viernes, enero 16, 2009
jueves, diciembre 18, 2008
Impresiones acerca de las celebraciones por el Cincuentenario del Barrio Mitre en Saavedra.
Por Pupita La Mocuda
"En la ciudad de la Trinidad y puerto de Santa María de los Buenos Aires existe una región fronteriza donde la urbe y el desierto se juntan en un abrazo combativo, tal dos gigantes empeñados en singular batalla. Saavedra es el nombre que los cartógrafos asignan a esa región misteriosa, tal vez para eludir su nombre verdadero, que no debe ser proferido: "El mundo se conserva por el secreto", afirma el Zohar. Y no a todos es útil conocer el verdadero nombre de las cosas."
Adán Buenosayres
Leopoldo Marechal

La tarde transcurre a la luz de un sol que se va yendo tras los árboles ya plenos de primavera. Es el tercero de los sábados de octubre en Saavedra y allí se presentan el Centro Murga Enviciados por Saavedra, el Centro Murga Los Reyes del Movimiento de Saavedra y el Centro Murga Los Goyeneches de Saavedra durante la primera jornada de los festejos por el Cincuentenario del Barrio Mitre. Anuda la garganta ver allí a figuras de larga trayectoria murguera de la talla de Marta Conde, Fasulo, Miguel "Pelado" Pérez, Chiquitín, Osvaldo Sánchez, así como también oir las palabras que reconstruyen la vivencia barrial compartida (1) y el sentido recuerdo para Curdelas, Elegantes, Rejuntados, Calamares, Ambiciosos, (2) murgas que Saavedra acuna y atesora en su corazón colectivo: pruebas indudables de una verdadera y vasta genealogía – una continuidad común – que recorre buena parte de la historia porteña y que han sabido rescatar para nuestra murgueridad contemporánea y para las generaciones que vendrán aquellos ritmos, aquellos cantos, aquellas vibraciones de los cuerpos que hunden sus raíces en la más profunda de las memorias populares para llegar a este presente de resignificación y genuino resurgimiento llevado a cabo por mujeres y varones que tozuda e inclaudicablemente dieron y siguen dando lucha para que no mueran en el olvido. (3)

Conviene recordar aquí que ciertas resistencias permanecen como pliegue, como fisura, como tozuda posición diferencial que les permite pensarse, a los sujetos de los sectores populares, aun en las situaciones de hegemonía más blindada, como distantes y diferentes de los sectores dominantes. Parte de la indagación sobre la cultura popular – desde una perspectiva que incluye siempre el conflicto, el poder, la asimetría, sin naturalizaciones ni cristalizaciones de los involucrados – implica buscar en esos intersticios aquellos lugares donde ella deja ver una oposición y afirma su subalternidad, esto es, el rasgo que define su posición jerárquica de cultura de los de abajo. A la vez, requiere contemplar el mapa de la desigualdad tanto material como simbólica, fundamentalmente el derecho a la voz, a la administración de su visibilidad. (4)
Fundado en 1958 y compuesto por seis manzanas entre las calles Correa, Posta, Arias y Melián, el Barrio Mitre es parte inescindible de Saavedra (5) junto a otras barriadas no oficiales que también lo conforman como el Barrio Sarmiento y el Barrio Presidente Roque Sáenz Peña. Habiendo ejercido y ejerciendo aún resistencias, permanencias, perseverancias, conjuga pertenencias identitarias diversas conectadas, a partir de los movimientos poblacionales y las migraciones, tanto con el territorio argentino así como con el más amplio latinoamericano. No menores son, además, aquellas relacionadas con el fútbol, con el tango y con la murga. La preparación y la fiesta del carnaval, por ejemplo, alimenta un segmento muy importante de la energía y de la ética comunal barrial. (6)

Una de las filiaciones que ha sabido persistir a lo largo de las décadas es la proporcionada por la presencia negra. (7) Bien es sabido y rastreable en la oralidad informal, las narraciones, los relatos familiares o entre vecinos, que ciertas tonalidades expresivas de la negritud porteña – silenciada, negada y vilipendiada incluso a veces desde el racismo más descarado – fluye en la estética y la manifestación artística de las murgas de origen saavedrino. (8) A esa herencia puede encontrársela, aún hoy, amalgamada, en sus cantos, en sus ritmos y cadencias o en sus bailes y desfiles, cuestiones que la distinguen de otras similares en la Argentina contemporánea y que lejos de haberse agotado, se propaga, especialmente a partir de la larga y comprometida trayectoria de difusión y divulgación desarrollada por el Centro Murga Los Reyes del Movimiento de Saavedra.

