sábado, octubre 20, 2007









 









"El Hijo de la Doctora"
Reportaje epistolar a Enrique Molina, creador y director del recientemente estrenado "Centro Murga Buenos Aires" , espectáculo que entrecruza teatro, danza y música en un viaje a través de la Murga Porteña.
Por Pupita La Mocuda

- Centro Murga Buenos Aires en cierta forma marca un hito en la cultura murguera de nuestra ciudad a nivel participación y trabajo conjunto y colaboración entre agrupaciones. ¿Estás de acuerdo?
- Aunque ha habido algunos encuentros de murgas, en lugares cerrados y con escenarios a la italiana, creo que éste es el primero que las “mezcla” para contar una historia.
- ¿Cuál o cuales fueron las motivaciones para llevar a cabo Centro Murga Buenos Aires?
- Es producto de una necesidad artística personal. Hacía ya mucho tiempo que me había “ido” de trabajar en el escenario, a trabajar en la calle. En la calle está la murga, y es allí y en ningún otro lugar donde se la aprehende. En ese tiempo hice varias puestas que me aportaron mucho en ese sentido y el año pasado sentí que ya era hora de volver y poner en escena lo aprendido. Para mí se cierra un ciclo de trabajo que fue muy importante, y sintetiza lo que creo, siento y me apasiona del género. Una especie de declaración de principios. El fin de una etapa y el basamento de la que viene.
- ¿Cómo surgió la idea? ¿Cómo se eligieron las identidades murgueras, es decir, los Centros Murga que participarían?
- Las murgas las elegí porque me gustan en lo personal, y porque son tres estilos consolidados, escuelas de murga en sus respectivos barrios. Son tres maneras bien diferenciadas y “tradicionales” de hacer lo mismo.
- ¿Cómo fue el proceso creativo con respecto no al texto en sí sino a esa dificilísima tarea de selección y de amalgamiento de distintos materiales? ¿En qué medida fue algo grupal, colectivo? ¿Tardó mucho en plasmarse?
- Empecé a reunirme con los Mellizos por Almagro, Pantera y Corina por Saavedra y con Tavi por Boedo. Les pedí material de repertorio de cada una de las murgas y materiales nuevos, y a partir de allí armé el rompecabezas. Trabajé sobre la estética de cada murga, confrontándolas en el desarrollo de un escenario de carnaval. En cuanto a lo grupal, fue medio complejo al comienzo, ya que primaban mucho las identidades (y vaya si hay identidad en cada una de estas murgas).El correr de los ensayos y la paulatina comprensión de lo que estábamos haciendo, terminó de amalgamar al grupo. El tiempo de trabajo con el elenco fue de doce meses, a un ritmo de ensayo de una o dos veces por semana, por lo que el espectáculo llevó aproximadamente doscientas horas de ensayo para llevarlo a cabo. (Treinta días de trabajo de un elenco profesional a un ritmo de seis horas diarias de ensayo.)
- Es impresionante como cada agrupación aporta al espectáculo desde su propia identidad: ¿Cómo se logró este respeto por la estética de cada una de las murgas? ¿Cuáles sentís que fueron los aportes fundamentales de cada una?
- El objetivo era mostrar tres maneras bien distintas de hacer el mismo género y tuvimos que poner especial atención en ese tema. Habíamos conformado un elenco (que nos aunaba en la tarea) pero al mismo tiempo debíamos diferenciarnos ya que la consigna era poner el barrio, la identidad, mostrar las diferencias. Costó bastante trabajar en esa dualidad. En lo referente al aporte estético de cada agrupación, tal vez pueda sintetizarlo una glosa con la que presento el espectáculo y que dice:
Modernos son los Cometas…
Viciosos, tradicionales…
Los Reyes tienen canyengue.
Tres murgas bien nacionales...
- Es verdad, es una muy buena sintesis, en mi opinión. ¿Qué cosas permite contar Centro Murga Buenos Aires y qué cosas permite mostrar?
- Hay una poética muy porteña, muy especial, que hilvana el relato de lo que va ocurriendo durante la obra.
-¿Se inspira en la versificación murguera o proviene de alguna otra tradición, por ejemplo la poesía popular o el tango? ¿Pensás que hay rasgos en común entre ellas?
