejo del carnaval en Buenos Aires?

Las murgas laburamos mucho pero el estado no está poniendo la estructura y la difusión necesaria…

¿Se ve esto como un “plan sistemático” para desactivar la alegría? La gente en las calles – y mucho más si se junta con otros para estar mejor – asusta al poder… 

¡Claaaaaaro! Es lo mismo de siempre. Estos son los que llegaban antes por medio de los tanques, no dudemos de eso. Además con ver los libros de historia y leer los apellidos de los ministros y funcionarios actuales ya uno se da cuenta. ¿Quiénes eran la pata civil de la dictadura en ese momento? Ellos son la oligarquía y nos están gobernando. No les importa absolutamente nada y eso se refleja en los distintos sectores del estado. Y nuestro festejo de carnaval depende del estado. 

Se hace difícil así sostener una actividad artística y social, que, paradójicamente, es considerada patrimonio cultural. En un panorama de gran atomización ¿cómo ven al movimiento murguero actualmente en relación a esto?

Está muy rara la cosa. De la época en que yo empecé a salir en murga, en los años noventa, el Frente Murguero era una cosa, ahora es otra… Tenés muchos murgueros macristas. Mi participación en ese sentido ahora es acotada pero lo que sé de las redes y las murgas compañeras es que hay un envión grande pero, por otro lado, hay mucho que se ha quedado también. 





¿Cómo les fue en la evaluación por jurado en el sistema de corsos oficiales porteños?

En la evaluación de Precarnaval – porque al circuito de la Ciudad de Buenos Aires no entramos – nos dieron con un hacha. Yo calculo (por las planillas que nos dieron en la devolución) que es por lo discursivo. Ya con que dos jurados te pongan debajo de 3 sobre 10 en dos ítems, ya te mata, ya estás muchos puntos abajo. Me pusieron 1 como recitador, ¡la peor! Y a la presentadora también. La presentadora, presentaba. Lo que pasa es que no les gustaba lo que decía. Y yo recitaba en verso: en octasílabos, en cuarteta. Decían que no se había entendido pero sí se entendió, ¡se entendió todo! (porque la actuación está grabada y se entiende absolutamente todo). En la fundamentación, después, no hay nada sobre lo artístico. Hay sobre lo discursivo, que es algo que no pueden evaluar. Pero se agarran de lo artístico para evaluar lo discursivo y eso se deschava en lo que escriben. 

En primer lugar, ¿puntuación de 1 a uno de los más grandes exponentes de los escenarios de carnaval del país? A mí me parece un disparate… ¿Cómo repercute esto en el trabajo de ustedes?

Vamos a estar un año más fuera del circuito oficial y eso quiere decir que vamos a estar dos años sin cobrar un mango para sostener la murga. 

El Reglamento para la participación en corsos de la Ciudad de Buenos Aires no tiene absolutamente ninguna especificación con respecto al discurso que cada agrupación elija presentar en sus actuaciones ¿A qué atribuyen esta situación? ¿Lo ven como una muestra de censura? 

Viendo el laburo nuestro y los errores que uno sabe que cometió y las falencias que tuvimos, es decir, a lo que pudimos llegar con lo que tenemos, de lo cual hay que ponerse contento, sobre todo en lo artístico, hecho con dos mangos, sin presupuesto (¡Esto es lo que hay!) considero que tomando el Reglamento, conociendo un poco sobre política, entendiendo lo que estamos haciendo y hacia donde apuntan con el carnaval y escuchando los comentarios fehacientemente hay un acto de censura, claro, o hay una obstinación. Ya cuando tenés la mitad del jurado en contra y te ponen 1, ya está, ya bajaste notoriamente. 

El énfasis en la prueba de ingreso al sistema de corsos oficiales fue entonces sobre lo que se comunica, no sobre cómo se comunica... Remite otros episodios nefastos similares. La filmación de la performance brindada en la instancia de Precarnaval se ve un trabajo muy cuidado y profundo, una filigrana delicada, armoniosa, que han hecho alrededor de un cierto imaginario popular argentino que abarca varias generaciones y épocas. Se percibe en la rítmica, la palabra, las melodías. Además, todo el lenguaje visual – fantasías, trajes, estandarte, etcétera – profundiza esta relación. ¿Cómo fue este proceso creativo? 