El árbol del arte popular murguero tiene raíces hondas en Saavedra y su sombra refrescante – su afianzado trabajo tanto expresivo como social pocas veces reconocido en todo su valor – ha crecido de la mano de figuras que han sabido y querido sostenerlas aún en la más extrema adversidad. Es saludable y muy auspicioso que se reconozca, como en esta memorable ocasión, el entrejido de afectos, el entramado de experiencias y de creación compartidas, el andamiaje de solidaridades entre conglomerados artístico- sociales hermanados por la cercanía fraternal y estética.Entonces los bombos, las voces y los cuerpos se aquietan para dar paso a unas emocionantes imágenes en video sobre el pasado, el presente y también el futuro de una comunidad que ha sabido construir en esa geografía su identidad y su arraigo territorial y vivencial. Entre fotografías amorosamente guardadas año tras año y entregadas para ser compartidas por todos quienes se han acercado esta tarde a la plaza en pantalla grande, pudimos ver aquellas relacionadas con la vida y la amistad barrial, los lazos familiares y vecinales, por ejemplo, las de antiguos y festivos carnavales, mascotitas, disfrazados, reinas de corsos, las levitas azules y coloradas de los míticos Curdelas...


Más tarde, las postrimerías, adecuadas a la circunstancia, con las murgas reconociéndose artística y socialmente como parte de una herencia común que viene desde lejos en el tiempo, el barrio bailando entero como no podía ser de otra manera y una explosión de fuegos artificiales en el cielo ya casi sin luz del anochecer. ¡A tu salud, Barrio Mitre! ¡A tu salud, Saavedra!
(1) Juan Carlos Rico, el presentador y cantor de Los Goyeneches, Liana Silva, una de las Directoras de los Enviciados por Saavedra y Daniel Reyes, Director General de Los Reyes del Movimiento habrán de referirse no solamente a la inserción de sus murgas en la energía vital del Barrio Mitre en particular y de Saavedra en general sino que también lo harán sobre cuestiones de la convivencia comunitaria pasada y presente.
(2) Los Ambiciosos recordada agrupación de la aledaña Villa Martelli se encuentra entrañablemente vinculada a la identidad murguera saavedrina a partir de memorias comunes, intercambios gozosos de presencias, vivencias y estéticas compartidas.
(3) Consultar también Las Alas del Murguero, reportaje a Daniel Reyes. Ver: http://sostenganquenacemos.blogspot.com/2006/09/reportajelas-alas-del-murguero-daniel.html
(4)Es en este sentido que lo popular puede ser entendido como subalterno desde una postura que incorpore a la primera noción las múltiples articulaciones jerárquicas que permite la segunda. Sigo aquí a Pablo Alabarces (2008).

(5)Con una extensión de casi seis kilómetros cuadrados, Saavedra, uno de los barrios más grandes de la ciudad, limita con Núñez al sureste, con Coghlan y Villa Urquiza al oeste y con el partido de Vicente López, en la Provincia de Buenos Aires, al norte. Florencio Núñez comienza a comprar las tierras en 1872 estableciendo su casa particular en la calle Cabildo (ex 25 de Mayo) y Crisólogo Larralde (ex Acosta; ex Republiquetas), única casa del barrio con vereda, donde funcionaría su oficina de venta de lotes. Lentamente va poblándose la zona que Núñez lotea y vende con la ayuda del constructor Protti, vecino de la localidad. Núñez fomenta la llegada del tranvía y la apertura de calles, construye puentes y dona una de sus casas para la construcción de una escuela. Saavedra es el único barrio de Buenos Aires fundado formalmente en 1873 con Acta Fundacional, la cual se encuentra en exposición en el Museo Saavedra. (En el mismo acto se funda el barrio de Núñez.) El Parque Saavedra, en aquel entonces, ya posee un lago con puentes levadizos y góndolas. La segunda fundación, ahora exclusiva de Saavedra, se lleva a cabo en l891 con la inauguración de la estación del Ferrocarril General Bartolomé Mitre, que impulsa el progreso de la zona. En el barrio van abundando las tabernas, los almacenes y las pulperías y, hacia 1920, hacen su aparición los juegos clandestinos y las casas de prostitución.
(6) Caracterizado por su vigor y su persistencia cultural y temporal, el abigarrado y altamente dinámico panorama de la murgueridad saavedrina actual está compuesto por El Centro Murga Los Reyes del Movimiento de Saavedra, Centro Murga Enviciados por Saavedra, Los Goyeneches de Saavedra, Los Fantasmas de Saavedra, Los Elegantes de Saavedra, Los Magos de Saavedra y Los Elegidos del Dios Momo de Saavedra.
