sábado, marzo 13, 2010

La murga es alegría y una forma de lucha
Por Yanina Passero para sosperiodista
julio de 2008


La murga es una expresión que no para de crecer en Córdoba. A diario, vemos a jóvenes practicar este ritual en plazas y eventos públicos. A raíz de su importancia, nuestra periodista ciudadana entrevistó a los integrantes de la murga Patas para arriba, que hablan de la actividad murguera como una "forma divertida de manifestarnos, de espacio reivindicativo del derecho a la alegría".


“Nuestra murga es muy divertida, nos matamos mucho también. Somos cada persona un mundo, cada uno de nosotros hace una cosa distinta. Cada uno trabaja en un lugar distinto, estudia algo diferente y si bien somos amigos y nos conocemos mucho, nos movemos en mundos muy distintos por momentos”, así definieron los integrantes de la murga Patas para arriba su forma de expresión.

En una soleada tarde de viernes, en el marco de una pelea de perros -tan característica de la Ciudad Universitaria-, los chicos de la murga, después de su ensayo semanal, relataron sus comienzos y hablaron acerca de los problemas que deben enfrentar las agrupaciones murgueras en la actualidad.

Los ingredientes infaltables de la charla fueron el buen humor y un paquete de galletitas que pasaba de mano en mano dibujando un círculo, copiando la forma en la que estábamos sentados.

En sus comienzos, el grupo murguero tuvo que sortear diferentes dificultades. “Empezamos como un taller de murga organizado por el centro de estudiantes de Ciencias de la Información. En nuestras primeras clases hubo una convocatoria muy grande”, relata Rebeca, integrante de las Patas, dando pie al comienzo de la entrevista.

- Toda agrupación artística se destaca por algo. ¿Cuál es su marca distintiva como grupo?

Rebeca: - Creo que somos muy autónomos con respecto a otras murgas. Ninguno de nosotros tenía una tradición murguera. Ninguno tenía idea de lo que estaba por hacer. Fuimos creciendo muy autónomamente, sin basarnos en ideas previas. Empezamos como taller, entonces nos enseñaron las cosas básicas. Para diferenciarnos de otras murgas tenemos como distintivo particular el hecho de que no nos fijamos en lo que otros hicieron. En nuestra murga hay mucha alegría, es muy divertida.

- Cuando ensayan, desfilan o asisten a una marcha ¿qué creen que expresan? ¿cuál son sus objetivos?

Pancho: - Es que no tiene (risas)
Lucho: - ¡No! Es una forma de salir de lo convencional, de lo que se piensa que es una lucha, una marcha, donde un montón de gente va con sus cortinas y pancartas; te terminas acostumbrando a eso. Entonces, la murga y la percusión atraen a la gente.
Antonella: - En una marcha, por ejemplo, tratamos de caracterizarnos nosotros también.
Lucho: - Claro. Tratamos de tener alguna consigna en las remeras u otras cosas que hacemos para atraer la atención de la gente y expresar un mensaje que de otra manera no se podría.
Laura: - También se trata de aprovechar ese espacio público.
Rebeca: - Sí, porque la murga de alguna manera es una expresión cultural aceptada en todas partes. Entonces, se puede llevar lo que hacemos a todos lados porque es una manifestación popular.

¿Cómo experimentan, en lo personal, su participación en una murga?

Pancho: - Creo que muchas veces nos divertimos más que la gente.
Lucho: - Si nosotros no disfrutamos lo que hacemos es muy difícil transmitirles alegría a las personas.

- En un encuentro de murgas en Santa Fe, en el 2001, se habló de la actividad murguera como un “espacio reivindicativo del derecho a la alegría” ¿Qué piensan acerca de eso

Pancho: - La murga es una expresión que la puede hacer cualquiera, que nace y se hace en la calle. Se trata de un canal de comunicación que está muy bueno para poder expresar las broncas pero siempre con alegría.
Rebeca: - La alegría es una forma de lucha, de reivindicación. La murga es una forma divertida de manifestarnos, es una forma cultural.

Por otro lado, la policía o las denuncias son sólo unos de los problemas que las murgas de Córdoba enfrentan a diario. La Municipalidad de la ciudad es la encargada, hace unos años, de organizar la fiesta del carnaval en el Parque Sarmiento. En consecuencia, los corsos o murgas que deseen participar deben inscribirse con antelación. “Me parece que está muy mal el hecho de que la municipalidad o cualquier gobierno, ya sea municipal, provincial o nacional tengan medidas que sean restrictivas para con la murga o para con cualquier intervención cultural. Aunque está bárbaro que la quieran incentivar", opinó Pancho.

En relación a las distintas trabas impuestas a la expresión murguera dijo que “eso no puede pasar porque la murga es una expresión cultural que viene desde abajo. La percusión y el baile acompañan al hombre desde que es hombre y por eso es que tiene tanto poder de llamar a la gente y entrar en cualquier lugar”.

- Además de los inconvenientes con la Municipalidad ¿existen otros impedimentos que condicionen o no permitan su libre expresión?
Lucho: - Nosotros tuvimos una experiencia. Un día estábamos ensayando de noche y cayó un policía que tenía una denuncia por ruidos molestos. Estábamos en la Plaza de la Intendencia, que está rodeada de edificios que están lejos, bien lejos.
Rebeca: - Eran las ocho de la noche, además.
Lucho: - Y nos corrieron de ahí. Eso pasa un montón de veces y no sólo a nosotros.
Rebeca: - En Córdoba, las organizaciones murgueras tienen como uno de sus ítems básicos, además de pedir por el Feriado del Carnaval, pedir por la recuperación de los espacios públicos para practicar, bailar y hacer el carnaval, que es algo que se prohibió en la época de la dictadura.
Bebu: - Sin embargo, vos ves que el efecto que causa a la gente es el contrario. La gente, yo creo, quiere que estemos ahí. En la Plaza de la Intendencia se te acerca mucha gente, como acá en Ciudad Universitaria. Entonces ves que hay una contradicción, la sociedad quiere ese espacio, le interesa.

El frío comenzaba sentirse. Las galletitas se habían acabado y la pelea de perros jamás cesó. La pregunta final a los murgueros se refirió a la relación entre murga y rebeldía. “Todo puede ser una forma de rebelión, cualquier forma de expresión. Pero sí, de hecho la murga lo es”, constató Rebeca.

Pancho reflexionó: “En realidad, es una forma de rebelión en el sentido de que atrae a la gente y a su vez atrae a la gente a hacer algo. Y eso es para mí un mecanismo que puede accionar otras cosas. Me parece que eso es lo mágico de la murga”.

La foto pertenece a la autora de este artículo. Son los integrantes de la murga en pleno ensayo.




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