Ese trabajo que vos ves como meticuloso es porque laburamos. Hay dos lemas que tenemos Los Festejantes y los ponemos en práctica cada vez con más intensidad. Yo ya los venía trabajando en Los Inevitables pero ahora desde una mirada mucho más peronista. Uno es: “Nada es tácito, todo se pregunta.” Ese es el reglamento de la murga. Y la murga tiene directores, entonces cualquier duda: a los directores. Y después el otro, interno, es “Trabajar para festejar”, que es una frase que yo le adjudicaba – mirá las vueltas de la vida – al Subcomandante Marcos porque una vez Giancarlo Quadrizzi, amigo mío y recitador de Los Atrevidos, cuando yo hacía la revista de esa murga, tira esa frase en una nota. 

Bueno, en la V Declaración de la Selva Lacandona, Marcos dice algo así: 
No es nuestra la casa del dolor y la miseria. Así nos la ha pintado el que nos roba y engaña. No es nuestra la tierra de la muerte y la angustia. (…) Nuestra es la casa de la luz y la alegría. Así la nacimos, así la luchamos, así la creceremos. Nuestra es la tierra de la vida y la esperanza.
¿Cómo piensan la articulación del trabajo puramente artístico con el social? 

Mi mentor – el tipo con el que me formé murgueramente – es el Gallego Espiño. Tiene una frase que es maravillosa, con la cual explicás el carnaval y la murga porteña, sobre todo: “La murga es un hecho social MAS un hecho artístico. Sin el hecho social, el hecho artístico solo queda en unas pocas migas de algo que tiende hasta lo individual y no obra por lo colectivo. El hecho social es el conjunto creando un espectáculo artístico colectivo en la calle. Más maravilloso que eso ¡no tengo! Digo ¡la murga! No hay nada más maravilloso que la murga. Considero yo que es una misma cosa, que un aspecto no se puede desprender del otro. Son por ahí dos patas de lo mismo. Hay compañeros de la murga que tienen problemas habitacionales; hay gente que trabaja en un centro de atención de la justicia; hay gente que trata de ayudar… Ayuda social, peronismo ¿no? en síntesis. Tratamos de articular todas las puntas dentro de la murga. Muchos son militantes o tienen alguna actividad por ese lado; hay gente que tiene un comedor y puede alcanzarle un bolsón a alguna familia. No somos muchos pero, bueno, tratamos de darnos una mano entre todos. En definitiva, sí, para nosotros es una misma cosa. La murga aúna todo, no hacemos las cosas por separado. Y además nos vemos sólo una vez por semana… Con suerte de que no llueva. 



¿Dónde se presentó la murga entonces este pasado febrero? 

Salimos por fuera del circuito oficial donde pudimos. Muchos corsos de murgas compañeras, amigas, nos invitaron al enterarse que nos habían dejado afuera. Mucho en provincia, en el conurbano y en algunos de Capital, estuvimos lo que se dice “por afuera”. 

¿Qué proyectos tienen para adelante? 

Bueno, a futuro entrar al Carnaval en la Ciudad. Ya estamos con vista al precarnaval que viene, armar un espectáculo como el reglamento manda, que no nos corran con lo discursivo, tratar de estar lo más prolijos posible. Y con todo lo que nos dijeron, hacer una revisión. Muchos comentarios, por supuesto que los tomaremos en cuenta, por más que no estemos de acuerdo. Pero si queremos estar ahí, tenemos que aceptar las normas, las reglas. De hecho fui yo uno de los que me senté a discutirlo cuando se armó, estuve de acuerdo con que hubiese un carnaval con evaluación. Sigo estando de acuerdo. Y si hay que discutirlo nuevamente seguiré yendo y presenciando las reuniones.

Gracias como siempre, Martín. ¡Todo lo mejor para ustedes!