(7) En este caso específico, la relación de subalternidad se construye a partir de la segregación entre dos universos: el afro-argentino, por un lado y el euro-argentino, por otro, que se presenta como portador de la verdadera identidad nacional. La "negritud argentina" será entonces un opuesto, casi una imposibilidad, la cara negada de la "blanquedad", el discurso europeizante de civilización y progreso que presenta a Argentina como una nación blanca. Según Alejandro Solomianski (2003)
(8) La comunidad afroargentina supo reunirse para bailar y tocar sus instrumentos en Buenos Aires hasta hace sólo unas pocas décadas. .Cf. Alejandro Frigerio (1993); Alicia Martín (1994).
(9) La gacetilla informativa repartida en mano por los organizadores durante la semana anterior al Cincuentenario anunciaba:
PROGRAMACIÓN PARA EL SABADO 25 DE OCTUBRE - TODO UN DIA DE FIESTA
13 HS. CEREMONIA FORMAL Y ORACION POR EL BARRIO Y SU GENTE
14 HS. PRESENTACION DE LOS TALLERES DEL CENTRO CULTURAL - PERCUSION, GUITARRAS, CHARANGO.
15 HS. BAILE DE FOLKLORE PARA TODOS (BALLET AMIGOS PARA LA DANZA Y BALLET DEL CENTRO CULTURAL DISCEPOLIN)
17 HS. HOMENAJE AL BARRIO MITRE Y SUS FUNDADORES - TESTIMONIOS DE VECINOS FUNDADORES SOBRE LA HISTORIA DEL BARRIO Y SUS FUNDADORES. ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS. TORTA Y CHOCOLATE PARA TODOS.
19 HS. PRESENTACION DE LAS MURGAS UNIDAS
20 HS. VIDEO CON IMAGENES DEL BARRIO
(10) En República de Momo, el programa radial pionero sobre murga y carnaval que lleva adelante desde hace más de una década (durante los primeros años junto a Alicia Martín, luego solo y más adelante acompañado de Corina Diana, con quien comparte la conducción actualmente).
Las fotografías que acompañan este texto retratan distintos momentos festivos que involucran a la comunidad murguera y no murguera saavedrina y fueron tomadas de los espacios virtuales dedicados a y / o promovidos por Centro Murga Enviciados por Saavedra, Centro Murga Los Reyes del Movimiento de Saavedra y Centro Murga Los Goyeneches de Saavedra y Club Atletico Platense.
http://www.platensesosmivida.com.ar/http://www.fotolog.com/murgalosreyessvd
http://groups.msn.com/enviciadosporsaavedra
http://www.fotolog.com/los_goyeneches
miércoles, diciembre 03, 2008

“Contaron los más viejos de los viejos que poblaron estas tierras que los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, no se pensaban parejo todos.
Cuando los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, los más primeros, se pensaron en cómo y para qué iban a hacer lo que iban a hacer, hicieron una su asamblea donde cada cual sacó su palabra para saberla y que los otros la conocieran. Así cada uno de los más primeros dioses iba sacándose una palabra y la aventaba al centro de la asamblea y ahí rebotaba y llegaba a otro dios que la agarraba y la aventaba de nuevo y así como pelota iba la palabra de un lado a otro hasta que ya todos la entendían y entonces hacían en su acuerdo los dioses más grandes que fueron los que nacieron todas las cosas que llamamos mundos.
Red de solidaridad con Chiapas de Argentina lanza Los Otros Cuentos
Los Otros Cuentos
La edición consiste en un CD y un libro que contienen relatos zapatistas en la voz de una Madre de Plaza de Mayo, una Abuela de Plaza de Mayo y un integrante de H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio). Todos ellos, familiares de desaparecidos durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).
Los relatos del Subcomandate Marcos también son leídos en el disco por el escritor uruguayo Eduardo Galeano, y los músicos Daniel Viglietti y León Gieco, junto a la comunicadora Liliana Daunes y actores y actrices de Argentina.
El dinero recaudado con la venta del disco, será destinado a las Escuelas Autónomas Rebeldes Zapatistas o puesto a disposición para lo que las Juntas de Buen Gobierno consideren conveniente.
También será presentado en el Festival de la Digna Rabia, organizado por el E.Z.L.N. en Chiapas y el Distrito Federal de México, durante los últimos días de diciembre 2008 y primeros días de enero 2009.