- Intento contar y mostrar la murga porteña. Planteo una breve guía práctica para hacer reconocible una identidad como la nuestra, en medio del revoltijo cultural en el que chapotea nuestra ciudad, que por ejemplo, florece en estupendos grupos de percusión, que tocan y enseñan a tocar infinidad de parches de todo el planeta, menos el nuestro, nuestro bombo con platillo, que es el único parche que sobrevivió en la ciudad, al blanqueamiento y a las mil invasiones culturales. Un instrumento pulsado por los porteños por más de un siglo, constituyéndose, con el bandoneón, en los únicos instrumentos “propios”, folclóricos de nuestra identidad de porteños. Tiene el bombo con platillo en la ciudad de Buenos Aires un sonido, un ritmo, una “mugre”, que solo puede ser apreciado aquí. No obstante, no tengo conocimiento de que entre los innumerables grupos de percusión que tiene la ciudad, haya un solo espacio para él. Es que hay una fractura social muy pronunciada en nuestra sociedad, que ha transformado la murga en una expresión clasista, ya que los sectores medios no “compran” la estética de la murga porteña. Y cuando la “compran”, en la mayoría de los casos, atropellan el género con aportes “a la uruguaya” o “a la brasilera”. Prejuicio, tilinguería, racismo… Vaya a saber. En mi opinión, hay en estos sectores una óptica centroeuropea, que rechaza nuestro mestizaje al punto que no veo un solo suplemento cultural de los grandes medios – que es lo que consumen estos sectores – que le dediquen una sola línea , no sólo a la murga, sino a un fenómeno con una presencia cultural y económica formidable, como lo es la música que se produce en los cordones suburbanos de Buenos Aires. En suma, Centro Murga Buenos Aires intenta acercarse a esos sectores, sirviéndoles, en un envase a su gusto (un escenario a la italiana) lo que yo creo lo mejor de nuestra expresión. Y sí, los versos son de pura inspiración murguera. Es innegable su relación con el tango y con la poesía popular de toda América. El verso, la cuarteta, es uno de los “activos” de mas peso que tiene el género…es la música en la palabra.
- En la obra se nota un esfuerzo por marcar las especificidades de la murga porteña desde lo histórico y lo cultural desmarcándola de otros estilos, por ejemplo el uruguayo y haciendo hincapié en su origen de barriada. ¿Es esta apreciación correcta?
- Sí es correcta. Como decía, hay un revoltijo cultural muy pronunciado en nuestra ciudad, que hace que funcionarios del Estado argentino, programen un espectáculo en la plaza de Mayo para festejar nuestra independencia y lo hagan con una murga que “importan” de Montevideo, teniendo a la mano en la ciudad de Buenos Aires más de ciento cincuenta agrupaciones de carnaval a las que ningunean. Tiene Centro Murga Buenos Aires una intención didáctica, esclarecedora del género porteño, ante tanta mezcolanza .Tengo un gran respeto por el desarrollo artístico que los orientales le han dado a su murga, y por el ímpetu con que han cruzado el charco para dar cátedra de lo suyo. Chapeaux. Los orientales le ofrecen al público argentino, un espectáculo que ha crecido a lo largo de mas de cien años en libertad. A diferencia del nuestro, que lo ha hecho en la marginalidad y la represión. Para alcanzar el nivel artístico de los uruguayos, deberemos trabajar duro los años venideros, y redoblar los esfuerzos para descontar el tiempo que nos han hecho perder. En cuanto al barrio: el barrio en la murga porteña, es la sustancia, la raíz; es un elemento de cohesión del grupo, importantísimo y es la primera razón de ser de la murga, que es social; lo artístico es secundario: la murga porteña es una organización social de base. Este último dato, en mi opinión, hace que sea muy injusto comparar la murga porteña con la uruguaya, inducidos por la común denominación. Sin contar que allí son alrededor de quince y aquí de sesenta a doscientos integrantes; que allí es un género de “blancos” cultos que cantan con voces educadas; y aquí un género de “grasas” que cantan con voces maleducadas en el frenesí de una popular de domingo o en el pregón del botellero o del ambulante que vende su mercadería a viva voz; que allí son profesionales y aquí aficionados; que allí no desfilan ni tienen mascotas y aquí sí… Etcétera. Por todo esto y algunas cosas más, el hincapié en las diferencias.
- ¿Qué cuestiones quisiste destacar especialmente?
- Centro Murga Bs As, despliega sobre el escenario, confrontando, tres “texturas” murguísticas, muy representativas de los barrios de Buenos Aires representando ese perfume que se aprecia en el contrapunto entre el parche, la madera, el bronce y el silbato que la hace tan personal, tan porteña. El bombo con platillo, que los porteños venimos tocando hace mas de cien años… como el bandoneón… son dos instrumentos inventados por otros pueblos, que aquí argentinizados, solo aquí, se tocan y suenan como aquí. ¿Cómo puede ser, que las espléndidas escuelas de percusión que tenemos, no se le animen a un instrumento que les pertenece, como a cualquier porteño? Intentamos con Centro Murga Buenos Aires señalar la potencialidad artística impresionante que tiene el género, con el objetivo de echar un poco de luz sobre tanta confusión.