La Red de solidaridad con Chiapas en Argentina, grabó el disco en los estudios de FM La Tribu, radio comunitaria de Buenos Aires, imprimió el libro en la Cooperativa Gráfica Chilavert, bajo gestión obrera, y realiza la presentación en el Hotel Bauen, también recuperado por sus trabajadores.(PÚLSAR)
domingo, noviembre 30, 2008

El que encarnó a la “pequeña gente”
No era sencillo saber a quién dirigía Ulises Dumont la broma cuando en una entrevista confesaba que en sus comienzos en el teatro –y comparándose con los colegas– se veía a sí mismo como un renacuajo. ¿Esperaba que le dijeran que no, que seguramente no era así? Por las dudas, y para no quedar en falta, se evitaba cualquier comentario. Lo cierto es que Dumont sabía ironizar, y eso era suficiente para ponerse en alerta y dialogar con cautela. Esa misma expresión se le escuchó en una nota hecha por esta cronista, junto a Mabel Manzotti y el director Víctor García Peralta, cuando estaba a punto de estrenar En Pampa y la vía. Dumont se había retrasado, y entonces el comentario era que se había ido de pesca. Y fue así: aterrizó con su equipo.
Ayer, a los 71 años y en la Clínica Dupuytren, donde llevaba dos semanas internado, murió Ulises Dumont. Actor de humor travieso, sabía componer como pocos “a la pequeña gente”, a los marginados que –opinó entonces– a veces explotan. Quizá por eso lo fascinaban personajes como los de La Nona y El acompañamiento, que interpretó. Esta atracción le permitió continuar ejercitándose aun en épocas de vacas flacas para el teatro. Como otros grandes, no dudaba de la importancia del unipersonal en tiempos de escasez: “Uno sabe que alguna vez tendrá que agarrar un fierro caliente, pero antes de que eso ocurra, también yo armaría mis valijas, simplemente para protegerme y estar en la resistencia. Los actores tenemos que poner la humanidad sobre el escenario y salvarnos”. Si bien aquella En Pampa y la vía no era obra de un autor nacional, Dumont le puso la garra que mostraba en los prototipos argentinos. Muchos de éstos tan queribles como su kiosquero Sebastián de El acompañamiento, obra de Carlos Gorostiza que se estrenó en Teatro Abierto 1981, dirigida por Alfredo Zemma, donde descolló junto a otro maestro de la actuación, el “Negro” Carlos Carella. Supo ser también el maduro profesor en contrapunto generacional con un joven Antonio, actuado por Darío Grandinetti, en una obra que desconcertó al público y a los censores. Era Yepeto, de Roberto Co-ssa, un estreno de 1987 en el Teatro Lorange, y un personaje del cual no se despegó, puesto que fue también su papel en la versión para cine del realizador Eduardo Calcagno. Sólo que, pasado el tiempo, el director lo presentó con un tinte más irónico, cercano a la postura de un poeta porteño algo cascarrabias.
Cuando un actor de tan rara especie se va, sólo queda a quien lo conoció a través de sus trabajos recordar por lo menos algunos, mejores o peores, premiados o no, aunque es necesario reconocer que en todos mostró una solidez que no dio lugar a la indiferencia. Así fue que se lo vio atreviéndose con una controvertida figura de la historia en El último virrey, obra crítica de Juan Carlos Cernadas Lamadrid. Allí se propuso transmitir la ficticia fragilidad de un Cisneros jaqueado por patriotas e ingleses, perseguido por su mujer y por un pertinaz resfrío, acaso consecuencia de esa llovizna de mayo que nos han vendido en las láminas escolares. Su actuación era siempre superior, fuera en una comedia o un drama, o en un relato como aquél donde predominaban el grotesco o la sátira.
Esas intensidades atrajeron al público y a sus directores, como al mismo Gorostiza, asombrado como autor cuando en una reunión doméstica le escuchó dialogar con Carella sobre una persona que había conocido en un bodegón y aspiraba a ser artista. Ese era justamente el personaje que se aproximaba al Tuco de El acompañamiento, la obra que el dramaturgo pensaba ofrecerles sin haberles adelantado el tema. En circunstancias como ésa, Dumont se asemejaba a esos genios escurridizos que parecen no saber pero captan todo. De esa materia singular, aunque oscura, fue su trabajo en Rápido nocturno, aire de foxtrot, pieza de Mauricio Kartun que dirigió Laura Yusem. Otra obra de personajes grises y sin futuro, donde compuso al guardabarreras Cardone, untuoso con la amante casada que protagonizaba Alicia Zanca, pero de interior violento. Un personaje de la cultura popular que recreó con admirable plasticidad.
Hábil para crear atmósferas inusuales, este artista que se inició en el teatro siendo adolescente y conformó un grupo junto a otros actores y actrices en un club de barrio, integró elencos de piezas famosas, como Arlequín, servidor de dos patrones; El hombre elefante y la recordada Gris de ausencia, de Cossa. De este autor protagonizó La Nona, en 1977 y bajo la dirección de Gorostiza, que a su vez lo convocó para una pieza suya, A propósito del tiempo, donde su papel era el de un viejo amigo que incide en la aparentemente tranquila convivencia de un matrimonio. Entonces sus compañeros de elenco eran Cipe Lincovsky y Juan Carlos Gené, y la puesta, de Javier Margulis y Rubens Correa. En escena jugó a liberarse de traumas y apasionarse locamente al asumir el rol de un tal Ernesto Kovacs, un médico psicoanalista obligado a exorcizar a una excitada mujer de doble personalidad, compuesta por Luisa Kuliok. En esta obra, Sabor a Freud, de José Pablo Feinmann, el actor se multiplicaba en roles bien diferentes transparentando frustraciones y mostrando alguna que otra catarsis a través de escenas cómicas o de gran desconsuelo.
Lo verdadero es que Dumont, en cualquiera de sus composiciones (e incluso en trabajos televisivos como en Compromiso o No-sotros y los miedos), atrapó siempre, tanto en los aguafuertes como en aquellas escenas en las que se exigía mantener el medio tono.
Por Luciano Monteagudo
Fue un actor tan querido como prolífico, lo que no es decir poco, considerando que las filmografías consignan no menos de ochenta películas en cuatro décadas de trayectoria, que ubicaron a Ulises Dumont como uno de los intérpretes emblemáticos del cine argentino de la recuperación democrática.
Formado esencialmente en el teatro, del que nunca se apartó, Ulises –como siempre se lo conoció en el medio artístico, donde nadie lo llamaba por su apellido– empezó haciendo pequeños papeles en comedias picarescas como La gran ruta (1971), de Fernando Ayala, o Autocine mon amour (1972), de Hugo Moser, hasta que en 1976 tuvo ocasión de participar en Crecer de golpe (1976), de Sergio Renán, sobre la novela de Haroldo Conti. Pero fue Adolfo Aristarain el primero en ofrecerle el lugar que su talento merecía, con personajes secundarios a los que Dumont supo darles una entidad y una dimensión que excedían su duración en la pantalla. El primero de esa estupenda galería fue Larsen, el chorro asmático de La parte del león (1978), la ópera prima de Aristarain, un policial negro y desesperanzado que en plena dictadura supo esquivar la censura militar. Aquel Larsen soñaba con hacerse al fin, de una buena vez, de una plata que le permitiera dejar de asfixiarse en Buenos Aires para radicarse en Madrid, donde sabía que por su clima seco podía respirar mejor, quizá porque allí, aunque nadie lo dijera explícitamente, ya corrían vientos democráticos.
En Tiempo de revancha (1981), también de Aristarain, Ulises fue Bruno Di Toro, el amigo incondicional del protagonista que encarnaba Federico Luppi. Ambos, con un combativo pasado gremial que los había marcado, no se resignaban a la derrota política y estaban dispuestos a tomarse revancha de la multinacional que los contrataba, aunque Di Toro no llegaba a ver el final de la película, en el que ya se intuye también el final de la dictadura. Y en Ultimos días de la víctima (1982), sobre la novela de José Pablo Feinmann, Dumont vuelve a ser el ladero de Luppi, el compañero fiel, que no deja de batirle la justa, aunque su amigo sea un peligroso asesino a sueldo: “Estás fallando, flaco, ves a una mina y te madrugan...”.
Había una nobleza, una integridad, un corazón en esos personajes que eran también, sobre todo, los del propio Dumont, un actor que siempre fue parecido a sí mismo, pero que hizo de esa semejanza una virtud, por sus cualidades personales. Estas características no le impidieron, a su vez, explorar como actor zonas más complejas y sórdidas, como las que presentaba su protagónico absoluto de Los enemigos (1983), de Eduardo Calcagno, sobre guión de Alan Pauls, donde encarnaba a un hombre tímido y solitario, que se dedicaba a espiar la intimidad de una pareja vecina. La película de Calcagno le valió a Dumont un amplio reconocimiento internacional, con premios al mejor actor en los festivales de San Sebastián, La Habana, Biarritz y San Remo.
Algunos de esos mismos premios Ulises los volvió a ganar con otra película dirigida por Calcagno y escrita por Pauls, El censor (1995), donde se puso en la piel de un alter ego de Miguel Paulino Tato, el tristemente célebre censor cinematográfico de la dictadura. Y para Calcagno, Dumont también protagonizó la versión cinematográfica de uno de sus grandes éxitos teatrales, Yepeto, sobre la pieza de su amigo Tito Cossa. Entre aquellos años, Ulises no paró de filmar y estuvo en casi todas las películas representativas del período del restablecimiento democrático, del que en estos días se cumple un cuarto de siglo: No habrá más penas ni olvido (1983), de Héctor Olivera; Los chicos de la guerra (1984), de Bebe Kamin; Cuarteles de invierno (1984), de Lautaro Murúa sobre la novela de Osvaldo Soriano; La película del rey (1986), de Carlos Sorín, y Sur (1987), de Pino Solanas, donde formaba parte de la utópica “Mesa de los Sueños”.
El llamado Nuevo Cine Argentino, que surgió a mediados de la década del ’90, eligió otros actores y otros modos de actuación, muchas veces con no–profesionales. Pero Dumont igualmente siguió trabajando con aquellos realizadores más cercanos a un relato de construcción clásica, en El viento se llevó lo que (1998), de Alejandro Agresti; El mismo amor, la misma lluvia (1999), de Juan José Campanella, y Rosarigarinos (2001), de Rodrigo Grande, que le valieron premios en los festivales de La Habana, Gramado, Huelva y Mar del Plata. Y aunque su visibilidad en el cine argentino ya no era la misma, estaba en plena actividad: el año pasado estrenó tres películas y éste filmó incesantemente, al punto que el sitio web cinenacional.com consigna en su filmografía dos títulos terminados, seis en etapa de posproducción y uno que estaba a punto de rodarse. Hay Ulises para rato, pero no se podrá dejar de extrañarlo.
domingo, octubre 19, 2008

Durante años nos hemos paseado por uno de los lugares más sucios y lóbregos de Buenos Aires: el puente Alsina. Caminábamos por las calles llenas de barro y de piedras. Allí llevábamos a escritores amigos que venían de Europa o de Norteamérica, y hasta a argentinos a los que también queríamos. No había nada en el mundo como ese puente. A veces, por el camino, una vez cruzado el puente, como en una especie de sueño, encontrábamos caballos, vacas perdidas, como en el campo más lejano.
- Aquí tienen el puente Alsina - decía Borges cuando nos acercábamos a los escombros, la basura, la pestilencia del agua.
Entonces Borges se regocijaba, pensando que nuestro huésped también se alegraría.
Imágenes de Borges
Silvina Ocampo
Escrito originalmente en francés para Cahier de L'Herne Borges, 1964.
Fuente: apunte.blog.com

Buenos Aires por los caminos de Borges
Por Martín Zubieta
Yo soy un hombre viejo ya. Insisto en que soy un hombre del siglo XIX… Antes recorría todo Buenos Aires, del centro solía ir hasta Saavedra, a Chacarita, hasta Barracas, hasta Puente Alsina, hasta el lado de Boedo. Todo esto me está vedado ahora, ya que no puedo ni cruzar la calle sin que me ayude alguien"
Una manzana entera pero en mitá del campo
Expuesta a las auroras y lluvias suestadas.
"El retorno lo relaciona directamente con el suburbio y la vuelta al pago es la búsqueda de la identidad. Borges tiene una actitud opuesta a la de Leopoldo Lugones, que habla desde la torre de marfil. Es un panóptico. Borges ve a la ciudad desde el sótano, desde abajo y propone una versión no historicista, no lineal, fragmentaria, incluso arbitraria. A partir de Carriego se produce el descubrimiento del barrio, de la ciudad parcelada, antagónica a la ciudad total que propone Lugones con toda esa grandiosidad retórica. Tan recortada es la mirada que no habla del país; ciudad, Buenos Aires, Fervor de Buenos Aires; manzana, Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga".A fin de cuentas, Palermo, a quien el payador Luis García, amigo del "borgeano" Nicanor Paredes, llamaba "el barrio del cuchillo". Hoy la calle Serrano, entre Santa Fe y Honduras, responde al nombre de "Jorge Luis Borges", pese a la opinión del propio homenajeado, empeñado simplemente en morir:
"Yo preferiría que una vez muerto nadie se acordara de mí, sería horrible pensar que algún día habrá una calle que se llame Jorge Luis Borges, yo no quiero una calle, yo quiero dejar de haber sido Borges, quiero que Borges sea olvidado…".
"Borges construye el mito de la ciudad moderna, la arma, la inventa como pura narración. Sería absurdo discutir si el Buenos Aires de la inmigración, de los arrabales, del criollo que desaparece, del compadrito o del tango en los suburbios fue o no así. Es lo que constituye Borges y allí aparece la literatura, construyéndonos y formándonos un pasado. Buenos Aires, a partir de Borges, tiene ese momento fundacional, donde ya ha quedado atrás todo el acontecer de la constitución nacional, la guerra intestina, el siglo XIX, y surge claramente esta ciudad, que luego se va a transformar en nuestra Buenos Aires. Borges nos plantea la escena mítica de cómo nace y se genera el dolor y la pasión por Buenos Aires".
PUENTE ALSINA (1926)
Más:
Puenta Alsina - Historia
El Pueblo Alsina, historia y leyendas
"Puente Alsina" en la voz de Rosita Quiroga
Alma de Bandoneón - La voz preferida de Jorge Luis Borges
Jorge Vidal: el cantante que acompañó a Osvaldo Pugliese en los cuarenta, se convirtió en el favorito del autor de "El Aleph" por su versión de "Puente Alsina".
La voz de Jorge Luis Borges resonó en el living de su departamento de Maipú y Charcas:"¡Madre, madre, pasame otra vez el tango!". Y Doña Leonor Acevedo, que lo complacía, introdujo en la antigua fonola el disco de pasta desde donde llegaron los acordes de su canción predilecta.
Borges solía escucharlo efectuando hondas disquisiciones sobre Gardel (con quien no simpatizaba), el malevaje y también el arrabal que esa obra pintaba como pocas. Se trataba de "Puente Alsina", que pergeñó Benjamín Tagle Lara, compositor y periodista del diario La Capital, de Rosario. La versión grata a los oídos de Borges pertenecía a Osvaldo Pugliese, con la voz de Jorge Vidal, y había sido grabada en 1949.
Tagle Lara había precedido en el tiempo a Borges con una de las coplas de esa obra que decía: "En la sospechosa quietud del suburbio, la noche de un turbio drama pasional".
La trama reivindicadora del antiguo viaducto que unía a Nueva Pompeya y Valentín Alsina cerraba dramáticamente invocando al barrio: "Madre que ya no responde, ¡que digan adónde la han ido a enterrar!" Con los años supimos el modo en que Pugliese escogió el tema para su repertorio. A fines de la década del cuarenta, don Osvaldo actuaba en el Café Argentino de Chacarita. Allí, los cantores "de cantina" solían intentar alguna chance en esa sala, a la espera de una oportunidad de incorporarse a cualquier conjunto típico.
El modo de lucir el caudal de voz consistía en interpretar "a capella" (es decir sin micrófono). Y la de Jorge Vidal era una gola poderosa con tonalidad de barítono tirando a bajo, a la que sumaba una percha atlética trabajada en los gimnasios y en la Escuela Naval.
Una testa morena y engominada le valió a Vidal el apodo de "negro", que aún conserva. Enfundado en un smoking alquilado, había recorrido salones de la periferia y actuado previamente en "La paz", un reducto de Barrancas de Belgrano.
Era la época de los "cantores estrella" y Pugliese tenía por entonces como vocalista a Roberto Chanel, quien se retiró en busca de mejores horizontes. Para reemplazarlo convocó a Vidal, a quien había escuchado en el "Argentino", y éste incorporó al repertorio de Pugliese el tema "Puente Alsina", que otrora interpretó con guitarras y gran éxito.
Osvaldo tenía cierto resquemor de estrenarlo por aquello de las rivalidades de barriada, pero el público ovacionó cada interpretación.
Ocho temas llevó Vidal al disco durante el par de años que pasó con el creador de "La Yumba". Entre ellos estaba "Un baile a beneficio", milonga de Caviello y Fernández inédita hasta hoy: Pugliese había orquestado para grabar "El arroyito", de Samuel Castriota (autor de "Mi noche triste") y no le convencía. Ya dispuesto a perder el turno en el estudio, Vidal le sugirió al director "Un baile a beneficio", uno de los números fuertes del cantante como solista.
Situaciones de orden económico forzaron a Vidal a desvincularse de Pugliese, y resolvió presentarse nuevamente como figura solista, con las guitarras de Jaime Vila. Debutó en "La Armonía", de Corrientes 1443. Innumerables reductos nocturnos se sucedieron a posteriori en la carrera de Vidal, entre ellos el "Babilonia" del desaparecido Parque Japonés, durante la década del cincuenta, y otras boites.
El séptimo arte también convocó al cantante para un papel protagónico, en este caso a raíz de una situación especial. Argentina Sono Film había firmado un precontrato con Aníbal Troilo para que éste se desempeñara como actor, a condición de que bajara de peso. Pero como los tagliatelli de doña Felisa hicieron trizas las honradas intenciones de Pichuco, se viabilizó así el debut cinematográfico de Vidal. Luego llegaron tiempos de teatro de revistas junto a Francisco Canaro, de televisión y de giras por el exterior que lo llevaron al Carnegie Hall de Nueva York y a Europa.
El hoy de nuestro protagonista se nutre de su programa dominical, "La casa del cantor", entre las 11.45 y las 13, por la AMde Radio Nacional. El mismo nombre tiene el inmueble de la avenida Córdoba 3157 que dirige, con el propósito de proteger a los artistas y a sus presentaciones públicas.
Todavía de atuendo veraniego, con pantalón negro y mocasines blancos, y asistido por su esposa y colaboradora Blanca, Jorge Vidal suele presentarse precedido de esta glosa de José Basile, que lo define: "Con vos la vida es más linda, alegre y cordial, porque sos diferente, hermano Jorge Vidal".
Por Felipe Yofre
Fuente: Web de La Nación (1997)
MILONGA DE PUENTE ALSINA (1935)
Música de Sebastián Piana
viendo que estás liquidado
quiero atar a mi encordado
recordando tus hazañas
cuando golpeaba en tu trocha
el tacón de la morocha
el que guapeó en el "ochenta",
que la ocasión canceló.
Ya no serás
de las dagas que en el río
concitaba la traición.
Se va el barrio que ha crecido
junto a tus viejos horcones,
con la fe de los varones
que labró tu tradición.
Se va el soplo del misterio
que en tus tablones se acuna
farolito de cartón.
aquel rincón perdulario
que amarrao a los prontuarios
del Riachuelo legendario
su tradición consagró.
Sólo serás
más bacán y resistente,
pero serás cualquier puente
sin pasao, ni emoción.
miércoles, septiembre 17, 2008

jueves, septiembre 11, 2008
1973 - 2008
Salvador Allende
Ultimos mensajes
Santiago de Chile, 11 de septiembre de 1973
7:55 A.M. Radio Corporación
Habla el Presidente de la República desde el Palacio de La Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el gobierno, del gobierno legítimamente constituido, del gobierno que está amparado por la ley y la voluntad del ciudadano.
En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal.
En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al gobierno que represento por voluntad del pueblo.
Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero Presidente de la República.
8:15 A.M. Radio CorporaciónTrabajadores de Chile:
Les habla el Presidente de la República. Las noticias que tenemos hasta estos instantes nos revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la provincia de Valparaíso. He ordenado que las tropas del ejército se dirijan a Valparaíso para sofocar este intento golpista. Deben esperar la instrucciones que emanan de la Presidencia. Tengan la seguridad de que el Presidente permanecerá en el Palacio de La Moneda defendiendo el gobierno de los trabajadores. Tengan la certeza que haré respetar la voluntad del pueblo que me entregara el mando de la nación hasta el 4 de noviembre de 1976.
Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la patria.
Radio Corporación (Fragmento)
... En ese bando se insta a renunciar al presidente de la república. No lo haré. Notifico ante el país la actitud increíble de soldados que faltan a su palabra y a su compromiso. Hago presente mi decisión irrevocable de seguir defendiendo a Chile, su prestigio, en su tradición, en sus normas jurídicas, su constitución. Señalo mi voluntad de resistir con lo que sea, a costa de mi vida, para que quede la lección que coloque ante la ignominia y de la historia a los que tienen la fuerza y no la razón.
En este instante señalo como una actitud digna, que aquí está junto a mí el director titular de Carabineros, general José María Sepúlveda. Y que en este instante los aviones pasan sobre La Moneda, seguramente la van a ametrallar. Nosotros estamos serenos y tranquilos. El holocausto nuestro marcará la infamia de los que traicionan la patria y el pueblo
8:45 A.M. Radio CorporaciónCompañeros que me escuchan:
La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de estado en que participan la mayoría de las Fuerzas Armadas.
En esta hora aciaga quiero recordarles algunas de mis palabras dichas el año 1971, se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo. Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada.
Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito.
El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse.
Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida.
9:03 A.M. Radio MagallanesEn estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por mandato conciente de un Presidente que tiene la dignidad del cargo entregado por su pueblo en elecciones libres y democráticas.
En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada. Este es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.
Pagaré con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra ... roto la doctrina de las Fuerzas Armadas.
El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.
9:10 A.M. Radio Magallanes
Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de radio Portales y radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director general de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar!
Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.
Estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.
Click aquí para escuchar audios
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.
Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé de las primeras balas
más temprano que tarde sin reposo
retornarán los libros las canciones
que quemaron las manos asesinas
renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.
Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Click aquí para escuchar a Pablo Milanés con Víctor Manuel